viernes, 30 de noviembre de 2012

Gillespi + Willy Crook & The Royal We / Live From Rulemánia : República Privada



Dos vientos juntos hacen un huracán

El trompetista rockero y el ex saxofonista de Los Redondos tocan hoy en vivo su CD “Live From Rulemánia-República privada”.


30.11.2012 | Por Eduardo Slusarczuk


La pelota estaba ahí, frente al arco. Sólo había que hacer el gol." Aunque los entrevistados son Gillespi y Willy Crook, el que abre el fuego es Ezequiel Losada. Es productor de Live From Rulemánia -República Privada, el combo de DVD/CD grabado el 29 de octubre del año pasado en ND Ateneo, que presentan hoy, en el Teatro SHA.

Con el resultado puesto, entonces, la cuestión es desandar una historia que, según coinciden ambos músicos, tuvo su puntapié inicial allá por la mitad de los 80, cuando Gillespi se sumaba a Sumo para tocar su trompeta en varios temas, y Crook le ponía saxo a los primeros discos de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.


Gillespi: Yo lo recuerdo a Willy, de aquellas noches en lugares como Cemento, donde me pasaba la mayor parte del tiempo en el camarín, esperando para tocar.

Crook: Debemos haber conversado cosas inolvidables que no recordamos.

"Era difícil entender lo que pasaba en Sumo, desde mi lugar de tipo racional. Estar un rato con (Roberto) Pettinato era muy difícil. Yo entendía lo que pasaba con bandas como Soda Stereo, Zas o Virus; pero Sumo y los Redonditos eran un fenómeno muy extraño, en cuanto a lo que querían transmitir", cuenta el trompetista.

"No querían nada. No había pretensión de nada. Ni qiquiera que saliera bien lo que estaban haciendo mientras estaban tocando", agrega el saxofonista.

“Los camarines eran dos o tres botellas de gaseosa, una cerveza, alguna de whisky, dos o tres vasos. Ahora piden frutas, frutas secas, toallones…no se sabe para qué”, completa su socio. Que añade una anécdota gestada “en un lugar de San Telmo, llamado Saigón o algo así.” “Como no había más lugar, la gente rompió los blindes del local, y entró igual. Hicimos el show, y cuando tratamos de refugiarnos en los camarines, que eran debajo del escenario, la gente arrancó las telas que hacían de pared y quedamos entre ellos. A Petti le decían: ‘Prestame el saxo, loco’. ‘Pasame la viola’, le pedían a (Ricardo) Mollo. Y, si lo pensás desde este presente de rock pasteurizado…”

La comparación es muy fuerte.

Gillespi: Sobre todo, porque hay un montón de gente más que trabaja en los conciertos, de cuya existencia te enterás cuando ves que todos ellos cobran antes que vos. Está el que te trae la bata, el que llama a los remises…

Crook: El mayorista de lentejuelas...

La muerte de Luca y de "un par de amigos", el ascenso vertiginoso de los Redondos y de Divididos, entre otras cosas, marcaron un quiebre. Mientras Crook partió hacia España, Gille apostó a la "música instrumental, como invitado del grupo Alfombra Mágica, o como parte de La Sonora del Plata, con Nono Belvis y Mex Urtizberea".

Crook: Recuerdo haberme ido cuando empezamos a ganar plata. Pero eso era parte de lo que me habían enseñado ellos. No quedarme con la carta ganadora. Si ponemos en perspectiva que yo había comenzado a los 18 años, y que ya habían pasado cuatro; cualquiera que se quede más que eso, ya es un empleado público. Yo veía el crecimiento de Patricio Rey. Había algo que marcaba la evolución. Tocábamos en lugares para 50 personas, y quedaban 30 afuera. Tocábamos en un lugar para 70, y de nuevo. También estaba planeado que fuera así.

Gillespi: Formaba parte de la estrategia de cómo llevar el proyecto.

Crook: Pero, para mí, era indispensable irme. Patricio Rey, y Néstor, lo hubieran querido así. (risas)

Ya en los ‘90, varias presentaciones de Pachuco Cadáver (la banda de Pettinato) sirvieron para el reencuentro. “Cuando volvió Petti, me llamó para integrarme a la banda. Fue una experiencia rara –explica el trompetista-, porque él agarró mucho laburo en los medios, y mucho no le importó lo que pasara con el grupo. Pero ahí apareció germán Daffunchio, que me llamó para tocar en Las pelotas. Y fue como cerrar el círculo de haber tocado con todas las bandas salidas de Sumo.”

