sábado, 24 de septiembre de 2011

Brad Mehldau & Kevin Hays + Patrick Zimmerli / Modern Music



Brad Mehldau-Kevin Hays : Modern Music

Brad Mehldau, Kevin Hays (p), Patrick Zimmerli (comp.& arr).
Worcester (MA), 2011
Nonesuch 528371-2


Acopio de Placeres

Por Enrique Turpin (Cuadernos de Jazz Sept.2011)

Ya tiene uno cierta edad y le produce un arrobo melancólico revisar la trayectoria de artistas a los que ha visto nacer, crecer y reproducirse -la muerte- no tiene señorío sobre algunos de ellos. Es el caso de Brad Mehldau, que acumula a estas alturas un bagaje importante de creaciones, no sólo en cantidad, también en calidad y trascendencia. Revisar los varios volúmenes a sus espaldas sobre The Art of the Trio supone recuperar un tiempo en que la vida parecía más compasiva, menos arisca y, desde luego, no tan mezquina como la que ahora soportamos con este estoicismo incomprensible.

Mehldau ha cultivado muchos de los formatos tradicionales del jazz, y hasta en alguno un tanto más experimental. En todos ellos se ha movido con soltura, incluso con la insolencia no deseada que a veces conlleva la genialidad. En estos años ha pasado de sentir la necesidad de expresar por escrito sus convicciones musicales (es un músico que escribe bien, lo mismo podría decirse de su amigo generacional Joshua Redman) a mostrarse esquivo con el verbo, en la seguridad de que la música ha de hablar por sí misma; que sean las palabras las que cuestionen, malinterpreten o confronten, nunca lo que salga de un piano.

Las biografías de los involucrados en Modern Music dice mucho de la naturalidad con la que se han enfrentado al proyecto: los tres protagonistas se conocen desde antaño, comparten afinidades electivas y se muestran abiertos a nuevas experiencias. Tal vez el más discreto de todos sea Patrick Zimmerli, antiguo amigo de Mehldau, que dejó el saxofón para dedicarse a la composición con notable éxito en el entorno de la música clásica. Él es el catalizador de la propuesta de ambos pianistas, así como el arreglista de las piezas. También se le debe la sugerencia de incorporar al repertorio las composiciones de Steve Reich (Music for 18 Musicians) y Phillip Glass (String Quartet Nº 5), así como la propuesta de grabar en un entorno acústico de lujo, como es el Mechanics Hall de Worcester (MA).

Modern Music conjuga la elocuencia pianística de Mehldau y Hays con el añadido casi químico de Zimmerli. Éste último se convierte en el excipiente sobre el que se disuelve la conjunción de energía, imaginación y arte que despliegan estos músicos con una edad que ya sobrepasa la línea de sombra. Hace ya algunos años que han ingresado en una madurez creativa que les facilita la iluminación necesaria con la que seguir sus andanzas por el mundo. Luz, más luz, que decía Goethe al final de su vida. Ellos la tienen, y no sabemos si necesitarán más. De momento les sobra. El disco es a un tiempo un ‘state of art’ de los pianistas y un ideario de los caminos que confluyen entre dos conceptos musicales en principio opuestos, como son el jazz y la clásica. Lejos queda el encorsetamiento del Third Stream. Hay aquí una vía de comunicación que no siempre es fácil de mostrar -hay improvisación y lectura a la vez-, y su éxito depende tanto de la suma de voluntades como de la destreza para saber trazarla. En esto Mehldau y Hays andan sobrados, como demuestra la toma inicial de Reich que transportan a sus pianos.

Más allá de las facultades inherentes a ambos músicos, ha habido entendimiento, y eso hace del trabajo una de las más agudas inmersiones en ese territorio limítrofe tan desvanecido que es la música contemporánea. Ahí cada uno ha aportado sus formas compositivas: Mehldau recupera el Unrequited de Songs. The Art of the Trio Vol. 3 (1998), Hays aporta su Elegia, y Zimmerli deja caer tres temas propios, todos ellos ya ensayados en la residencia de Mehldau en el Carnegie Hall de este mismo año. Para los anales queda la esquiva lectura de Lonely Woman, el único standard del repertorio. Ornette merece la cita, pero ya puestos a reivindicar algo así como música moderna, hubiese sido una adición redonda optar también por Ellington y Monk, sin que cambiase en exceso la valoración sobre Zimmerli. Con todo, el trabajo compartido de estos músicos no es uno más en sus discografías. La prueba está en que lo escuchado permanece con el oyente mucho más tiempo del que se invirtió en su degustación. Si es verdad que la música es terapéutica, entonces Modern Music es uno de sus bálsamos más eficaces.

http://cuadernosdejazz.com/



Crazy Quilt - Brad Mehldau & Kevin Hays + Patrick Zimmerli – Modern Music (2011)