Muere a los 79 años el pianista Ray Bryant
Ray Bryant, pianista de jazz de extraordinaria sensibilidad, fraseo claro y digitación firme, acompañante muy solicitado por las grandes estrellas y uno de los más habilidosos especialistas en el arte del piano solo, ha muerto en Nueva York a los 79 años.
Su esposa durante los últimos 20 años, Claudia Bryant, informó ayer de que Ray falleció en el Queens Hospital después de una larga enfermedad.
Había nacido en Filadelfia en 1931, ciudad en la que empezó a destacar como un sólido pianista de be-bop. Se trasladó después, en los 50, a Nueva York, donde pronto formó parte de los grupos de las más destacadas figuras del momento, como Charlie Parker, Miles Davis, Art Blakey o Dizzy Gillespie, en cuya compañía trabajó durante muchos años.
Bryant tenía un toque firme, un magnífico sentido del tiempo, una espectacular mano izquierda y profundas raíces en los terrenos del gospel y el blues.
Su majestuosa música siempre permanecerá con nosotros
http://blogs.larioja.com/cosijazz/2011/6/4/muere-los-79-anos-pianista-ray-bryant
La Sonrisa de Ray Bryant
Por Yahvé M. de la Cavada
No recuerdo una fotografía de Ray Bryant en la que no parezca feliz. Su sonrisa era contagiosa y su rostro, hasta en su pose más seria, reflejaba paz. Aunque no sonría, parece sonriente ¿cómo es posible?
Esa agradable sensación de bondad y calidez siempre se transmitió a su piano. Éste podía sonar de muchas maneras, pero siempre rebosaba vida, optimismo y swing. Para algunos, fue un bopper discreto, casi un second-liner; para otros un pianista de blues que tocaba jazz, y viceversa. Para la historia, uno de los pianistas que mejor entrelazaron la tradición jazzística con el blues y el gospel. Tan heredero de Bud Powell como de Teddy Wilson o Earl Hines, se fue a Nueva York y, gracias a su versatilidad, en poco tiempo ya estaba grabando con Sonny Rollins, sustituyendo a Richie Powell en el grupo de Max Roach e incluso enfrentándose al implacable swing de Jo Jones en el trío de éste.
Aunque podía tocar casi de todo, Bryant siempre se sintió muy cómodo con el lenguaje del blues. Sus frases eran cortas e ingeniosas, apoyadas por una mano izquierda prodigiosa que siempre fue una de sus armas secretas. Con permiso de Phineas Newborn, nadie tocó el clásico After Hours de Avery Parrish como Bryant. Cuando lo grabó en directo en aquella pequeña joya llamada Alone at Montreux (Atlantic, 1972) lo presentó como el “greatest piano blues solo in the world” y, en sus manos, sonaba como tal. Unos años antes ya lo había grabado junto a Dizzy Gillespie y los “Sonnys” (Rollins y Stitt) en el fabuloso Sonny Side Up (Verve, 1957) y, sin embargo, no lo hizo en una de sus obras maestras en solitario, el temático Alone with the Blues (OJC-New Jazz, 1958).
La noticia de su muerte la dio a conocer el trombonista Robin Eubanks en su página de Facebook. Resulta que Vera, hermana de Ray (y consumada multiinstrumentista), es la madre de otra gran familia jazzística, los hermanos Robin, Kevin y Duane Eubanks. Su hermano Tommy Bryant, contrabajista, tocó y grabó asiduamente con Ray y tuvo una gran carrera en el jazz hasta su muerte en 1982. Len, el cuarto hermano Bryant (que guarda un asombroso parecido con el pianista) fue cantante de doo-wop en los 50 y baterista, llegando a tocar en trío con su hermano Ray en esta última década.
Bryant tenía 79 años cuando murió y, sin saberlo con certeza, tengo la sensación de que sonrió hasta el último día. Yo, al menos, prefiero imaginármelo así.
http://www.cuadernosdejazz.com/
Ray Bryant - Blues No. 6 – Live in Montreux Switzerland (1977)