viernes, 31 de diciembre de 2010
jueves, 30 de diciembre de 2010
Dr. Billy Taylor / The Jazz Ambassador
El pianista muere el martes en Manhattan a consecuencia de un ataque cardíaco
NUEVA YORK Miércoles 29 de diciembre de 2010 AP El Universal23:35
Billy Taylor, un aclamado pianista de jazz y compositor que se convirtió en uno de los más fervientes difusores de ese género musical en la radio, la televisión y la organización sin fines de lucro Jazzmobile, falleció a los 89 años.
Taylor murió el martes en Manhattan a consecuencia de un ataque cardíaco, dijo su esposa Theodora Taylor. ''Disfrutó su vida'', comentó. ''La música era su amor''.
Aunque tuvo una destacada carrera como músico y compositor durante varias décadas, y tocó con luminarias como Charlie Parker, Dizzy Gillespie y Miles Davis, probablemente Billy Taylor fue más conocido como un incansable difusor del jazz, educador y locutor.
El doctor Taylor, como prefería que le llamaran, fue el primer negro en dirigir una orquesta en un estudio de televisión en la década de 1950.
Colaboró en la creación de Jazzmobile en la década de 1960, organización que comenzó con conciertos móviles a bordo de un carro de desfile a fin de llevar música gratis a los barrios pobres de la ciudad. Fue conductor de un popular programa de jazz en la Radio Nacional Pública desde 1977 hasta 1982.
Y, en lo que posteriormente calificó como uno de sus logros más significativos, presentaba esbozos biográficos de músicos para el programa dominical de la cadena CBS, lo cual le mereció un Premio Emmy en 1983 por una pieza sobre Quincy Jones.
Arnold J. Smith, un catedrático de la historia del jazz en la Universidad de la Ciudad de Nueva Jersey, y amigo de Taylor, dijo que el pianista era ''uno de los mejores exponentes que haya tenido la historia de esta música. Hasta el punto que me parece que sacrificó su carrera como pianista de jazz por la causa del jazz''.
Para Taylor, el jazz era una forma musical central para contar la historia de Estados Unidos.
William Taylor nació el 24 de julio de 1921 en Greenville, Carolina del Norte, y creció en Washington, D.C. Después de graduarse de la Universidad Estatal de Virginia, donde estudió sociología y música en la década de 1940, se mudó a Nueva York para forjar su carrera como pianista.
Allí consiguió un trabajo tocando con Ben Webster, Big Sid Catlett y Charlie Drayton y pasó a formar el Billy Taylor Trio. Compuso docenas de piezas para cuartetos al igual que más de 300 canciones.
Kicho Díaz / Contrabajista de Tango del Siglo
Kicho Díaz : Contrabajista y Bandoneonista Argentino de Tango
En 1960 integró el recién formado quinteto Nuevo Tango de Astor Piazzolla hasta 1977. Algunas de sus interpretaciones más recordadas, de obras de Astor Piazzolla, son: Buenos Aires, Hora Cero, Contrabajeando, Prepárense y Kicho (ésta última compuesta por Piazzolla a modo de reconocimiento).
Posteriormente integró el Quinteto Real, junto a Horacio Salgán, Ubaldo De Lío, Enrique Mario Francini y Pedro Laurenz.
En 1976 se integró al Sexteto Mayor, hasta su muerte dieciséis años después.
En el año 2000, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, a través de consulta popular, lo declaró el «contrabajista de tango del siglo».
Enrique "Kicho" Díaz - (Buenos Aires, 21 de enero de 1918 – 5 de octubre de 1992)
miércoles, 29 de diciembre de 2010
John Coltrane / When God Comes In Trane
"Trane", llamado así porque desplegaba una fuerza musical similar a la de un tren en marcha, falleció el 17 de julio de 1967, con 40 años, es decir, cuando estaba en el inicio de su madurez. Su prematura muerte resultó una tragedia para el jazz. En sus últimos seis años trastrocó las reglas de la improvisación tan profundamente como lo habían hecho anteriormente Armstrong o Parker.
Nació en Hamlet, un pequeño pueblo de Carolina del Norte. Su padre, un sastre de clase media baja, pudo costearle una limitada educación musical, que John acrecentó cuando la familia se mudó a Filadelfia y logró obtener una beca. Sus estudios fueron truncados por el llamado al servicio militar, que hizo en la Armada. En sus dos años en Hawaii participó activamente en la banda musical.
