jueves, 31 de diciembre de 2015

Lemmy Kilmister / Born To Lose, Lived To Win.



Adiós, Lemmy.

29 diciembre 2015

Por Juanjo Ordás 

Lemmy era una autoridad en el mundo del rock and roll. Y lo era hasta tal punto que antes de haberle podido escuchar una canción, ya sabías cómo era, qué cara tenía y cuál era su carácter. Porque era omnipresente. Seguramente antes de haberte puesto un álbum de Motörhead ya le habías visto en múltiples revistas y habías leído un par de declaraciones suyas. Sabías que cuando finalmente escucharas canciones como ‘Ace of spades’ y ‘Overkill’ te ibas a encontrar con algo real, puro y nocivo para los oídos. ¿Qué adulto o chaval no necesita eso de cuando en cuando?

Lemmy era un músico cuya música era una extensión de su personalidad. A él le gustaba lo que le gustaba y hacía lo que hacía. Era consecuente. Era sólido. Era digno.

Ahora toca pensar en qué nos ha dejado, de qué nos ha servido su obra y de qué nos servirá. Los discos de Motörhead siempre serán una oda a la liberación animal, a la brutalidad primaria pero colocadas en el presente, en las calles, en el asfalto. Las canciones de Lemmy siempre serán el cuchillo que te despellejará hasta dejarte en los huesos para saber qué tipo de animal eres. Un ritual.

Al margen de exactitudes históricas, Motörhead fue su cantera de canciones con un ritmo productivo altísimo cuyos últimos veinte años fueron dorados, volviendo a ser un trío como en su origen, pues era en el músculo a tres donde residía el encanto de Motörhead. Queda mucho que rascar en sus últimos diez discos, si es que ya se han gastado los clásicos. Podemos seguir perpetuado el ritual, aunque el shaman, chulo y guerrero ya no esté.

Siempre se le echará de menos. Descanse en paz.


http://www.efeeme.com/adios-lemmy%E2%80%A8%E2%80%A8/


Tribute to Lemmy Kilmister (1945-2015)




viernes, 18 de diciembre de 2015

Luis Alberto Spinetta / Los Amigo




La felicidad de reencontrarse con Luis

La esperada edición de Los Amigo, el disco inédito de Luis Alberto Spinetta

El material registrado de manera relajada por Spinetta, Rodolfo García y Daniel Ferrón al fin llega al disco: con un sonido jazzero que recuerda a Invisible y Banda Spinetta, Los Amigo presenta canciones que masajean el oído, el alma y el corazón.


Miércoles, 25 de Noviembre de 2015

Por Eduardo Fabregat

De pronto la voz, esa voz, aparece en los parlantes, y pone la piel de gallina: “Oye, pídele al viento que cante la canción del lugar / Con la esperanza de tu amor así / Descálzate en la luz, ya / Ya es el único día / Y ayúdame a volar de aquí / Que un ala se partió / Y debe repararse el daño / Y habrá promesas de fe / Y has de olvidar el quebranto”. Es el reencuentro con la voz y la guitarra de Luis Alberto Spinetta, y no hay muralla emocional que pueda frenar la catarata de sensaciones. Ayer, en el teatro Sony, se presentó Los Amigo, el disco con canciones registradas en La Diosa Salvaje por Luis, Rodolfo García en batería y Daniel Ferrón en bajo, grabado en sólo dos sesiones en marzo de 2011 y atesorado hasta mañana, cuando vea la luz en la Noche de las Disquerías. Un álbum que no fue pensado como tal, pero que tiene una cohesión y un sentido interno que convierten al proceso de producción en un mero detalle.

“Canción del lugar” es, entonces, una de las ocho estaciones del viaje al último Spinetta, en un proyecto relajado y sin compromiso que nació, según contaron García y Ferrón, de la simple búsqueda de tocar sin objetivos a la vista, juntarse a tocar por el placer nomás. Dante, Catarina, Valentino y Vera Spinetta participaron activamente del proyecto, al cual se sumaron los teclados del Mono Fontana y Claudio Cardone y un par de participaciones de la Orquesta Kashmir, con arreglos del mismo Cardone. La magia de Mariano López en la consola hizo el resto: Los Amigo (nombre sugerido por Aníbal “La Vieja” Barrios, histórico asistente y stage manager de Luis, cuando el original Los Titos quedó descartado por la existencia de otro grupo con ese nombre) vienen a reclamar su justo lugar en la discografía del Flaco.

La asociación es inevitable: desde el mismo comienzo de “Apenas floto”, el track de apertura del disco, la oreja viaja a las tonalidades y el ambiente sonoro de Invisible y la Banda Spinetta, con Luis al comando de una guitarra limpia y de impronta jazzera (una Gibson Les Paul 1962 suministrada por Ricardo Mollo), bien sostenida por un soberbio trabajo de base de García y Ferrón. “Ya no pretendo que me digas adiós / Ya que es muy tarde / y es así como la vida viene y va”, cierra el Flaco, y se lo escucha comentar “Bastante feliz, ¿eh?”, y no hay tiempo de procesar semejantes palabras porque ya suena “Iris”, el tema dedicado a Ana Spinetta que oficiará como single de difusión, y cuenta con una versión de grupo y otra de Spinetta solo con guitarra y orquesta. Una canción deliciosa, que se instala de inmediato en la conciencia, donde queda resonando la frase “Te pido, Iris, ten piedad de mí”, con una cadencia de alto contagio: una excelente carta de presentación para masajear corazones spinetteanos.

Lo que sigue es el primer instrumental, y otro de los picos altos del disco cuya portada fue dibujada de manera digital por el propio Luis. En la conferencia de prensa de ayer, García habló de los fotógrafos que se ofrecían puerta a puerta para sacar esas típicas fotos de bebés de los años idos, que ponían en una sola serie varias poses del rostro del niño. Con esa imagen nació “El cabecitero”, que combina los relajados tempos de Invisible con arranques a lo Santana, y que sirve como enésima demostración de las cualidades de Luis como guitarrista. Algo similar se percibe en otro instrumental, “El gaitero”, con un indescifrable ritmo irregular que deja flotando un relajado leitmotiv circular: en esos sonidos puede percibirse lo que los músicos y familiares de Luis pusieron en palabras, la simple felicidad de un tipo tocando entre amigos, sin más objetivo –y nada menos– que honrar el acto de conjurar a la música.

Los arranques más rockeros, en tanto, llegan en dos temas cantados: “Bagualerita”, originalmente compuesto en honor a Leda Valladares, presenta el sonido de viola más distorsionado de todo el álbum, mientras Spinetta canta sobre el “árbol, cruz sin brazos de hombre” y las murallas que se van quebrando “roca por roca”. “Canción del lugar” es, si se quiere, el apunte más cercano a discos como Pan y Un mañana. Con Cardone en los teclados, la canción recorre esa reconocible y personalísima armonía spinetteana, antes de caer en una coda puntuada por un riff alla Socios del Desierto que pone otra cumbre en el paquete de canciones. Lo último que se escucha es un track oculto, “Río como loco” con espíritu de zapada y el aporte de Valentino en piano Rhodes, y con una historia que ayuda a entender también el espíritu de este disco: según contaron en la charla que siguió a la escucha del disco, a la hora de cerrar el track los Spinetta estaban pensando en una melodía posible para una guitarra... y de pronto descubrieron una pista de voz con Luis tarareando las mismas notas. En esa charla hubo algunas otras referencias a esa suerte de guía que brindó el Flaco desde las mismas cintas de ese marzo 2011. Dante habló de su asombrada satisfacción al abrir pistas perfectamente terminadas en una sola toma; Ferrón y García aludieron a un tema en el que, una vez terminada la toma, se escuchaba a Luis decir “listo, esto queda así, incluido”. Los compañeros del Flaco en la aventura destacaron una y otra vez que la misma ausencia de objetivos formales contribuyó a la frescura del proyecto, con canciones terminadas en una toma y sin sobregrabaciones. Ante la pregunta de cuán difícil –o no– había sido para la familia internarse en este material, Catarina abundó: “Tuvimos que esperar un tiempo lógico, un tiempo interno de cada uno. Para nosotros es un momento fuerte de unión, y teníamos que hacerlo... por ahí nos costó pero llegó un momento en el que dijimos ‘tenemos que meternos en el estudio a escuchar la música de papá’, y fue fuerte encontrarse con todo esto. Pero lo hicimos en el momento en que tenía que ser. Por supuesto que sentimos que nos acompaña, que nos guía, y la manera en que fluyó el trabajo fue porque él ha estado acompañándonos. Sin dudas”.

De eso se trata: aunque la ausencia física siga siendo una espina en el alma, la sorpresa de un disco nuevo se realza con la comprobación de que no se trata de un rejunte de descartes o un capricho traído de los pelos. “Tal vez en la distancia atroz ya no pueda regresar”, canta él mismo en “Iris”. Pero estas canciones seguirán generando el milagro de que Luis Alberto Spinetta, autor de tantas páginas gloriosas del rock argentino, siga siendo puro presente.


http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/7-37307-2015-11-25.html


Luis Alberto Spinetta / Los Amigo (2015)


sábado, 12 de diciembre de 2015

Frank Sinatra / 100th Birthday Commemoration


1915-2015: Centenario de Frank Sinatra


Cuando llueve en nuestro corazón

¿Qué voy a contar de Sinatra que no hayan descrito sus múltiples biógrafos?. Lo que conecta con mis sensaciones más perdurables.

