Hungría: El rock como concepto obsoleto
Anomalía, deformidad y belleza. Desde Buenos Aires, dos chicos de 23 años proclaman una forma distinta de abordar la música-de-guitarras-antes-conocida-como-rock. Conoce al dúo argentino.
Juan José Relmucao
Jun. 28 2016, 12:29pm (Fragmento)
Aquí hay algo que la pistola etiquetadora de la industria cultural no alcanzará a rotular: dos chicos de 23 años consideran obsoletos los usos, costumbres y parámetros del rock y graban discos que suenan como la sinapsis desesperada de un procesador doble núcleo. Las canciones "sólo" tienen una batería que retuerce con violencia los compases y una guitarra en loop que se debate entre melodías fractales y arrebatos explosivos. Ni math rock, ni noise, ni metal progresivo; el fenómeno viene desde Buenos Aires, acaba de sacar nuevo disco y se llama Hungría.
Así contado, parece que el combo de Diego Manatrizio y Facundo Semerena fuera una burbuja de sinergia artística y obsesión freak. Pero Magyarország vagy halál ("Hungría o muerte") es el último producto de una generación de grupos argentinos que plantean una renovación de concepto y performance con discos inclasificables, virtuosos y explosivos.
Basta escuchar con atención tracks como "Queso" o "Lit ís" para sentir que esos chicos tienen un problema. Y es con su época, con los protocolos musicales de su época. Si a primera oída la distorsión, los loops y los cortes de batería parecen librados a la furia es porque lo están: la improvisación es la materia prima de la banda. Tocar, soltar, sacarlo de adentro, estallar. Y después: escuchar, corregir, desarrollar.
En suma, Hungría impacta por cómo suena, por su facilidad para abrir puertas a nuevas dimensiones en un minuto, pero más por su apuesta conceptual: una superficie en la que Primus o Radiohead parecen haber dejado su huella, pero sólo eso. Rastros. Porque si al principio esa música suena como una mecánica de lo irracional, con más cuidado y observando las bandas que suelen compartir escenario con Hungría –Dislexia Free, Archipiélagos– se entiende que eso que se escucha es el crujido de una era que llega a su fin. Y el nacimiento de otra que, probablemente, nos espera a la vuelta de la esquina.
Nota completa:
https://noisey.vice.com/es_mx/article/69y8wa/hungria-resenia-entrevista-junio-2016
Hungría - Penicillium Roqueforti [Anomalía Fest 2016]