Coltrane comenzó en el saxo alto, al que sólo dejó en 1951. Ya de regreso de la conscripción, se integró en orquestas de rhythm & blues, para en 1949 entrar de lleno en el bebop con la orquesta Apollo, de Dizzy Gillespie (1949-51). Más tarde pasó a la orquesta del saxo alto Earl Bostic (1952-53) y finalmente, a la de Johnny Hodges (1953-54). Aquí dejó el alto por el tenor. En septiembre de 1955 lo llamó el trompetista Miles Davis para su quinteto y nació una complicidad musical similar a la de otra gran sociedad de esa época: Gillespie-Parker. Esta sociedad, con altibajos, duró hasta 1960, cuando Coltrane formó su propio cuarteto.
Su carrera musical tomó cierta trascendencia con el disco "Tenor Madness", con Sonny Rollins, pero es con el quinteto de Davis -específicamente, cuando grabó su solo en el "Round´ midnight", de Monk , en septiembre de 1956- cuando la escena fijó su atención en este reservado músico.
Paralelamente con su reconocimiento aumentó su adicción a la heroína, al parecer desde 1949, y al alcohol. Una verdadera fuerza destructora se abatió sobre él. A fines de aquel año, Davis lo despidió y Coltrane, en enero de 1957, retornó a su casa familiar de Filadelfia, buscando desintoxicarse. En medio de un síndrome de abstinencia, "Trane" sintió un "despertar espiritual" que lo liberó de esa esclavitud. El definió así ese momento: "De pronto recibí de Dios amor y armonía, que es su esencia".
A su regreso, ya "limpio" de drogas y alcohol, lo llamó el genial Monk para una serie de actuaciones en el Ive Spot de Nueva York. Allí abrió su mente a las variaciones rítmicas y armónicas de Monk. "Sólo nos aprendíamos los acordes básicos y luego cada quien intentaba lo que quería... Después llegaba Monk y nos salvaba", relataba Coltrane.
Después volvió con Davis, en tiempos del sexteto con Bill Evans en el piano -al que nunca comprendió- y junto al saxo alto "Cannonball" Adderley, Paul Chambers y Philly Joe Jones. En esta época grabó el disco "Milestones", que contiene "Straight no chaser", otro tema de Monk, en donde el tenor se mueve en nuevas áreas de expresión. Su solo es premonitorio de lo que sucederá; suena desequilibrado y hasta enfermizo. Aparece ese concepto de articular grupos de notas como racimos consumidos y con una insistencia tan marcada que transforma el standard y logra por contraste que Davis y Adderley suenen simples y hasta monótonos.
Vino luego ese estilo de tocar que tantos problemas le generó a Davis, que opinaba que John debía tocar menos frases. "Si no sabés cómo terminar tu solo, quitate simplemente el saxo de la boca", le recomendaba enfurecido por esas maravillosas corridas que atacaba el genial Coltrane.
Al mismo tiempo fue Davis quien decía de Coltrane: "Era el saxofonista más potente y más rápido que he visto. Tocaba a la velocidad del vértigo y, a la vez, con mucho volumen sonoro. Y eso es difícil. Cuando se ponía el saxofón en la boca parecía un poseído. Era tan vehemente y apasionado y, sin embargo, tan tranquilo y amable cuando no tocaba. Una bellísima persona".
Llega su música
A fines de los años cincuenta, Coltrane se despidió de Davis para desarrollar su música con su grupo. Una trilogía muestra ese avance impetuoso y revolucionario: "Giants steps", "Coltrane jazz" y" My favorite things", los tres para el sello Atlantic. Sus improvisaciones se volvieron desafiantes. La relación con su baterista Elvin Jones era tan rica como explosiva en términos musicales. No hay paz, hay acción. Por ejemplo, el apretado rosario de armónicos en "Harmonique", en el disco "Coltrane Jazz", es demoledor y, a la vez, algo aterrador el escucharlo. "Suena a un hombre maduro aprendiendo a hablar", dirá el polémico crítico Leroi Jones (Imamu Amira Baraka).
Como si fuese poco, Coltrane tomó el saxo soprano y le dio carta de ciudadanía en el jazz a partir de ese vals edulcorado, "My favorite things" usando el soprano como sosouka, con la misma sonoridad oriental. Fue su caballo de batalla durante los años restantes, el tema que una y otra vez hizo en busca de estirar sus fronteras.
A medida que avanzó en su música se percibió su corriente de espiritualidad. Sus melodías eran su manera de relacionarse con Dios, pero con un Dios propio, al que identificaba como "el Uno, el Universo".