Carlos Boyero 11 Dic. 2015 - 20:07 ART

Cualquiera medianamente enterado sabe que el mundo del siglo XX, sus descubrimientos mas trascendentes, el cambio sobre verdades que parecían inalterables, los misterios del subconsciente, la eterna historia del mundo entre poderosos y débiles y la revolución contra ideas fijas mediante la teoría de la relatividad los protagonizaron tres hombres de raza judía (no puede ser casual, es el pueblo elegido por la inteligencia y la capacidad de supervivencia, y quiero imaginar que nadie sería más crítico que ellos, que estas mentes geniales, con las impunes barbaridades del sionismo) llamados Freud, Marx y Einstein. Y habrá diferentes criterios sobre quienes alimentaron el alma de tanta gente, pero resulta diáfano que un tal Picasso, literatos asombrosos que exigirían una lista excesiva para una crónica de periódico, pioneros de esa cosa maravillosa llamada cine como Keaton y Chaplin, o músicos que expresaban multitud de sentimientos compartidos con sus composiciones o con esos milagros que pueden crear unas voces, hicieron un poco más soportable o ilusionante el siglo del horror, el de las dos guerras mundiales más devastadoras que testifica la historia del universo.

Hablemos de cantantes. De esa gente capaz de transmitir las fibras más íntimas del receptor, cada uno de su padre y de su madre, por múltiples y diferentes motivos. ¿O son siempre los mismos, afectan de igual forma a un esquimal y una genuina y cultivada criatura de Oxford o de Harvard? En primer lugar habría que investigar si los esquimales tienen acceso el tocadiscos, la radio, los múltiples contactos de Internet. Pero estoy seguro de que si escucharan la voz de unas damas llamadas Edith Piaf y Billie Holiday o de unos tipos apellidados Morrison y Sinatra a lo mejor explicaban su tristeza, su alegría, sus anhelos de amor, su melancolía, su acuerdo con la vida, su desacuerdo, las emociones al límite expresadas con inconfundible belleza.

Y hablemos de esos poetas que primero escriben lo que sienten, imaginan o simulan, ajustan cuentas con los hallazgos, deseos, abandonos, tormentas, epifanías (odio este término desde que los farsantes modernos o posmodernos se han apoderado de él) que les ha deparado su problemática existencia, hablan de sus sensaciones más profundas, de sus conquistas y sus pérdidas, del anverso y el reverso de su espíritu. Lo escriben en su intimidad y lo cantan para ese público tan agradecido y cómplice. Me refiero a varios de los grandes poetas del siglo XX: Brassens, Ferré, Brel, Vinicius de Moraes, Cohen, Dylan, Waits, Conte, Dalla, Jiménez, Jobim, Veloso, Buarque, Battiato, Sabina, Serrat y otros que imperdonablemente olvido. Escribían lo que pensaban y sentían (nunca se sabe en qué estado etílico, sobrio o de droga dura) y lo vomitaban en un escenario o en un estudio de grabación.

Aseguran que Sinatra cumpliría hoy cien años. ¿Y qué voy a contar de él que no hayan descrito sus múltiples biógrafos? Solo lo que conecta con mis sensaciones más perdurables. O sea, que aunque no hubiera escrito ninguna de sus canciones, es tan genial que las hace suyas, que marcan la personalidad de un hombre que según su mentiroso testimonio no vendía voz sino estilo (el estilo es grandioso, pero es fraseo, esa voz de seda puede transmitir todos los estados de ánimo), que era un gánster y un político que podían ser tenebrosos pero que fumaba, bebía y vestía como los dioses (con permiso de Bogart y de Mitchum), con un tono que te arrullaba, exaltaba, hacía soñar, lamía tus heridas, seducía, consolaba, emocionaba, enamoraba.

Y nadie ha narrado mejor que él lo que ocurre cuando finalmente llueve en tu corazón, ni lo que puede pasar entre desesperados y extraños que se conocen en la noche, ni en los sueños rotos que cobran especial importancia en setiembre, ni en la arrogancia cuando el final está cercano de haber hecho las cosas a tu manera, ni de que muchas veces las cosas que más te afectan se joden por una tontería (es más complicado, no es verdad), ni de que encontrarás tu lugar en el sol en la feroz y siempre viva Nueva York, ni de tantas emociones que habitan en nuestra sensibilidad, ni de la necesidad de amar y ser amado, aunque estés de regreso de todas las felices o torturadas vueltas. Y brindo por usted, el mago, la seducción, la profesionalidad, el sentimiento, la amargura, la ilusión.


http://cultura.elpais.com/cultura/2015/12/11/actualidad/1449862887_162406.html


Frank Sinatra - It Was a Very Good Year (1965 TV Live Show) 


miércoles, 18 de noviembre de 2015

Jonah Lomu / One Of The Greatest All Blacks Legend




Jonah Lomu: Leyenda de los All Blacks


El wing de los All Blacks luchaba contra una enfermedad renal hace más de 10 años. murió a los 40 años.

Scrum.com

Buenos Aires -- Después de luchar más de 10 años contra una enfermedad renal, Jonah Lomu murió inesperadamente por un paro cardiaco en Auckland, luego de haber estado muy activo en el último Mundial de Inglaterra y haber llegado a Nueva Zelanda este pasado lunes. "Nadie esperaba esto", dijo John Mayhew, médico de los All Blacks, tras la noticia.

El gigante, de 40 años, fue una leyenda del rugby y uno de los mejores de la historia. Con su seleccionado jugó los Mundiales de 1995 y 1999, y todavía mantiene el récord de máximo anotador de tries en Copas con 15, que ahora comparte con el sudafricano Bryan Habana. Además, continúa como el que más marcó en una con ocho (1999), junto con Habana (2007) y Savea (2015).

Lomu anotó 37 tries para Nueva Zelanda en 63 tests. Su último partido con los hombres de negro fue el 23 de noviembre de 2002 contra Gales, y luego se le detectó una enfermedad -síndrome nefrótico- que lo alejó del rugby. Pese a un intento por volver al máximo nivel en 2005 y 2006, cuando firmó con North Harbour y después Cardiff Blues, nunca fue lo mismo tras su trasplante de riñón para un jugador que maravilló al mundo por su potencia y velocidad. Su última vez como jugador de rugby fue en 2009, en el Marseille Vitrols, de la tercera de Francia, y disputó algunos partidos.

Durante el Mundial de Nueva Zelanda 2011, Lomu ya había estado muy grave. Estuvo más de dos semanas internado en el Auckland Health Board. Luchó y volvió a vivir con normalidad. Antes había sido clave para el ingreso del rugby a los Juegos Olímpicos a partir de Río 2016, junto con Agustín Pichot, tras su ausencia desde 1924.

En Inglaterra, apenas semanas atrás, estuvo presente con toda su alegría. Pero inesperadamente, a sus 40 años, murió, aunque dejó un recuerdo imborrable en el rugby. Por lo que hizo dentro de una cancha y también por lo que significó fuera de ella.


http://www.espn.com.ar/rugby/nota/_/id/2529989/la-leyenda-jonah-lomu-murio-a-los-40-anos


In memory and tribute to All Blacks New Zealand icon Jonah Lomu (SKY Sport NZ)



sábado, 10 de octubre de 2015

Tato Pavlovsky / Nombre Esencial y Figura Emblemática de la Cultura Argentina




Eduardo “Tato” Pavlovsky (1933-2015): ética, política y estética del teatro.

Notas sobre la obra y trayectoria artística, política y cultural de Eduardo “Tato” Pavlovsky.

Sábado 10 de octubre de 2015
Por Demian Paredes

El pasado 4 de octubre falleció Eduardo “Tato” Pavlovsky, a los 81 años. La singularidad de su enorme y extensa obra (teatral, psicoanalítica, periodística, política) radica en el profundo compromiso que tuvo (y mantuvo) a lo largo de su vida con su práctica, y ante las diversas (y generalmente disímiles, antagónicas, cambiantes, neuróticas) facetas o “caras” del ser humano, en distintas situaciones concretas –lo que él denominaba lo social histórico–. Su mente, su espíritu y su cuerpo sostuvieron una ética, una política y una estética que son de una riqueza invalorable.

Aquí tenderemos, apenas, y un tanto esquemáticamente –ya que las distintas “disciplinas” se imbrican, interactúan y se influencian en distintos grados–, algunos hilos alrededor de tres núcleos que pueden ser considerados fundamentales en la vida y obra de “Tato” Pavlovsky: el teatro, el psicodrama, y el trabajo intelectual: crítico y periodístico.

1.
El teatro de Pavlovsky fue visceral, crudo, impiadoso; también “de resistencia” y esperanzado: hay un tratamiento de la lucha, de la injusticia y del deseo de felicidad. Como relató numerosas veces, su acercamiento al teatro provino de cuando presenció Esperando a Godot, de Samuel Beckett, aquella obra que ponía en escena la “absurdidad” de la existencia por medio de sus grotescos personajes. Un gran impacto (ante el vacío metafísico, ante la angustia existencial beckettiana) que lo llevó a la actuación y la dramaturgia.

