Arthur Blythe : In Concert: Metamorphosis - The Grip
Por Eduardo Hojman
Más allá de sus valores intrínsecos, los dos elepés incluidos en este CD de Arthur Blythe pueden considerarse una excelente ilustración del movimiento más tarde etiquetado como loft jazz, puesto que ofrece, en mayor o menor medida, todos o casi todos sus componentes: producción independiente, formación inusual, vanguardismo que coquetea con el free jazz y, claro, se grabó en un loft.
De la necesidad hacían virtud: para los músicos que venían de fuera de la ciudad, más si querían hollar los caminos abiertos por Coltrane hacia el lado de la vanguardia más free, no era fácil conseguir conciertos en una Nueva York a punto de ser arrasada por las masas conservadoras de los neorrenacentistas liderados por el inefable Wynton Marsalis. Pero, por apenas cien dólares, podían alquilar un loft, espacios que, antes de que se pusieran de moda, carecían de toda comodidad pero reemplazaban sus deficiencias con una libertad bastante amplia y orientada a los productos más arriesgados de la nueva cultura. Para los espectadores, además, acudir a una de esas actuaciones tenía algo de módica aventura, de paseo protegido por el lado salvaje. Actividad extendida por lo menos hasta los primeros años de este nuevo siglo, en un loft uno podía encontrarse con la música más avanzada del momento, departir amablemente con los nombres más brillantes de las galaxias aún inholladas, todo entre baratos vasos de vino y dulces olores de humo urbano.
Después de pasar por bandas más tradicionales en su San Diego natal y de abrazar los paradigmas musicales y probablemente políticos de agrupaciones como la UGMAA (Asociación de Músicos y Artistas Subterráneos, espejo de la más famosa AACM de Chicago), Blythe trabajó de guardia de seguridad mientras, como muchos de sus congéneres, buscaba y no encontraba algún teatro donde llevar su inusual formación. Hasta que en una fría noche de 1977 alquiló el Brook, un loft propiedad de Frank Streep, hermano de Meryl Streep, y el pianista Frank Ferrucci. Entre los músicos que convirtieron el Brook en un clásico del loft jazz estaban Charles Tyler, Wadada Leo Smith, y nuestro héroe Arthur Blythe, que hizo un concierto, el 26 de febrero, con Bob Stewart (tuba), Ahmed Abdullah (trompeta), Abdul Wadud (chelo), Muhamad Abdullah (percusión) y Steve Reid (batería). Lo que ocurrió esa noche, al menos en un nivel auditivo, está documentado en este In Concert que reúne los primeros dos discos de Blythe como líder.
Si en años posteriores Blythe circuló cómodamente por esa bolsa de gatos llamada postbop, tanto al frente de sus propias formaciones como acompañando a Jack DeJohnette o reemplazando a Julius Hemphill en el World Saxophone Quartet, en este primer disco se ubica claramente en la vanguardia airada y política promovida por la galaxia AACM y sus satélites. Con un sonido un poco desparejo, que le da un fluir chicloso y duro a su saxo alto, el disco empieza con un melódico y sutil homenaje a Sun Ra y con las melodías árabes de Lower Nile para lanzarse a la furia discordante de As of yet, un interminable dolor de muelas que en más de un sentido pone fecha de caducidad a las búsquedas experimentales de determinada vanguardia. Sin que ambos discos se diferencien en nada, todo circula más o menos por los mismos recorridos: de la dulzura a la agresividad, de la lírica al ruido.
En cierta forma, el jazz de los lofts estaba determinado por el ambiente. Mientras para los músicos era una manera de reafirmar su independencia (de la industria discográfica, del conservadurismo cultural imperante, de la solapada represión racial, de los sonidos complacientes para blancos, del racismo), para los espectadores era también una manera de experimentar en un ámbito sólo superficialmente incómodo las fuerzas liberadoras de esa independencia. Muchos de los avances logrados por el free jazz pasaron a ser elementos esenciales de toda la música posterior; otros se convirtieron en un recorrido obsesivo y en espiral en busca de la esquiva frontera entre el sonido y el ruido, entre el arte y el sinsentido. Algo de todo eso circula en este disco.
http://www.cuadernosdejazz.com/index.php?option=com_content&view=article&id=2166
Arthur Blythe - "As of Yet" - In Concert / Metamorphosis - The Grip (1977)
Por Eduardo Hojman
Más allá de sus valores intrínsecos, los dos elepés incluidos en este CD de Arthur Blythe pueden considerarse una excelente ilustración del movimiento más tarde etiquetado como loft jazz, puesto que ofrece, en mayor o menor medida, todos o casi todos sus componentes: producción independiente, formación inusual, vanguardismo que coquetea con el free jazz y, claro, se grabó en un loft.
