El Vendaval de Chicago
Peter Brötzmann y su banda de improvisadores ofrecieron un concierto de altísimo voltaje
Martes, 9 de noviembre del 2010
La idea es simple. Se sube al escenario y se tocar lo que salga en ese momento. Y de ahí, hacia dónde y hasta cuándo, ya se verá. La idea es simple, sí. Pero llevarla a la práctica con la intensidad, la expresividad y la riqueza de ideas del Chicago Tentet + 1 que lidera Peter Brötzmann está al alcance de muy pocos.
El veterano saxofonista alemán, uno de los padres de la música improvisada, se presentó el domingo en Luz de Gas, de la mano Festival de Jazz de Barcelona, con una banda de muchos quilates. Por calidad y por cantidad: entre los 11 músicos del Tentet + 1 están algunos de los mejores improvisadores del norte de Europa y de Estados Unidos.
Trece años juntos les han dado una compenetración fuera de lo común. Desde el aullido que abrió el concierto, con el grupo entero al unísono, hasta el bufido final de Brötzmann, la banda trenzó pasajes musicales muy distintos entre sí con una naturalidad asombrosa. De una orgía de gritos pasaban a conversaciones a varias bandas, a veces plácidas, a ratos frenéticas como un guión firmado por Groucho Marx. Un ritmo obstinado propuesto desde una de las dos baterías se convertía en un coro que era tan hijo de los aquelarres free de John Coltrane como del soul de Otis Redding.
Peter Brötzmann y su banda de improvisadores ofrecieron un concierto de altísimo voltaje
Martes, 9 de noviembre del 2010
La idea es simple. Se sube al escenario y se tocar lo que salga en ese momento. Y de ahí, hacia dónde y hasta cuándo, ya se verá. La idea es simple, sí. Pero llevarla a la práctica con la intensidad, la expresividad y la riqueza de ideas del Chicago Tentet + 1 que lidera Peter Brötzmann está al alcance de muy pocos.
El veterano saxofonista alemán, uno de los padres de la música improvisada, se presentó el domingo en Luz de Gas, de la mano Festival de Jazz de Barcelona, con una banda de muchos quilates. Por calidad y por cantidad: entre los 11 músicos del Tentet + 1 están algunos de los mejores improvisadores del norte de Europa y de Estados Unidos.
Trece años juntos les han dado una compenetración fuera de lo común. Desde el aullido que abrió el concierto, con el grupo entero al unísono, hasta el bufido final de Brötzmann, la banda trenzó pasajes musicales muy distintos entre sí con una naturalidad asombrosa. De una orgía de gritos pasaban a conversaciones a varias bandas, a veces plácidas, a ratos frenéticas como un guión firmado por Groucho Marx. Un ritmo obstinado propuesto desde una de las dos baterías se convertía en un coro que era tan hijo de los aquelarres free de John Coltrane como del soul de Otis Redding.
Del caos nacía, lenta, lo que parecía una marcha fúnebre dislocada. La música era siempre o un murmullo o un grito. Y nunca se quedó demasiado tiempo quieta: con un gesto sutil o un golpe de autoridad, según el músico y el momento, alguien arrastraba a la banda hacia otro lugar. La idea es simple, pero en manos de Brötzmann y su grupo, también es muy poderosa.
Peter Brötzmann Chicago Tentet + 1 – Live in Denmark (2009)