Ionesco, Pinter, Stanislavski y Meyerhold: grandes autores que fueron parte de sus influencias y linaje teatral. De sus primeras obras “de vanguardia”, en la década de 1960 (recuperadas en el tomo VII del Teatro completo de Pavlovsky, gracias a la fundamental labor del escritor, docente e investigador Jorge Dubatti) –un teatro “de búsqueda”, de “nuestros cotidianos estados de ánimo”, de “nuestras eternas preguntas incontestables”, como explicaba Pavlovsky en 1967– pasó luego a ocuparse de un aspecto particular de la subjetividad humana en sus obras, la represión: cómo existe, se mantiene y manifiesta, desde un “cotidiano”, la mentalidad y el accionar represivos. Tema: el genocidio. Objetivo: desnudar (recorrer, mostrar, expresar desde el arte dramático) la complicidad de sectores de la sociedad civil con los poderes establecidos (político-militar: estatal). Allí están obras como Potestad. Y, por otra parte, obras como El señor Laforgue y El señor Galíndez encarnaron y mostraron el accionar y la subjetividad del represor, y los mecanismos “institucionales” que los hacen posibles.

Con Variaciones Meyerhold, obra re-hecha en cada puesta en escena, se dio carnadura a quien fuera víctima –junto a su mujer– del terror estalinista, figura clave del teatro soviético. Y con La muerte de Marguerite Duras, dirigida por Daniel Veronese, Pavlovsky volvió a sorprender.

Otro tema que tocó de cerca fue la niñez –ahí está Telarañas–, la familia y la hipocresía (de clase media, pequeñoburguesa), “aggiornando” la temática al presente (reacción política, económica y cultural neoliberal mediante). Los niños desnutridos, que nacían en pleno siglo XXI en los hospitales públicos y se morían en la provincia de Tucumán –y que fueron (triste) noticia– se transformó en Sólo brumas; y el tráfico de drogas y personas, la criminalidad y el incesto, fueron trabajados en su última obra –donde la ebullición de la multiplicidad dramática, los cambios de estados e intensidades, la metamorfosis es permanente y se mantiene constante–; una obra que se mantuvo en cartel (actuando también, junto a su compañera Susy Evans, Paula Marrón y Eduardo Misch) hasta hace muy pocos meses: Asuntos pendientes –ya publicada en libro–. Entre sus últimos proyectos, como comentó varias veces los últimos años, estaba el hacer una obra referida a Stalin, junto a uno de sus grandes amigos, Norman Briski.

Dramaturgo y actor, Pavlovsky no sólo encarnó muchos personajes de sus obras en el escenario, sino que también participó en películas –varias, basadas en sus mismas obras teatrales–. Reconocido internacionalmente, sus obras se representaron en América Latina, Estados Unidos y Europa. Recibió, merecidamente, decenas de premios, estudios y puestas en escena de sus obras.


2.
En el terreno del psicoanálisis, Pavlovsky fue un pionero: introductor de la técnica del psicodrama (y promotor de la terapia grupal), también fue firmante del Grupo Plataforma en los ‘70 (rompiendo con la institucionalizada APA, Asociación Psicoanalítica de la Argentina); expandió el campo de análisis, profundizando la cuestión acerca de los males y sufrimientos del individuo en contextos más amplios, conectándolo con la historia, con las luchas sociales y políticas de la época.


Corría el año 1971, y el comunicado que firmó Pavlovsky –junto a Marie Langer, Armando Bauleo, Emilio Rodrigué y Juan Carlos Volvonich, entre otros y otras– estaba dirigido “A los trabajadores de la salud mental” y anunciaba su separación de la Asociación Psicoanalítica Internacional –y su sede local–, y el ingreso al movimiento Plataforma Internacional. Reivindicando a Freud y al psicoanálisis, se planteaba la necesidad de aprovechar la “contribución de otras ciencias”: “Nuestra disciplina provee el conocimiento de las determinaciones inconscientes que regulan la vida de los hombres, pero la misma, como conjunto de prácticas sociales articuladas, está regida también por otros órdenes determinantes: fundamentalmente el sistema de producción económica y la estructura política”. “Nos pronunciamos” seguía diciendo el comunicado, “comprometiéndonos con todos los sectores combativos de la población que, en el proceso de liberación nacional, luchan por el advenimiento de una patria socialista”. Y finalizaba pronunciándose por “una ciencia comprometida con las múltiples realidades que pretende estudiar y transformar”. Como explicó Emilio Rodrigué, en un reportaje en 2001, Plataforma surgió “En el borde del Congreso Psicoanalítico Internacional de Roma, en 1968, cuando aún soplaban los vientos del mayo francés. […] Soñar era posible en esos años. Se respiraba la consigna ‘liberación social e individual’ y queríamos poner el psicoanálisis al rojo vivo” (citas extraídas de Darío Canton, Los años en el Di Tella (1963-1971), Tomo II de De la misma llama, Bs. As., Libros del Zorzal, 2005, pp. 397-401 y 433).

Volviendo al primer señalamiento, aquel ingreso de “lo teatral” a la función médica renovó las técnicas de análisis y las posibilidades de una mayor exploración, profundización y expresión de los participantes. Entre los muchos libros dedicados a estos temas, muchos de ellos grupales, colectivos, se destacan los que firmó junto a Hernán Kesselman –colega y amigo, también firmante de Plataforma–, con quien trabajó en esta área durante casi 50 años (entre otros, está el libro Estética de la multiplicación, reeditado hace poco tiempo).

Todavía en 1990, “Tato” Pavlovsky participaba, en La Habana, Cuba, de un “Tercer Encuentro Latinoamericano de Psicología Marxista y Psicoanálisis”. Según el mismo Kesselman, con Pavlovsky hemos perdido a “uno de los últimos representantes de los 70”.

3.
Respecto a la dimensión política, ideológica y periodística, “Tato” Pavlovsky se destacó como un agudo analista de la realidad argentina, latinoamericana e internacional. Una cantidad importante de artículos sobre teatro, psicoanálisis y política (especialmente los publicados en Página/12, en contratapa, en suplementos y secciones –prácticamente desde el nacimiento del diario hasta el presente–, además de otros diarios, revistas y publicaciones) se encuentra en Micropolítica de la resistencia, compilado y editado por Jorge Dubatti. Allí Pavlovsky vuelve a autores y temas clásicos, como Wilhelm Reich, Hannah Arendt y el genocidio nazi, buscando conectarlos con la última dictadura argentina, empleando algunas categorías (“posmodernas”) de Deleuze y Guattari (por izquierda: sin adoptar ningún supuesto “fin de la historia”, ni la exclusividad o preferencia de “lo micro” por sobre “lo macro”), y desarrolla un análisis de los acontecimientos tras la vuelta al régimen democrático pos 1983: la hiperinflación y los saqueos de supermercados, la llegada del menemismo (con su obscena y desembozada corrupción) y la ideología y modalidades reaccionarias de los medios masivos de comunicación y de cierto periodismo (por ejemplo la TV escudriñando ante los casos de Olmedo y Monzón); analiza el “Santiagazo” y las demás puebladas que se fueron sucediendo en las provincias del norte y sur del país, centrando su preocupación, fundamentalmente, en cómo las “maquinarias de guerra” del Estado se complementaban con una cultura y modos que imponían al sujeto contemporáneo una mentalidad “voyeurista”, de mirar pasivo (y acrítico), cómplice y aceptador del poder y el statu quo, de lo ya establecido. (En “Estéticas”, publicado en Página/12 el 28 de mayo de 1997, Pavlovsky escribía entusiasmado: “Nuevas éticas del cuerpo social en movimiento recorren nuestro país, creando nuevos y singulares territorios existenciales de lucha. Nuevas micropolíticas de las resistencias, producción de nuevas subjetividades que por contagio recorren el país. La belleza de las voces de Cutral-Có propagándose a Tartagal. ¿No son acaso bellas las imágenes de los fogoneros? También hubo belleza en las velocidades del Santiagazo. […] Ahora esperan Chubut y Jujuy. Ya nadie habla de organizaciones subversivas. Es voz de pueblo levantada e insurrecta que clama justicia”.) Pavlovsky alertó y denunció muy tempranamente los peligros de una “cultura” contemporánea donde esta es parte de un entramado subjetivo-social funcional a las represiones de los estallidos y luchas sociales. Para él, la “macropolítica” tenía como “gran desafío” “nutrirse de la visión de la micropolítica para combatir el fascismo […] que se transmite molecularmente, cuerpo a cuerpo, célula a célula a través de la sociedad y de sus microorganizaciones” (“La trama del fascismo”, artículo a propósito del triunfo electoral de Bussi en Tucumán). Y recordar el pasado, sí, pero para desarrollar, en el presente, una política que denuncie las futuras represiones ante nuevos momentos de lucha.

Como se dijo, el libro mencionado recupera discusiones sobre teatro: sobre sus mismas obras y las polémicas que generó (por ejemplo con Potestad, donde explicaba, en un artículo de 1988, que debía “como ‘actor’” “identificarse” con los sentimientos de los ladrones de niños durante la dictadura: sólo así podría manifestarse “la ambigüedad patológica de este tipo de personajes. Porque es la ambigüedad del represor lo que me interesa”, dijo), así como también las grandes figuras que admiró, ya mencionadas al comienzo de esta nota. Pavlovsky podía ocuparse de escribir sobre las experiencias del Che Guevara, casi de inmediato sobre una puesta teatral en algún festival de Europa, y luego sobre la situación política de Brasil o Perú, o defender de los ataques del gobierno al entonces diputado (trotskista) Luis Zamora, en 1990. ¡Dio incluso una discusión sobre fútbol e “hinchadas” a Umberto Eco!