De la necesidad hacían virtud: para los músicos que venían de fuera de la ciudad, más si querían hollar los caminos abiertos por Coltrane hacia el lado de la vanguardia más free, no era fácil conseguir conciertos en una Nueva York a punto de ser arrasada por las masas conservadoras de los neorrenacentistas liderados por el inefable Wynton Marsalis. Pero, por apenas cien dólares, podían alquilar un loft, espacios que, antes de que se pusieran de moda, carecían de toda comodidad pero reemplazaban sus deficiencias con una libertad bastante amplia y orientada a los productos más arriesgados de la nueva cultura. Para los espectadores, además, acudir a una de esas actuaciones tenía algo de módica aventura, de paseo protegido por el lado salvaje. Actividad extendida por lo menos hasta los primeros años de este nuevo siglo, en un loft uno podía encontrarse con la música más avanzada del momento, departir amablemente con los nombres más brillantes de las galaxias aún inholladas, todo entre baratos vasos de vino y dulces olores de humo urbano.
Después de pasar por bandas más tradicionales en su San Diego natal y de abrazar los paradigmas musicales y probablemente políticos de agrupaciones como la UGMAA (Asociación de Músicos y Artistas Subterráneos, espejo de la más famosa AACM de Chicago), Blythe trabajó de guardia de seguridad mientras, como muchos de sus congéneres, buscaba y no encontraba algún teatro donde llevar su inusual formación. Hasta que en una fría noche de 1977 alquiló el Brook, un loft propiedad de Frank Streep, hermano de Meryl Streep, y el pianista Frank Ferrucci. Entre los músicos que convirtieron el Brook en un clásico del loft jazz estaban Charles Tyler, Wadada Leo Smith, y nuestro héroe Arthur Blythe, que hizo un concierto, el 26 de febrero, con Bob Stewart (tuba), Ahmed Abdullah (trompeta), Abdul Wadud (chelo), Muhamad Abdullah (percusión) y Steve Reid (batería). Lo que ocurrió esa noche, al menos en un nivel auditivo, está documentado en este In Concert que reúne los primeros dos discos de Blythe como líder.
Si en años posteriores Blythe circuló cómodamente por esa bolsa de gatos llamada postbop, tanto al frente de sus propias formaciones como acompañando a Jack DeJohnette o reemplazando a Julius Hemphill en el World Saxophone Quartet, en este primer disco se ubica claramente en la vanguardia airada y política promovida por la galaxia AACM y sus satélites. Con un sonido un poco desparejo, que le da un fluir chicloso y duro a su saxo alto, el disco empieza con un melódico y sutil homenaje a Sun Ra y con las melodías árabes de Lower Nile para lanzarse a la furia discordante de As of yet, un interminable dolor de muelas que en más de un sentido pone fecha de caducidad a las búsquedas experimentales de determinada vanguardia. Sin que ambos discos se diferencien en nada, todo circula más o menos por los mismos recorridos: de la dulzura a la agresividad, de la lírica al ruido.
En cierta forma, el jazz de los lofts estaba determinado por el ambiente. Mientras para los músicos era una manera de reafirmar su independencia (de la industria discográfica, del conservadurismo cultural imperante, de la solapada represión racial, de los sonidos complacientes para blancos, del racismo), para los espectadores era también una manera de experimentar en un ámbito sólo superficialmente incómodo las fuerzas liberadoras de esa independencia. Muchos de los avances logrados por el free jazz pasaron a ser elementos esenciales de toda la música posterior; otros se convirtieron en un recorrido obsesivo y en espiral en busca de la esquiva frontera entre el sonido y el ruido, entre el arte y el sinsentido. Algo de todo eso circula en este disco.
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Arthur Blythe - "As of Yet" - In Concert / Metamorphosis - The Grip (1977)