El barrio, la música y otros gustos
Egocéntrico, el músico y conductor de radio Gillespi se luce en cada centímetro de esta autoentrevista. Además, se dirige a sí mismo con la palabra querido y se reconoce como genial
Viernes 27 de mayo de 2011
Fernando Castro Nevares
-Querido Gillespi, ¿cómo es un día en tu vida?
-Un personaje genial y excéntrico como yo no puede hacer la vida normal del resto de los mortales. Por eso me levanto a las 9, tomo mate y leo las noticias. Posteriormente veo los mails, etcétera. Al mediodía toco la trompeta frente al televisor con la cara de Guillermo Andino en el noticiero de América. Como verán, toda una excentricidad.
-Contanos algo de tu barrio.
-Yo nací en Monte Grande y he vivido toda la vida en un radio de diez manzanas. Mi barrio es parecido a cualquiera del conurbano, un bucólico paisaje con calles arboladas, casas rodeadas de rejas, alarmas, perros dóberman y vecinos armados que tiran al aire por las dudas. Las apacibles noches del conurbano combinan el sonido de los grillos con el de los tiros al aire y el ensordecedor ladrido constante de todos los perros del barrio. Somos gente que privilegia la tranquilidad ante todo.
-¿Cuáles son tus gustos a la hora de escuchar música?
-Me gusta escuchar música realizada por músicos, algo que no existe ni en radio ni en televisión. Creo que los últimos músicos que aparecieron en televisión fueron los Beatles en E l show de Ed Sullivan en 1967. Por eso tengo la incómoda costumbre de comprar CD, lo que resulta una actividad cada vez más complicada, dado que la disquería más cercana a Monte Grande queda en la Capital Federal. También escucho los CD de bandas nuevas que me acercan a la radio. Algunas son buenas. El rock no ha muerto, aunque sí podríamos decir que está en terapia intensiva.
-¿Y a la hora de ver televisión?
-Les escapo a los programas de chismes, a programas con morbo o de frivolidad. Es decir, veo sólo el Canal Rural.
-¿Qué libros te interesan?
-Privilegio los libros que pueda entender. Me gusta que la lectura fluya y no quedar empantanado con escritores pretenciosos y complejos. Debo reconocer que no pasé de la primera página del Ulises de Joyce; en cambio, leí completo La vuelta al mundo en 80 días , de Julio Verne.
-A la hora de vacacionar, ¿cuáles son tus destinos preferidos?
-Busco lugares donde la gente no me reconozca ni me moleste, por eso elijo destinos como Mar del Plata en la primera quincena de enero. Otro lugar que me fascina es la Patagonia. Los paisajes de montaña son increíbles. Son algo así como una postal viviente donde uno puede ver una panorámica de bosques y lagos desde el pico de un cerro, resbalar de una piedra, desangrarse y morir sin que lo note nadie. Quizás un guardaparque encuentre el esqueleto de aquí a 20 años.
-En relación con la gastronomía, ¿qué te gusta comer?
-Hubo una época, en los años 80, donde fui vegetariano, sólo comía vegetales. Me sentía muy bien físicamente y además era súper snob. Pero a medida que mucha gente se iba haciendo vegetariana, busqué una alternativa más excéntrica y me hice mineraliano . Sólo comía minerales. Debo reconocer que masticar piedras es bastante incómodo. En la actualidad he vuelto a comer carnes y animales de todo tipo. Me siento bastante bien y mi agresividad ha subido a los niveles normales.
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Gillespi - Un Buen Baño De Crema - Álbum: SuperChatarraEspéshal (2001)