Así, el teatro, la estética y el psicoanálisis fueron parte de la ética y de la política. Socialista, Pavlovsky militó en el trotskismo: en el PST, y durante un tiempo en el MAS. Luego, para el 90 aniversario de la Revolución Rusa, puso su voz a la película de Contraimagen Ellos se atrevieron. Y, los últimos años, aun sin dejar de oponerse al sistema y a todo los males que genera, simpatizó con el extinto Hugo Chávez, y mantuvo, junto a una amistad, su apoyo político a Pino Solanas. El poner el cuerpo a todo lo que hacía, su compromiso y crítica permanentes lo hizo blanco de la Triple A; lo obligó a exiliarse durante la dictadura, y a participar luego de la experiencia de Teatro Abierto, contra la misma.


Se fue un gran artista e intelectual, que deja una vastísima obra. Tal como le hacía decir a un personaje alter ego “resistente”, el Cardenal, en su obra Rojos globos rojos (1994/1996), “No podemos dejar de actuar […], porque si dejamos de actuar tenemos miedo de morirnos en el vacío. […] preferimos morir en este encierro de no poder dejar de actuar nunca, porque acá y sólo acá, Cholo, podemos soñar la libertad”.

Eduardo “Tato” Pavlovsky: un artista de vanguardia, un intelectual crítico, de izquierda, que desarrolló su teatro unido a los acontecimientos vitales de cada época histórica. Un soñador y un luchador de la libertad.


http://www.laizquierdadiario.com/Eduardo-Tato-Pavlovsky-1933-2015-etica-politica-y-estetica-del-teatro



Eduardo "Tato" Pavlovsky - Variaciones Meyerhold


Temporada: 2006
Autoría: Eduardo Pavlovsky
Producción: Eduardo "Tato" Pavlovsky
Ficha artística: Autoría: Eduardo Pavlovsky. Dirección escénica, musical y música original: Martín Pavlovsky. Vestuario: María Claudia Curetti. Iluminación: Leandra Rodríguez. Intérpretes: Eduardo Pavlovsky, Susana Evans y Eduardo Misch. Estreno en España: 26 de octubre de 2006 en el Teatro Pradillo de Madrid, dentro del Festival de Otoño


lunes, 24 de agosto de 2015

Banksy / Welcome to Dismaland




Banksy inaugura 'Dismaland': Un parque para "anarquistas principiantes"

La instalación, levantada en el oeste de Inglaterra, es una versión satírica de Disneyland.

EFE / LONDRES
VIERNES, 21 DE AGOSTO DEL 2015 - 12.56 H

El cotizado artista urbano británico Banksy ha anunciado la apertura de "Dismaland", un "parque temático familiar para anarquistas principiantes" en Somerset, una zona costera al oeste del Reino Unido.

El grafitero, que mantiene en secreto su verdadera identidad, ha creado en la localidad de Weston-super-Mare, en un recinto abandonado desde hace 15 años, una versión satírica de Disneyland, con varias estructuras de gran tamaño, entre las que hay un castillo similar al de Cenicienta y un estanque lleno de refugiados.

Este es uno de los mayores proyectos del artista hasta la fecha y, como la mayoría de sus obras y actuaciones, se he llevado a cabo con especial secretismo. Hasta esta semana, los residentes en la localidad inglesa pensaban que la construcción del enorme decorado de Banksy, que se cree que tiene unos 36 años, era parte de un rodaje de Hollywood.

Los visitantes, que tendrán que pagar tres libras (4,2 euros) por acceder al parque, podrán pedir en la entrada un crédito para disponer de más dinero de bolsillo con una tasa de interés del 5.000 %.

"Es una exposición de arte y entretenimiento para anarquistas principiantes", ha afirmado Banksy en un comunicado sobre "Dismaland", que ocupará una superficie de más de 10.000 metros cuadrados.

No es la primera vez que Banksy utiliza este nombre, puesto que hace varios años hizo un grafiti de Mickey Mouse junto a la frase: "Bienvenido a Dismaland. La vida no es siempre un cuento de hadas".

"Llevamos trabajando codo con codo con los organizadores durante muchos meses. Por razones obvias debíamos ser cautos sobre la información que generábamos. De hecho, solo cuatro personas en el ayuntamiento sabíamos lo que se estaba haciendo", ha asegurado Nigel Ashton, responsable de la autoridad municipal de North Somerset.

"Me siento profundamente orgulloso de poder albergar en Somerset esta exposición. Pude verla cuando se estaba montando la pasada semana y tengo que decir que es maravillosa. Entretiene y da mucho que pensar", ha subrayado.

Banksy es un artista urbano mundialmente conocido rodeado de misterio y polémica, del que se conocen pocos datos sobre su biografía, y que debe su popularidad a sus satíricos dibujos que denuncian los problemas de la sociedad actual.

http://www.elperiodico.com/es/noticias/ocio-y-cultura/banksy-inaugura-dismaland-4445835


Banksy - Opens Dismaland  'Bemusement Park' in Weston-super-Mare- England


sábado, 22 de agosto de 2015

Daniel Rabinovich / Aprender A Jugar Sin Daniel




Daniel Rabinovich, componente de Les Luthiers


Miembro del grupo de humor argentino, ha fallecido tras una enfermedad a los 71 años.


ÁLEX GRIJELMO 21 AGO 2015 - 18:50 CEST


Daniel Rabinovich ha muerto este viernes, y por eso el mundo es hoy mucho menos alegre. Llevaba algunos meses postrado por una enfermedad cardiaca, y sus compañeros de Les Luthiers ya habían previsto hacer sin él su nueva gira por España, en octubre; pero nadie esperaba un final tan abrupto. Tenía 71 años y había nacido en Buenos Aires.

Notario de formación (escribano, en el español de Argentina) y percusionista y bolerista de afición, no había concebido su vida de otra forma que como miembro de Les Luthiers, el grupo de humor musical (o de música humorística) más querido en todo el ámbito del idioma español.

Sus monólogos disparatados y llenos de juegos de palabras quedarán guardados para siempre en las vitrinas de lo mejor del arte escénico, y también sus gestos de histriónica elegancia o sus canciones melodiosas de formalidad irreprochable y de letras hilarantes.

Para quienes le conocieron fuera del escenario, Daniel Rabinovich será sobre todo el ejemplo de la amistad pura. Alguien que lo daba todo sin esperar nada, que escuchaba sin juzgar y que siempre tenía una alegría para cualquier tristeza. Alguien capaz de telefonear al minuto de concluir la semifinal Madrid-Juventus para compartir la derrota con otro merengón como él y confiar vivamente en la próxima temporada. Aunque ya estuviera enfermo de preocupar.

Hoy llorarán su muerte algunos amigos de su alma como Joan Manuel Serrat, Jorge Valdano, Quino, el periodista colombiano Daniel Samper, el psiquiatra argentino Enrique Moreno... y sus respectivas parejas, pues Rabinovich no se asemejaba en nada a esas personas que aíslan al amigo para hacer un aparte, sino de las que se integran con naturalidad en su entorno. Y, por supuesto, los demás muchachos de Les Luthiers: Jorge Maronna, Marcos Mundstock, Carlos López Puccio y Carlos Núñez Cortés.

Y, claro, Susi, su compañera de la vida, abogada laboralista, su eterna Susi, la madre de sus dos  hijos, y su amiga de todos los caminos.

Seguro que Daniel (Neneco para los amigos) no desearía hoy recuerdos tristes. Así qué ahí van dos anécdotas, surgidas ambas en torno a unas sabrosas viandas:

La conversación versa sobre el amigo común Daniel Samper, que recibe generosos elogios por su nobleza y buen humor. La camarera pasa junto a los comensales con un ligero bamboleo de caderas. Uno de ellos dice admirado: "Qué buen tipo". Y Rabinovich contesta: "Sí, qué buen tipo este Daniel".

Marcos Mundstock acaba de visitar el Museo Reina Sofía, y se produce este diálogo:

Mundstock: Hemos comprado muchas cosas en el museo: unos paraguas, postales, llaveros...

Rabinovich: ¿Y no vieron unos cuadros?

Mundstock: Sí, pero eran carísimos.

Es de esperar que Les Luthiers sigan esa senda del humor aún mucho tiempo. En todas sus giras cuentan con dos suplentes, Tato Turano y Martín O'Connor, que garantizan el espectáculo en caso de enfermedad de alguno de los integrantes del grupo. Esta vez no se trata de un simple contratiempo, pero ya se repusieron en 1973 a la muerte de Gerardo Masana a los 36 años. Ahora cumplen medio siglo en escena. Y Daniel seguirá siempre con ellos.





Daniel Rabinovich  (1943 - 2015) Homenaje a su Memoria 



jueves, 20 de agosto de 2015

Indio Solari y Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado / La Película (Porco Rex 2008)




Cómo es la película del Indio Solari

El documental sobre la presentación de Porco Rex en 2008


19.08.2015 | 15:07

Por Javier Sinay

"El mismo, cuando se vio por primera vez, se sorprendió", dice Julio Sáez, antiguo amigo y vocero de Solari, sobre Indio y los fundamentalistas del aire acondicionado: La película, que esta noche se estrena en el Luna Park. "Se ve el movimiento de las manos, las cejas y la boca, todo en primer plano."

El documental -que ya agotó 30 mil tickets para las funciones de hoy, mañana y del 1 de septiembre en el Luna, y también se verá el día 25 y el 27, en San Juan, además de unas 250 salas de cine del interior del país- registra el show con el que Solari presentó en La Plata su disco Porco Rex en 2008, dura 110 minutos e incluye 26 canciones mezcladas en los estudios Abbey Road de Londres.