De ahí en más, el vínculo fue y vino, pero nunca desapareció. "Después de tocar en su primer CD solista, Big Bombo Mamma (1995), Willy me prestó sus Funky Torinos para grabar mi primer álbum, Ultradeforme (1998)", destaca Gillespi.

¿No era raro, en ese momento, meterse con el soul o el funk?

Crook: Sí. Sobre todo, porque había cierta expectativa de que yo fuera una feta del cadáver de Patricio Rey. Al fanático le costó mucho entender que Patricio Rey, y Néstor, así lo hubieran querido: que yo fuera yo mismo.

El resto, fue cuestión de tiempo. "Después del 2000, las únicas propuesta que recibía eran las de algún tipo drogado, que a las cinco de la mañana me decía que ‘el mes que viene, quizás...’ No había garantías. No había posibilidad de encontrar una continuidad que me permitiese mantener una estructura. Porque, todo el resto era cotizado; pero de Willy Crook no había puestos vacantes. No había carteles que dijeran: ‘Busco desesperadamente un Willy Crook’. Hasta que, finalmente, tocar con frecuencia en un boliche me permitió armar The Royal We, mi banda actual", reseña el saxofonista, que derrocha tanto humor como elegancia, al hablar.

Lo demás es actualidad. Losada empujó la pelota, que empezó a rodar. "Con todo lo que había detrás, el presente se hizo y se hace fácil", dice Crook, que califica a Gillespi como “uno de esos amigos con el que, a lo mejor no te ves, pero sabés que están”.

Gillespi: Una vez, por ejemplo, te fui a ver, y terminé tocando el bajo. Era una época en la que tenías un trío.

Crook: Suerte que yo no fui. (risas)

Gillespi: ¡Vos estabas!

Crook: Pero no fui. Te aseguro que no estuve ahí. (risas)

Gillespi: También tuvimos un programa de radio, en el marco de un proyecto de Michel Peyronel, que duró exactamente una emisión. Renunciamos los dos.

Crook: Pusimos un tema que no le gustó, y puso un tema de él. Lo que sucedió a continuación habría sido el mejor programa de radio de la historia, si hubiera seguido al aire. Pero, lamentablemente, no fue grabado.

Ambos músicos aseguran no intercambiar opiniones sobre discos o músicos. “Odiamos a la gente que habla de esas cosas”, sentencia Crook.

Gillespi: En verdad, no hablamos de música.

Crook: Hablamos de cosas raras, existenciales. Como él es un tipo muy extraño, y un entrañable amigo, que piensa de manera muy diferente a mí, trato de aprovechar el tiempo planteando mis mejores cosas, como, por ejemplo: ¿El universo es contenido o continente?

De acuerdo, pero, ¿cómo funciona la cosa cuando se juntan para tocar?

Crook: Tenemos unos cuantos temas de cada uno, con su banda, y varios que dan para tocarlos juntos Y ahí vamos. Lo más interesante es que no hay nada escrito. No sabemos lo que puede pasar.

¿Cuánto importa que haya un pasado compartido, en la construcción de esa química artística?

Crook: Mucho. Eso se llama ser amigos. Y creo que las bandas que más nos gustan, cumplen con ese requisito. Aún con las peleas y desencuentros que hay en un grupo. Gilmour-Waters, Solari-Bellinson (carcajadas), Ono-el resto de los Beatles. De todas maneras, quiero aclarar que soy absolutamente imparcial. Y, sea cual sea el resultado, me quedo con el que gane.

¿Necesitan mucho ensayo, para tocar juntos?

Crook: Necesitar, necesitamos, pero no lo hacemos. Es una técnica de laburo que no recomiendo, pero tenemos un background que hace que sepamos para dónde irá cada uno, sin hablarnos.

Gillespi: Creo que las mejores cosas, en la vida, salen espontáneamente. En el mundo del arte, digo. Nuestras bandas están aceitadísimas. Entonces, cuando nos juntamos, lo que intentamos, es que tenga cierta magia lo que sucede. Cuando vos sos amigo de la música de alguien, hay muchas menos conversaciones. Tocás. Y ahí está todo.

¿Dónde queda Rulemánia?

Crook: Queda acá. Es un país paralelo, en el que vive la clase política; y que padecemos nosotros.

Gillespi: Viene de rulemán.

Crook: Que, como todos sabemos, es un artefacto con un agujero, bolitas y grasa.


http://www.clarin.com/espectaculos/musica/vientos-juntos-hacen-huracan_0_820118015.html


Gillespi + Crook - Live From Rulemánia (Trailer)