'Que el ritmo no suponga una esclavitud'
Rosalía Sánchez Berlín
Miércoles 15/09/2010 17:49 horas
Kent Nagano director americano llega al auditorio con mejor acústica de Europa, la Philharmonie de Berlín; su melena está seca a pesar de la intensa lluvia. "Deberían hacer como yo y venir en taxi", bromea con los músicos de su orquesta, la Bayerische Staatsorchester, con la que actuó anoche en Berlín. Su contrato en Munich termina en 2013, pero Kent Nagano no ha querido renovarlo. ¿Por qué?
"Las situación actual en Munich es muy compleja no es posible explicarla con unas cuantas frases, y menos en una pausa entre ensayo y ensayo. Sólo diré que cuando uno acepta la responsabilidad de dirigir una orquesta, adquiere también una responsabilidad con la tradición que representa y necesariamente debe tomar las decisiones con una exquisita prudencia", responde el director. Nagano no parece enfocar sus perspectivas hacia EEUU después de haber dirigido varias de las orquestas más prestigiosas de Francia, Inglaterra y Alemania: "Europa es la cuna de la tradición musical y, desde 1983, es mi casa. Y cuando digo mi casa quiero decir mi hogar. Pero ahora no estoy haciendo planes, sino concentrado en los tres años de trabajo por delante en Munich, en los que me esperan proyectos muy importantes".
En el ensayo general, la 'Séptima' de Bruckner y la 'Metamorfosis' de Strauss. Nagano corrige una y otra vez el ritmo con el que los músicos siguen la partitura, casi de forma obsesiva, una actitud que el directoe explica apasionadamente: "¡Un ritmo en el tiempo es algo muy distinto a un ritmo para bailar! Olivier Messiaen ha escrito varias veces sobre este fenómeno. El ritmo es concebible sólo como un pulso, pero jamás debemos entenderlo como una especie de esclavitud. Debemos más bien relacionarlo con el ritmo de vida, con el ritmo de la respiración, ambos son flexibles. El ritmo es la respiración de la música. El ciclo de la vida y la muerte, la tensión y la relajación, esas son las bases del ritmo, un movimiento que fluye a través de las piezas de Stravinsky, Strauss y Berio, audible en un contexto".
Nagano reconoce que vive inmerso en una búsqueda personal a través de la obra de Pierre Boulez: "Lo considero uno de los compositores más importantes; en Montreal hago todo un ciclo de nueve obras de Boulez. Es imprescindible mantener estas obras en cartel. Y lo mejor de todo es que, a sus 85 años, todavía podemos esperar de él grandes cosas. Se mantiene muy fresco y joven. La inteligencia y la sensibilidad no tienen nada que ver con la edad física". Sabe de qué habla, porque a Kent Nagano (California, 1951) comienzan a pesarle las ides y venidas en avión: "El avión no es precisamente un amigo de la creatividad. Hay que tener cuidado de no este tipo de excitación, pero en fin... La distracción es la definición de la existencia".
Para terminar, Nagano se atreve con el reto de definir, en unas pocas palabras, lo que él entiende por 'sonido alemán': "Bien, estudié la mayoría del repertorio alemán clásico en California y he de decir que el contexto hace mucho. Sólo cuando he vuelto a estudiar todas esas obras aquí han cobrado su verdadero significado y mi perspectiva sobre ellas ha cambiado radicalmente. La lengua, por ejemplo, juega un papel muy importante en la representación del repertorio alemán. Lo natural, la naturaleza, recibe en la música alemana, un tratamiento como en ninguna otra música, muy especial. Muy real y al mismo tiempo muy teatral".
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/09/15/cultura/1284545751.html
En el ensayo general, la 'Séptima' de Bruckner y la 'Metamorfosis' de Strauss. Nagano corrige una y otra vez el ritmo con el que los músicos siguen la partitura, casi de forma obsesiva, una actitud que el directoe explica apasionadamente: "¡Un ritmo en el tiempo es algo muy distinto a un ritmo para bailar! Olivier Messiaen ha escrito varias veces sobre este fenómeno. El ritmo es concebible sólo como un pulso, pero jamás debemos entenderlo como una especie de esclavitud. Debemos más bien relacionarlo con el ritmo de vida, con el ritmo de la respiración, ambos son flexibles. El ritmo es la respiración de la música. El ciclo de la vida y la muerte, la tensión y la relajación, esas son las bases del ritmo, un movimiento que fluye a través de las piezas de Stravinsky, Strauss y Berio, audible en un contexto".
Nagano reconoce que vive inmerso en una búsqueda personal a través de la obra de Pierre Boulez: "Lo considero uno de los compositores más importantes; en Montreal hago todo un ciclo de nueve obras de Boulez. Es imprescindible mantener estas obras en cartel. Y lo mejor de todo es que, a sus 85 años, todavía podemos esperar de él grandes cosas. Se mantiene muy fresco y joven. La inteligencia y la sensibilidad no tienen nada que ver con la edad física". Sabe de qué habla, porque a Kent Nagano (California, 1951) comienzan a pesarle las ides y venidas en avión: "El avión no es precisamente un amigo de la creatividad. Hay que tener cuidado de no este tipo de excitación, pero en fin... La distracción es la definición de la existencia".
Para terminar, Nagano se atreve con el reto de definir, en unas pocas palabras, lo que él entiende por 'sonido alemán': "Bien, estudié la mayoría del repertorio alemán clásico en California y he de decir que el contexto hace mucho. Sólo cuando he vuelto a estudiar todas esas obras aquí han cobrado su verdadero significado y mi perspectiva sobre ellas ha cambiado radicalmente. La lengua, por ejemplo, juega un papel muy importante en la representación del repertorio alemán. Lo natural, la naturaleza, recibe en la música alemana, un tratamiento como en ninguna otra música, muy especial. Muy real y al mismo tiempo muy teatral".
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/09/15/cultura/1284545751.html
Frank Zappa Sinister Footwear, 3rd Movement by Kent Nagano (The Berkeley Symphony)