Martín Carrizo, ex baterista de Gustavo Cerati y de A.N.I.M.A.L, y técnico en los últimos tres discos del Indio Solari, hizo parte del trabajo de mezcla: "Mientras mezclaba este show en Abbey Road, recordaba todo lo que me fue pidiendo el Indio en las producciones anteriores, y partiendo de esa base se hizo más simple", dice. "Cuando dudaba en algo enseguida me venía a la mente sus hojas escritas pidiendo refuerzos de frecuencias y definiciones en las bases, con términos técnicos muy, muy precisos. Entonces rápidamente todo se ponía en su lugar."

El Indio es el director de la película. "Nadie decide nada por él", dice Sáez. "Siempre la última palabra es de él. Esta carrera es del Indio. Si lo sacás del medio, todo esto es una nube de nada. ¿Quién mejor como cuidador de su legado, que él mismo?"

El resultado final es un registro desnudo, sin diálogos ni escenas de backstage. "El comienzo es la mejor parte porque es como el de todos los shows del Indio", dice Sáez, "y el final, con 'Jijiji'. Y también los temas de la carrera solista del Indio. En esta película el Indio ha logrado transmitir todo lo que él siente."


http://www.rollingstone.com.ar/1820457-como-es-la-pelicula-del-indio-solari


Indio Solari y Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado - 
Bebamos de las Copas Lindas 
La Película - Adelanto Vorterix 2015




lunes, 10 de agosto de 2015

Personal Rugby Championship 2015 / South Africa´s Springboks 25 - Argentina´s Pumas 37





Los Pumas escribieron la página más gloriosa de la historia


Sábado 08 de agosto de 2015 | 23:57

Por Jorge Búsico - Para canchallena.com

Hay en la historia de los Pumas , que es una historia de emociones, como lo es el rugby mismo, un cuadro de honor de victorias en el cual es muy difícil -y también injusto- determinar cuál fue la más importante de todas. Ahí están, inmaculados, los triunfos ante los Junior Springboks en 1965, con Francia en el partido inaugural del Mundial 2007, frente a los Wallabies de visitantes en 1983, ante Inglaterra en Twickenham en 2005, con Francia en 1985 o el del Mundial 99 con Irlanda. Lo que sí puede asegurarse es que ayer en Durban ocurrieron tantas emociones que, todas juntas, terminaron de escribir la página más gloriosa del seleccionado argentino.

Alcanza el dato concreto de la primera victoria de la historia ante los Springboks para magnificar lo que ocurrió en el Kings Park. También lo que brindó el juego, con una actuación monumental del equipo y de todos los que entraron. O lo estadístico, que indica que por primera vez los argentinos no terminan últimos en el Rugby Championship, dejándolos en ese lugar nada menos que a los sudafricanos. Pero lo que pasó ayer tuvo un toque de emoción producto de un factor único: la presencia de los Pumas del 65, los que iniciaron la leyenda allí mismo, en Sudáfrica, 50 años atrás.

Toda esa conjunción de la historia que arrancó en la cena del jueves, que siguió el viernes en la visita al estadio y que hizo retumbar el vestuario antes de salir al césped con el famoso "Yo te daré una cosa que empieza con P.", tuvo un pico máximo de emoción a la hora de los himnos. Pumas del 65 y del 2015, unos enfrente de otros, mirándose a los ojos estallados en lágrimas. Fue el traspaso del legado adentro de la cancha. Como si cada uno del 65 le dijera a cada uno del 2015, "ahora te toca a vos". Con otro agregado maravilloso: la camiseta. El mismo modelo -sin publicidad alguna- de medio siglo atrás. Sin dudas, ayer los Springboks enfrentaron a muchos más de 15 jugadores.

Esa entonación del himno, ejecutado entero y no en la versión acortada que se estrenó en el Mundial 2007, dio las mismas señales que la noche del partido inaugural ante Francia, en el Stade de France. Se presentía que algo histórico iba a ocurrir. La emoción en cada rostro, el pecho inflado. De aquella vez en París, la prensa francesa dijo que los Pumas habían empezado a ganar el test en el himno. Ayer pareció lo mismo.

La idea de llevar a los Pumas del 65 a Sudáfrica nació de la cabeza de Agustín Pichot y requirió de una ardua tarea logística de la UAR, que puso el dinero para tal fin. Se pensó como un homenaje a los 50 años, que, además, coincidía con un partido de los Pumas por el Rugby Championship. Pero una causa justa siempre genera algo mejor. Y ese reconocimiento terminó siendo un factor emocional que contagió a los actuales jugadores para completar la página más gloriosa.

Este encuentro que ocurrió en Durban tuvo esos ribetes emocionales que la historia es capaz de dar. Los dos medio scrum de los Pumas del 65, Adolfo Etchegaray y Luis Gradín, son del CASI y de Belgrano. Los dos actuales, Martín Landajo y Tomás Cubelli, también. Juan Leguizamón y Guido Petti llevaban el legado del SIC de otros dos que estuvieron el día del impacto en el Ellis Park, Arturo Rodríguez Jurado y Roberto Cazenave. Héctor Silva, el capitán que sucedió Aitor Otaño, es de la ciudad de La Plata, al igual que Agustín Creevy, quien hoy lleva ese honor. Y lo más increíble: un solo Puma del 65, José Luis Imhoff, tiene un hijo en este plantel 2015, y ese cachorro, Juan, ayer se despachó con tres tries.

Los Pumas de ahora necesitaban en este momento a Los Pumas del 65. Necesitaban recurrir a la historia después de dos partidos en los cuales les había costado encontrar su juego y la identidad. Pero los necesitaban así, estando al lado de ellos en la cena, en la visita al estadio, en el vestuario antes del partido, enfrente a la hora del himno y en la tribuna recibiendo su aliento. Cualquier equipo la necesita. Los All Blacks tienen su libro negro, en cuyas páginas figuran quiénes fueron los que dejaron la sangre por esa camiseta; donde se dice que debe entregársela en mejores condiciones de las que se la recibió. Guillermo Vilas también decía que no se podía jugar bien al tenis sino se conocía la historia de los que construyeron ese deporte. Cuando se sabe de dónde se viene, es más fácil saber hacia dónde se va.

Los Pumas del 65, ese grupo de hombres que desde hace 50 años se junta el 19 de junio y que son un símbolo de unidad para el rugby argentino, quizá no puedan concurrir a próximos partidos, pero ya dejaron su marca en este plantel. Se notó ayer. El equipo jugó un test extraordinario desde donde se lo mire, y de comienzo a fin. Fue una paliza, desde lo emocional y desde lo táctico.

Como el del 65, el del 2015 marcó tries en cada situación cercana al ingoal; aquella vez fueron 3, esta, 4. Como el del 65, el del 2015 salió del asedio final tackleando a mansalva y llevando a su rival a su campo. Como el del 65, el scrum fue una bandera.

Por todo esto, el triunfo de ayer en Durban es la página más gloriosa del rugby argentino. En el cuadro de honor ahora solo falta ganarles a los All Blacks. Habrá una nueva oportunidad en el debut del Mundial, el 20 de septiembre. Ahora es el momento de que los Pumas vayan por más.


http://canchallena.lanacion.com.ar/1817580-los-pumas-escribieron-la-pagina-mas-gloriosa-de-la-historia


Himno Nacional Argentino - Pumas 1965 & Pumas 2015 - Durban - South Africa (2015)




 Personal Rugby Championship 2015 - Argentina 37-25 South Africa - Highlights



sábado, 1 de agosto de 2015

Los Brujos / Pong!




Los Brujos: Regreso a los 90

Por Sebastián Ramos
Domingo 26 de julio de 2015

El cuarto álbum de Los Brujos, Pong! llega esta semana, veinte años después de su antecesor (Guerra de nervios, 1995), para completar la discografía de una banda que siempre parece ir detrás de imposibles. Esta vez, lograr que el tiempo transcurrido entre uno y otro disco se evapore, no exista. Para tal embrujo, la banda incluso decidió retomar los demos que había abandonado allá por 1998, antes de disolverse en el aire, registrados entonces con la participación de Gabo Manelli en el bajo (el músico y amigo que se destacó compositivamente en Babasónicos y que falleció en 2008).

La espera terminó y Pong! está aquí. Pero antes de poner play habrá que advertir que el trabajo sonoro del álbum hace que el viaje sea más placentero con auriculares, como si la banda hubiera vuelto a insistir en el estudio de grabación con ese plan psicodélico que explora el sonido envolvente y las posibilidades del paneo en estéreo. Nada de parlantitos de PC por favor, al menos por hoy. Así, el arranque con "Beat Hit" marca el regreso de Los Brujos a puro rock, con las guitarras de Gabriel Guerrisi y Fabio Pastrello, hoy detrás de Etna Rocker y Huinka, impulsando a la banda en este arduo desafío musical que decidieron afrontar después de tantos años.

De allí en más, Pong! encuentra su lugar justo ahí donde Los Brujos lo habían dejado, a fines de la década del 90, con la energía y el cóctel molotov de entonces, que mezclaba hard-beat, punk y a go go, aunque, habrá que admitirlo, cambiando riesgo por madurez y locura por precisión. "Buen humor", "Histeria total" y "Hank" más que redoblar la apuesta de "Beat Hit" la consolida en la búsqueda de esa continuidad anunciada. No es tarea sencilla teletransportar al mundo entero veinte años atrás, ni siquiera para un aquelarre como éste. Porque con Pong! Los Brujos no parecen escapar hacia delante sino recrear un espacio sin tiempo en el que ellos mismos se sienten amos y señores.

"Te estás portando como un rolling stone" canta la dupla ahora escondida tras los seudónimos ZPQ y Elle Iluminatti, justo antes de susurrar con aire tenebroso eso de "No soy John, no soy John". Juegos, guiños y códigos para todas y todos en dos canciones en las que las guitarras pelean entre el solo metalero y la urgencia punk. "No, no, yo no soy John, yo no soy John."

