lunes, 28 de marzo de 2011

Christian McBride / Mastery of Improvisation & Spontaneous Creation



Christian McBride : Un bajista saltabarreras lejos de la irreverencia


Christian McBride Band : Un terreno para explorar desde el Jazz tradicional hasta la fusión


Por Xavier Xirarte


Los puristas se espantan cuando Christian McBride deja el contrabajo y se cuelga el bajo eléctrico. Cambiar el walking por el groove les parece un algo irreverente, fútil, un desperdicio. Pero para el músico nacido en Filadelfia en 1972 ambos instrumentos son tan válidos como los lenguajes que con ellos interpreta, ya sea jazz, funk, soul o algo que se parece a la música de cámara. En sus manos las categorías pierden barreras. Su estilo exuberante, fraguado en dotes copiosas de musicalidad, le permite moverse de un lado a otro con naturalidad.


Descendiente de un padre y un tío bajistas, McBride quiso empezar su relación con la música con el trombón. Sin embargo, sus sueños no duraron más allá de 20 minutos. “Quería tocar el trombón porque era fanático del gran Fred Wesley, quien durante muchos años tocó con James Brown. Algunos de mis momentos favoritos en los discos de Brown eran los solos de trombón. Pero yo no era muy bueno en el trombón y por fortuna no funcionó. Fue entonces cuando empecé a tocar el bajo acústico”.


Grandes líderes como Freddie Hubbard, Herbie Hancock, Chick Corea, Wynton Marsalis y Roy Haynes han encontrado en McBride un apoyo rítmico de primera. Su estilo se desarrolló de manera tan vertiginosa que muy joven fue reclutado para participar en el proyecto SuperBass, de igual a igual con dos gigantes del contrabajo: Ray Brown –que se volvió su mentor– y John Clayton.


Su relación con Brown fue una bendición, aunque también le causó incomodidades. “Recuerdo lo honrado y encantado que me sentí cuando Ray Brown me pidió que estuviera en este grupo con él y John Clayton. Sabía que tenían una relación larga y que John era como su protegido. Me sentí como el nuevo niño de la familia, como si John ahora tuviera un nuevo hermano”. Hacer música con estos gigantes fue muy apasionante y su desempeño fue tan eficiente que lo consideraron el heredero de Brown. “Déjame ser honesto: me honraba que muchos críticos de jazz pensaran en mí como el protegido de Ray Brown, me hacía sentir muy bien. Sin embargo, me causaba un conflicto cuando decían cosas como: Christian McBride es el próximo Ray Brown o porta el legado de Ray Brown. En mi corazón yo quería hacer cosas muy diferentes a las de Ray Brown. Mi concepto musical en ciertas cosas era muy diferente al de Ray Brown, así que no quería que la gente comprara mis discos pensando que iban a escuchar a Brown porque no sería así”.


Pero las cosas sucedieron de otro modo. “Cuando salió mi primer disco en 1995, que era más un disco de jazz tradicional, los críticos decían cosas como: Se los dijimos, es el próximo Ray Brown. Y yo pensaba: Oh, me están preparando para que falle. Pero en mi segundo disco tenía a Chick Corea, Jack DeJohnette, Kenny Garrett y muchos otros que no sonaban a nada de lo que hubiera grabado Ray Brown. Entonces mucha gente no sabía qué hacer al respecto y me decían: No suena como Ray Brown, y yo respondía: Se supone que no debe sonar como Ray Brown”. Christian McBride”.


Lo mejor de todo este episodio es que el propio Ray Brown solía advertir a la gente: “Dejen de llamar a Christian McBride el próximo Ray Brown. No es el próximo Ray Brown, es el primer Christian McBride”.


El primer Christian McBride siempre se ha interesado por muchos tipos de música, aunque asegura que nunca fue algo consciente. “Simplemente sucedió así. En mi hogar crecí escuchando un poco de todo, así que querer tocar varios tipos de música fue algo muy natural para mí. Creo que el caso de muchos músicos de mi generación es que tomas una decisión consciente para tal vez quedarte en una cosa y volverte realmente bueno, pero yo realmente disfruto tocar diferentes tipos de música, quiero experimentar con todo...” Considera que el bajo eléctrico es diferente al contrabajo. “Su propósito es igual: servir como fundamento para todo tipo de música, servir como la personalidad, como el DNA de cada música en particular, por así decirlo. Pero como instrumentos son muy diferentes”. Sin perder de vista la tradición, a la que ha rendido y sigue rindiendo pleitesía, McBride ha decidido que su contrabajo y su bajo eléctrico lo lleven por diversos terrenos y no lo limiten al mainstream.



Por ello ha concebido la Christian McBride Band como un terreno para explorar desde el jazz tradicional hasta la fusión. También realiza actividades que relacionan al jazz con la música de concierto y como subdirector del Museo de Jazz de Harlem difunde esta música como un arte vivo. Como líder de su propia banda ha tenido un gran crecimiento, asegura el músico. “Esto se debe a que tocamos música que ninguno de nosotros había tocado individualmente con otras bandas. Me gusta pensar en mi banda como en la suma de diferentes personalidades y de todas las cosas que he escuchado, tratando de hacerlas confluir en un sonido personal. Definitivamente es una banda de jazz, pero puede ser muchas otras cosas: se puede convertir en una banda de rock, en una banda de funk, en una orquesta de cámara, pero indiscutiblemente sigue siendo un grupo de jazz”


http://www.revistaantidoto.com/musica.php?ed=3


Christian McBride Band - "Technicolor Nightmare"