"Gagarin" se lleva uno de los puntos más altos del álbum, mientras el instrumental "Pong" recuerda que ellos escuchaban a The Ventures tanto como Quentin Tarantino antes de alcanzar la popularidad con Pulp Fiction. El cierre con el tributo más explícito, el tema bautizado directamente "Gabo", los devuelve a ese juego de rock crudo y mantras sónicos que supo ser su sello. Un retorno a un sonido que Los Brujos se pueden permitir dos décadas después porque en todo ese tiempo nadie ocupó su lugar. Mucho menos si se piensa más allá de los auriculares y se tiene en cuenta la estética que acompaña a este regreso.

Los Brujos volvieron para estar en el mismo lugar, sin la necesidad de sonar nostálgicos. Y si bien las doce canciones de Pong! dejan flotando la deuda de lo que uno podía imaginar un salto al vacío, parte del adn de la banda en los 90 y combustible fundamental en sus inicios, hoy lo reemplazan con madurez y cierto espíritu clásico que los años le han dado. Ojalá haya más brujos por delante. O en el mismo lugar, da igual.

http://www.lanacion.com.ar/1813552-los-brujos-regreso-a-los-90


Los Brujos - Beat Hit - Pong! (2015)




miércoles, 22 de julio de 2015

Argerich & Barenboim w. West-Eastern Divan Orchestra / Teatro Colón Buenos Aires 2015




Un diálogo artístico a dos pianos

El festival, que se desarrollará a partir del viernes, ofrecerá el encuentro entre Daniel Barenboim y Martha Argerich. “Me interesa este triángulo, que incluye a la Orquesta West-Eastern Divan, a Martha Argerich y a mí”, dijo el director y pianista.


Miércoles 22 de Julio de 2015

Por Diego Fischerman

“Me cuesta desprenderme de mi lugar de fan”, había dicho el director del Colón, Darío Lopérfido, al presentar a Martha Argerich y Daniel Barenboim. “Son, además de dos de los grandes músicos de su época, y perdónenme el ataque de patriotismo, los dos argentinos más importantes en el mundo.” Un rato después, Argerich señalaría: “El señor Lopérfido se olvidó del Papa”. El director del teatro, sentado entre ambos, replicó entonces: “El Papa es por supuesto muy importante y si tuviera que elegir tres argentinos lo incluyo; pero si me tengo que quedar con dos, son ustedes”. A lo que Barenboim agregó, casi para sí: “Pobre Messi”. El paso de comedia fue una muestra, en todo caso, del clima distendido de la primera presentación pública en Buenos Aires de los dos músicos, para anunciar el festival que comenzará este viernes en esa sala.

Este pequeño ciclo ideado por Daniel Barenboim se realizó por primera vez en 2014 y, según adelantó Lopérfido, ya están conversando para planificar la edición del año próximo. “Me interesa este triángulo, que incluye a la Orquesta West-Eastern Divan, a Martha Argerich y a mí”, dijo el director y pianista. “Espero todo el año para volver a Buenos Aires. Es una alegría enorme contar con Martha, que va a tocar el segundo concierto de Beethoven con la orquesta (el año pasado había tocado el primero) y que va a hacer conmigo un recital a dos pianos. Y todo esto está vinculado con mis orígenes argentinos. Este es el único país del mundo que yo conozco que no tiene ningún problema en tener identidades múltiples. En la Argentina es absolutamente natural ser un judío argentino, un italiano argentino, un árabe argentino, un inglés argentino. Da lo mismo uno u otro. Y en los años que pasan, y ahora que tenemos la posibilidad de venir más seguido con la orquesta, me doy cuenta de que nunca hubiera podido hacer este proyecto de formar un grupo musical y humano con integrantes de todos los países de Medio Oriente, más Turquía e Irán, que jamás hubiera podido imaginarlo si no hubiera vivido mi niñez en esa libertad de pensamiento y de identidad. Venir aquí es lo menos que puedo hacer para devolverle a la Argentina lo que me dio ya desde mi infancia. Y si bien no vine aquí durante bastante tiempo, por razones diversas, ahora, que vengo más seguido, esta ciudad le otorga sentidos a mi vida que aprecio cada vez más.”

Ambos hablaron del significado de tocar en un teatro como el Colón y de su acústica. Y la manera en que lo hicieron puso de manifiesto tanto sus diferencias y sus particularidades como la exquisita complementariedad que los une. Barenboim, más objetivo, recurrió a una anécdota, cuando el legendario Wlhelm Furtwängler le escribió a un joven Sergiu Celibidache diciéndole: “Tienes que venir a dirigir aquí”. Argerich, más ligada a la experiencia personal –y hasta corporal–, dijo: “La acústica es un milagro, y es una sala en la que uno se siente muy bien. A pesar del tamaño uno siente allí una intimidad. Es muy agradable tocar ahí.” Acerca del festival, Barenboim remarcó el hecho de ofrecer programas interesantes y composiciones actuales. “Siempre tratamos de traer obras nuevas –afirmó– y este año estrenaremos en la Argentina Sur Incises, una de las obras maestras de Pierre Boulez, y quizá la mayor de ellas, escrita para tres pianos, tres arpas y tres percusionistas. Es una composición que desarrolla la sonoridad hasta un punto extremo, porque juega muy claramente con las diferencias de duración y de reverberación; es casi un efecto de música electrónica pero sin ningún elemento electrónico, e incluso los oyentes que sienten que no están preparados para las músicas más actuales la disfrutan.”

Barenboim se refirió específicamente al problema de Medio Oriente y al hecho de que, ya con sesenta años de historia, no ha tenido ninguna solución. “Creo que es el momento de empezar a pensar desde otro ángulo y allí es donde creo que el ejemplo de Argentina, el de la convivencia de identidades múltiples, puede servir. Se lo ha visto siempre como un problema político y no lo es: No se trata de fronteras o del control sobre el petróleo. Se trata de un problema humano. De dos pueblos que están absolutamente convencidos de que tienen derecho a vivir en un muy pequeño territorio. Me parece que ante el fracaso de todas las otras cosas que se han hecho, es un excelente momento para empezar a ver las cosas con otra lente.” Casi en chiste, alguien le preguntó al músico cuándo descansaba. “Es que la música me alimenta, no necesito descansar de ella. Lo que pasa es que a veces se lo explico a mi cuerpo y mi cuerpo no lo entiende. Ahora comenzaré a viajar menos, por eso renuncié a la dirección de La Scala y me dedicaré más a mis proyectos en Berlín, sólo espero no llegar al punto de Mischa Elman. El famoso violinista había empezado a tocar en público a los 5 años y cuando cumplió los 75 festejó al mismo tiempo sus siete décadas de carrera. En una larga entrevista que le hicieron en The New York Times le preguntaron qué cambios sentía entre el momento de su debut y ese presente. ‘Ninguno’, contestó él. ‘En ese momento me decían lo mismo que ahora; que toco muy bien para mi edad’.”


http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/3-36135-2015-07-22.html


Martha Argerich & Daniel Barenboim  
Teatro Colón - Buenos Aires - Argentina (July 2015)



lunes, 18 de mayo de 2015

JAF / 30 Años Después Tributo a Riff




JAF: “Le rindo un homenaje a esa música”


El cantante y guitarrista volvió a grabar –junto a Pablo Santos y Beto Topini– los temas de su único disco con Riff y lo entregará con la entrada de todos sus shows. “Estoy muy orgulloso de haber participado de esa banda, aprendí mucho”, confiesa. JAF regalará una regrabación de Riff VII en su actuación en Vorterix el 30 de Mayo.

Miércoles, 13 de Mayo de 2015

Por Julia González

“Me dijo mi viejo: ‘No es bueno deber’. Entonces, cuando entré a Riff con mi guitarra, que yo me había hecho, que no era de marca, Pappo dijo: ‘Esa guitarra, no. Vitico, vendele la Telecaster al nene’”, cuenta JAF una de las tantas anécdotas que tiene de su paso por Riff, acaso la banda más importante de heavy metal del país. Dice que la guitarra salía 600 dólares y que la pagó en dos veces gracias a los shows de Obras Sanitarias de fines de 1985. Casi treinta años después, el cantante y guitarrista vuelve a grabar aquellas canciones de Riff VII, que incluye las de su autoría, “Elena X” y “Apiádate de él, Señor”, junto a Pablo Santos y Beto Topini, los músicos que lo acompañaron a lo largo de su vida musical. El disco será regalado con cada entrada de los recitales de la gira que comienza el sábado 30 de mayo en Vorterix (Lacroze y Alvarez Thomas).

Bastaron diez meses de la presencia de JAF en Riff para dejar impresa esa marca que le dio a la banda otro matiz. Las armonías vocales que aportó aquel joven guitarrista de envidiable melena fueron la estampa de esa nueva formación con Oscar Moro en la batería. Sin embargo, había cierta tensión que provocó la retirada de JAF en 1986. “No había ninguna duda de que era un asunto de la viola”, dice sin melancolía cuando vuelve en el tiempo. No hay nostalgia ni añoranza en sus palabras, porque JAF encauzó su carrera solista con toda la energía (esta vez sí) puesta en la guitarra, y en 1989 grabó su primer disco, Entrar en vos. “Nunca quise ocupar el lugar de nadie porque hubiera sido inútil mi esfuerzo, no hubiese podido hacerlo, pero no podía desarrollarme como guitarrista”, dice. “En esa época, yo tocaba ‘Yendo a casa (en helicóptero)’, de Alvin Lee, igual y más rápido que Alvin Lee. Cuando el Carpo vio eso, se enfermó la cabeza.”

–¿Por qué vuelve a grabar estas canciones?

–Ya lo tenía en mente pero hubo un disparador, que fue La Trastienda del 28 de agosto del año pasado. Toqué una zapada, una improvisación, con los muchachos, Beto Topini y Pablo Santos, los compañeros con quienes estoy haciendo toda esta sanata, y la gente enfermó. Cuando nos juntamos al final de cada actuación, que me quedo para saludar, me dijeron “¡Eso! Queremos escuchar eso, Riff! ¡Riff VII!”. Porque duró poco. La única formación distinta fueron esos diez meses en los que estuve yo.

–Y Oscar Moro.

–¡Y Moro! Sin embargo, a los ocho meses, cuando Moro se fue porque ya no aguantaba más la postura, la compañía discográfica dijo “pongan otro baterista”, aunque Oscar era un tipo excepcional como persona y como baterista. Muy pocos hubieran podido hacer lo que él hizo de Seru Giran, grupo número uno del momento. Sin embargo, cuando me fui yo, la compañía dijo “no bancamos más, se rescinde el contrato”. Era más importante mi inclusión como vocalista y como compositor que la inclusión de Moro. Así fue a la vista de los tipos de la compañía discográfica. De hecho, se fue Moro y subió Jota Morelli y era lo mismo. El tenía 25, 24 años, un tipo que tocaba ocho horas todos los días, un caballo, potro joven. Después terminó tocando con Al Jarreau, eso sí que es jodido. Ese tipo toca solamente con gente del nivel de Pedro Aznar o de Sting. Fue impresionante, estoy muy orgulloso de haber participado de todo eso, aprendí mucho. Y acá estoy, haciendo un homenaje a esa música, muy copado y muy agradecido.

–¿Por qué regala este disco?

–Porque quiero que la gente escuche el disco completo y no se pasa en los programas de televisión ni de radio, donde no van a funcionar mis temas porque no estoy contratado por ninguna compañía discográfica, entonces quiero difundir mi disco completo. Con cada entrada, voy a darles el disco a mis fanáticos, siempre, en cada uno de los shows que arranca con esta gira. Entonces, si vienen doscientos tipos, son doscientos discos, si vienen dos mil tipos, son dos mil discos. Y que lo escuchen, que lo regalen, que lo escuchen sin parar y ahí vamos con esa como estrategia de difusión. Aparte de que el disco no es un disquito, es un disco original, es un tríptico con toda la información que corresponde.

–Una vez dijo que a las oportunidades había que prestarles atención y no dejarlas pasar, como cuando Vitico lo llamó para tocar en Riff. ¿Qué otras oportunidades se le presentaron?

–Walter Giardino me llamó tres veces para cantar en Rata Blanca. Y las tres veces le dije que no.

–¿Por qué?

–Porque yo toco la guitarra y al lado de Giardino no puede tocar nadie.

–A principios de los ’90 grabó cuatro discos marcadamente rockeros y bluseros, pero a medida que pasaba el tiempo se iban sumando las baladas a sus composiciones.

–Todos mis discos, si los analizás, siempre tuvieron el mismo porcentaje de canciones fuertes y de baladas, entonces eso es coherencia. A mí siempre me gustó la misma música, pero si sistemáticamente en el momento de elegir los temas para la difusión eligen las baladas, resulta que todo el mundo que me viene a ver dice “vamos a ver a JAF, el baladista”, y cuando arranco con “Salida de emergencia”, dicen “¿qué le pasó a éste?”. Había sorpresas porque lo que se estaba promocionando era otra cosa. Si bien me gusta “Maravillosa esta noche” o “Todo mi amor”, en ese momento yo tocaba otras cosas también. Y si en vez del video de “Todo mi amor” se hubiera grabado “Salida de emergencia” o “El pordiosero”, la gente hubiera dicho “esto es otra cosa, es otro artista”, pero es el mismo artista. Hay eclecticismo, puede ser.

–Sin embargo, en Hombre de Blues se nota un cambio musical que pudo haberse visto como cierto “ablande” por parte del público.

–Dije claramente en la compañía discográfica con respecto a este tema “Por ti y por mí”, y también por el video que querían hacer del disco, que yo quería por favor un rocanrol para el video y propuse “Pistas candentes”. Por el amor de Dios: ¡“Pistas candentes” me recontra representa! Igual que “Por ti y por mí”, pero bueno, ya veníamos con “Maravillosa esta noche”, “Todo mi amor”, “Tal vez mañana brille el sol”. Pasa que vende más. Porque si yo hablo del amor de un hombre y una mujer, de por qué pasa esto en mi corazón cuando te miro a los ojos, esto le pasa a todo el mundo. Porque si vendiera más el boogie woogie, venderían eso.

–¿Cómo se reconciliaron con Vitico después de que él quemara un afiche suyo?

–Le sugerí en un video que esto no nos hacía bien a nosotros ni a nuestros fanáticos, a nuestras familias ni a la gente que queremos, entonces saludémonos y nos dejamos de joder con esta boludez de los afiches y las radios. Nunca tuve nada con Vitico, al contrario, él me llamo a participar del grupo número uno de la Argentina, voy a estar siempre muy agradecido. Pero bueno, se enfermó con su cabeza loca. Cuando nos juntamos en lo del Corcho Rodríguez (Red House) fui a saludarlo arriba del escenario y después tocamos un tema juntos. Sentí que no había pasado ni un día de las actuaciones con él y me pareció que él tampoco había tenido nunca cosas locas conmigo ni me sentí mal. Me parece que fue un error que él cometió y, ¿quién soy yo para condenar por un error a otra persona, si yo también me equivoco?


http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/3-35512-2015-05-13.html


JAF - Dios Devorador - Tributo a Riff VII (30 Años Después)



sábado, 16 de mayo de 2015

B. B. King / The King of Blues is dead!




B. B. King: La Gran Memoria Del ‘Blues’


Madrid - 16 May 2015 - 00:03 CEST

Por Fernando Navarro

Musicalmente hablando, es como si al mundo le quitaran, casi definitivamente, una parte de su memoria. Se va uno de los últimos grandes padres fundadores del blues, un hombre que creó un nuevo lenguaje con la guitarra eléctrica, pieza esencial en la arquitectura de la música popular del siglo XX. Se va algo más que un simple músico. Porque B. B. King, muerto a los 89 años, representaba un modo de vida y de creación musical en Estados Unidos.

El músico desfalleció el pasado octubre durante un concierto y tuvo que cancelar el resto de la gira también por deshidratación y agotamiento provocados por la diabetes que le fue diagnosticada hace más de dos décadas. Desde entonces, su estado de salud no hizo más que empeorar.

Nacido en el seno de una familia pobre, en una diminuta cabaña de un pueblo de Mississippí, su primera experiencia musical llegó a los 12 años cuando formó parte de un grupo vocal de gospel y el predicador le enseñó sus primeros acordes con una guitarra. Entonces, recogía algodón en una granja de la ciudad de Lexington. Luego, lo hizo en Indianola durante los primeros años cuarenta.

Con su famosa Lucille —nombre que dio a su inseperable guitarra Gibson— y un puñado de dólares en el bolsillo, se mudó en 1946 a Memphis, la ciudad que poco después alumbraría a Elvis Presley, donde a finales de los cuarenta y principios de los cincuenta desarrolló un estilo único: mezclaba el sonido rural del campo con la vitalidad eléctrica de la ciudad. Allí se convirtió en el rey de la calle Beale e hizo avanzar el blues. Le otorgó en esos primeros años un carácter particular y asombroso. Canciones como I’ve Got a Right To Love My Baby, Please Love Me, Three O’Clock Blues, Sugar Mama o Gotta Find My Baby, eran composiciones que muestran un blues nada convencional, donde había orquesta de metales que le alejaban del prototipo del músico primitivo del Mississippi pero sin perder las raíces de su tierra. Con su voz aguda y el poder de su guitarra, era el medio camino perfecto entre Mississippi y Chicago, entre lo rural y lo urbano, entre el Génesis y el Nuevo Testamento del blues.

Fue el sonido del blues moderno, que más tarde explotó en Chicago y marcó a toda la generación el rock'n'roll de los sesenta. Tuvo grandes discípulos blancos como Eric Clapton o Mike Bloomfield. Los Rolling Stones, fascinandos por el cancionero de los primeros bluesmen originales, se lo llevaron de gira. De telonero, con ellos dio alguno de los miles de conciertos que tenía en su hoja de ruta. Porque B. B. King, que ansiaba sacarse el mayor dinero posible a través del blues locuaz y contagioso de su guitarra, se tomó por costumbre hacer más de 250 actuaciones al año. En España, se le pudo ver en varias ocasiones, entre ellas con Raimundo Amador.

De alguna forma, en las últimas dos décadas quedó etiquetado como el gran embajador del blues clásico, de ese sonido primigenio que sonaba más real y absorbente que en ningún otro lado en aquellos hombres y mujeres que vivieron una época determinada. Muchos fueron cayendo mientras él seguía tan incombustible como en sus años más jóvenes, aunque con los achaques de la edad: tenía problemas de vista y tenía que tocar sentado durante toda la actuación. Pero ahí estaba B. B. King, llamado por muchos Rey del blues y con el que todas las figuras musicales querían compartir escenario, bien fuera sus discípulos hasta Luciano Pavarotti. Ahí estaba un artista esencial para comprender el desarrollo de la música popular del siglo XX, el fascinante universo del blues original, nacido del mundo rural y electrificado a través de su Gibson hasta moldear un lenguaje impactante. Ahí estaba, en definitiva, B. B. King, memoria de un tiempo irrepetible, tal vez el último guitarrista que nos recordaba cómo empezó todo cuando queríamos hablar de blues.




B. B. King - The Thrill Is Gone - Live At Nick's 1983


B.B. King ( Sep. 16 1925 - May 14 2015 ) (R.I.P Mr. King)

sábado, 9 de mayo de 2015

FC St.Pauli / "You'll Never Walk Alone!"




El Equipo Más Progre Del Mundo.

St.Pauli es un club alemán de culto: para sus hinchas, perder no es dramático, tienen una calavera como símbolo, idolatran al Che y defienden postulados antirracistas. Y hasta tuvieron un jugador que pidió anular un gol...propio.

Por Leonardo Torresi
15/03/15

Hay clubes famosos, millonarios, que salen campeones casi siempre; que ganan con belleza o con aburrimiento; que tienen un dueño jeque, un DT superstar, al futbolista que más cobra, al sponsor que más aporta. Y así. Y después, o antes, o –mejor– en el medio, está el FC St. Pauli.

Quizás exista una de esas palabras alemanas compuestas –de las que aparecen en los libros de filosofía– que sirva para precisar qué virtud o distinción caracteriza a este club de Hamburgo que, por unas cuantas razones, por ejemplo estas, es distinto de los demás:

1) La camiseta marrón, que a lo largo de la historia pasó por diferentes combinaciones, unas veces con rojo, otras con blanco, como ahora. El color menos deportivo predomina en los símbolos y la indumentaria oficial. Encontrar otras camisetas en el tono (más allá de alguna ocasional suplente) es un verdadero esfuerzo de guerra en los buscadores.

2) El club de barrio (intenso). La historia del St. Pauli viró en los años ‘80 cuando se afincó cerca del Reeperbahn, zona roja y también bohemia. Las camadas del activismo okupa empezaron a ir a la cancha y fue cambiando la impronta. La insignia con la calavera –hoy a la par del escudo tradicional– embanderó a los nuevos hinchas: si en 1981 el promedio de público era de 1.600 personas, en los ‘90 pasó a 20.000.

3) Una fidelidad blindada. No me importa si perdés, es en serio. El equipo llegó a la Bundesliga (la Primera alemana) en 1977 y desde entonces fue lo que acá conocemos como subibaja. Esta misma temporada la pasa mal en la Segunda División.“Somos hinchas como todos,   pero nuestra popularidad claramente no está conectada a los éxitos deportivos”, explica Michael Pahl, voluntario comprometido con la comunicación del club.

4) El club activista. St Pauli es mucho más que un club de fútbol gay friendly: fue el primero en Europa (probablemente en el mundo) en tener –entre 2002 y 2010– un presidente abiertamente gay y militante de la causa LGTB, el director de teatro Cory Litmann. Los ultra tienen su rama femenina/feminista y una de las sorpresas visuales en el estadio Millerntor es un mural que muestra a dos hombres en un beso apasionado abajo de la leyenda Lo único que importa es el amor. Otra rama es la participación en la movilizaciones contra los desalojos. Y una bandera que dice “bienvenidos refugiados”, de las más buscadas por la fotos.

5) Ante todo, antifascistas. El puño golpeando la esvástica es póster oficial para los fans, que los 27 de enero, aniversario de la liberación de Auschwitz, llenan la cancha para conmemorarlo. St. Pauli fue el primer club en incorporar los postulados antirracistas y antihomofóbicos a sus estatutos y, en 1991, también el primero en prohibir los cantos intolerantes en los partidos. En la platea hay un cartel de punta a punta que dice: “No hay fútbol para los fascistas”. Se hizo famoso por un blooper un poco siniestro que ocurrió el año pasado antes del Mundial. La selección se entrenaba en el Millerntor para un partido contra Polonia y como había fotógrafos y cámaras la Federación Alemana de Fútbol mandó a tapar la frase con una lona.

6) El día del amor al fair play debería celebrarse el 12 de abril, en reconocimiento a Marius Ebbers, delantero del St. Pauli que en esa fecha, hace tres años. convenció al árbitro para que anulara su propio gol. En un partido contra el Union de Berlín (iban 1 a 1) quiso cabecear una pelota y por reflejo físico terminó empujándola con la mano. Entonces fue y pidió que no lo cobraran. El fútbol colaboró con la leyenda perfecta y le devolvió el gesto a Ebbers: el equipo del puerto ganó en el minuto 92.

7) St. Pauli es un club rebelde, en una franja que va desde la corrección política hasta las posturas antisistema. En las instalaciones iban a poner un destacamento policial y los hinchas pelearon –y lograron– que se abriera un museo. La conexión cubana excede la pasión por las banderas del Che, que se ven a montones. En 2005 el equipo se entrenó en la isla, una experiencia fue la inspiración y punto de partida para Benjamin Adrion –ex jugador ahora–, quien organizó el proyecto Viva con Agua para instalar dispensers en los jardines de infantes. “Es un club especial porque la gente se involucra en la pelea por cosas que considera importantes. Se dice que es un club de gente de izquierda y es posible que lo sea para  un número de fans. Pero hay mucho de sentido común. También la FIFA hace campañas contra el racismo. La diferencia es que para nosotros es una forma de vivir”, define Michael Pahl, autor del libro oficial del centenario del club, en 2010. Otro hito fue en 2006, cuando en el estadio de St. Pauli se jugó la primera edición de la FIFI Wild Cup, un mundial con las selecciones no reconocidas por la FIFA. El equipo local participó con el nombre de República de St. Pauli y ahí estuvieron Groenlandia, Gibraltar, Tíbet, Zanzíbar y la República Turca del Norte de Chipre, que salió campeón.

8) No todo es plata en la vida (y el fútbol). En el puerto viven una fiesta genuina, con la publicidad bajo control popular. En la cancha de St. Pauli hay rocanrol –pasan Hell Bells, de AC/DC cuando sale el equipo–, banderas, papelitos, algo parecido a la escena común en la Argentina. Pero más coreografiada y de una mayor sofisticación técnica con unas puestas espectaculares de luces que proyectan contra la fachada de la sede del club, pegada al estadio. El club define las “líneas de marketing” con los hinchas, que a través de su organización –el Fanladen– vigilan que la publicidad no sea invasiva ni contraria al ideal. Por ejemplo, no se auspician los corners, como pasa en otras canchas alemanas. Y todos recuerdan el logro de 2002, cuando presionaron para que se retirara, por sexista, una publicidad de la revista Maxim.

9) Y por todo esto St. Pauli es un club “de culto”, con alcance nacional y también global, con más de 200 clubes de fans en el mundo. En la Argentina existe uno, motivado en una camaradería marrón. El corazón es Hernán José García, fan calamar que trabaja en informática. “Como hincha de Platense, hace unos cuantos años empecé a buscar equipos con camiseta marrón, y el primero que surgió era el St. Pauli”, cuenta. Con Piratas del Sur (en Facebook) es un “agitador” permanente del equipo y las novedades que genera. Pero llevó mucho más allá su metejón cuando le salió una oportunidad laboral en Wraclaw, Polonia, donde vive ahora. “Te juro que una de las cosas que evalué para ver si me venía era saber si la ciudad estaba más o menos cerca de Hamburgo”, cuenta a Viva desde allá. Bien: 650 kilómetros no son nada. Y Hernán viaja a ver los partidos cada vez que puede. La forma de vivir el fútbol de sus íntimos alemanes lo tiene encantado y a la vez no deja de asombrarlo: “No se hacen drama. Si gana el St. Pauli, van al bar, toman cerveza y festejan. Si pierde, van al bar, toman cerveza y se olvidan”.




Le Fly - We Love FC St. Pauli



Otro gesto de Sankt Pauli: El club alemán más "rebelde" ayuda a los refugiados en el Mediterráneo.



La institución, que milita en segunda división, junta fondos para colaborar con el rescate de inmigrantes ilegales en alta mar

Miércoles 22 de abril de 2015 | 23:59

Pregonan ideas socialistas, se multiplican las banderas con la imagen del Che Guevara, sus jugadores salen al campo de juego con música de AC/DC y en la platea hay un cartel con un mensaje que pega directo en la historia alemana. "No hay fútbol para los fascistas", dice. Por algo, cada 27 de enero conmemoran la liberación de Auschwitz. Sankt Pauli, ahora en segunda división, es conocido por su "rebeldía" y por su apoyo a diferentes causas, por lo que no sorprende la última noticia que llega desde Hamburgo: el club empezó a juntar fondos para la organización "Seawatch", que colabora en el rescate de refugiados en peligro en el Mar Mediterráneo.

En días donde nuevos naufragios aumentan la lista de fallecidos africanos que mueren intentando llegar a Europa, desde St. Pauli prefirieron ayudar y responder a lo que califican como "una catástrofe humanitaria". Según anunciaron en el sitio oficial, las donaciones para "Seawatch" se pueden hacer en Kiezhelden.com, una página de crowdfunding (se utiliza para hacer pequeños aportes para diferentes proyectos) y eso asegura que el cien por ciento de lo donado vaya directo al proyecto. La embarcación de la organización proporcionará asistencia humanitaria a los refugiados en la zona marítima entre Malta y la costa de Libia.




FC St Pauli - You´ll Never Walk Alone