Llegó el momento de un despegue violento de las reglas ortodoxas del jazz. En sus últimos tres años, Coltrane creó cuatro discos de enorme significación, tanto en lo musical como en lo personal: "Crescent" (1964), el himno "A Love Supreme" (1964), "Ascension" (1965) e "Interstellar Space" (1967).
Una música que suena viva en las manos de este virtuoso que, en su etapa final, llevó sus conciertos al punto de quedar exhausto durante días. Para este tiempo agregó al grupo al inspiradísimo tenorista Pharaoh Sanders, que era quien lo provocaba a seguir siempre un paso adelante. Como un viejo obispo que invita a un joven predicador a su sermón, así Coltrane buscó superarse. Y lo logró.
Un cáncer de hígado lo llevó junto a su dios. Dicen que no aceptó morigerar su agonía con morfina. Desde el 57, nada lo había quitado de la realidad y, al parecer, no quiso perderse el final. Sí tenía casi una adicción por los dulces y su único desvío era fumar un puro o una pipa al final de cada show.
Una de las funciones del arte es revelar belleza. La música de "Trane" reúne elegancia, elevación y entusiasmo. En "A Love Supreme", en el salmo final, escribió: "¡Quiero ser digno de Dios!" Sinceramente creemos que lo logró.
lunes, 27 de diciembre de 2010
Captain Beefheart/Un Universo Sin Capitán
Creció en el desierto de Mojave, adonde se lo llevaron sus padres para evitar que se dedicara al arte. No lo lograron: muy joven, Don Vliet conoció a Frank Zappa, y a fines de los ’60, con su Magic Band y rebautizado como Captain Beefheart, lanzó discos de una complejidad que desbordaba el rock acercándolo a las vanguardias artísticas. El pico de su leyenda, como hombre intenso, paranoico y como músico excéntrico y sensacional, fue el fundamental Trout Mask Replica, de 1969, uno de los mejores y más raros discos jamás grabados. Su carrera continuó una década más, pero desde hacía treinta años se encontraba retirado y dedicado a su otra pasión, la pintura. La semana pasada murió después de largos años de sufrir esclerosis múltiple, desconocido por muchos y admirado profundamente por tantos que decidieron ser músicos gracias a él.
Domingo, 26 de diciembre de 2010
Por Martín Pérez
Un pescado con traje y sombrero. Y manos humanas. Aún hoy es imposible mirar la portada de la obra maestra del Captain Beefheart y su Magic Band sin sentir un pequeño escalofrío. De placer y de miedo. Al mismo tiempo.
A medio camino entre un personaje de Lewis Carroll y uno de Lovecraft, ahí es donde siempre se ubicará cómodamente el emblema de Trout Mask Replica, un disco de otro mundo, publicado casi al mismo tiempo que el hombre ponía por primera vez un pie en la Luna. Si aquel fue, al decir de aquellos astronautas, un pequeño paso para un hombre pero uno enorme para toda la humanidad, el tercer álbum firmado por Captain Beefheart siempre ha significado un salto enorme para todos los que han llegado a escucharlo, pero su existencia es casi imperceptible para el resto de la humanidad. Apenas un pez en el mar, eso es y será Trout Mask Replica. Pero siempre con traje y sombrero, por supuesto.
Un álbum de culto digno de un artista de culto. Porque eso siempre ha sido Don Van Vliet, a.k.a. Captain Beefheart, un nombre que –aun en tiempos de la inmediatez online, y en el que rock ya no es el sueño del pueblo elegido sino la música de las galeras, el ritmo con el que reman los esclavos de la civilización occidental– sigue funcionando como la clave a través de la que se reconocen los integrantes de una tribu perdida, parte de ese lenguaje secreto que sigue abriendo puertas a otra dimensión, a un mundo que aún parece existir del otro lado, donde la música es algo más que una mera banda de sonido de algo siempre más relevante.
Aquel pescado con traje y sombrero, la imagen de aquel avatar de otro mundo, era lo que su ocasional oyente en tiempos del vinilo sostenía entre sus manos mientras el disco giraba en la bandeja. Pero aun en su reedición en cd, aquella mano que parece saludar a quien escuche la música contenida en sus surcos –en sus bits– sigue generando la misma inquietud, un milagro del que pocos discos pueden vanagloriarse. Pero es que no hay casi discos como Trout Mask Replica, un mantra que merece repetirse una y mil veces. Y no hay muchos artistas como Captain Beefheart, que –sin ser conocido por el gran público, y habiéndose retirado de la música desde hace casi tres décadas– sean capaces de conmover al mundo con la noticia de su muerte.
Una leyenda de boca en boca, una contraseña apenas, con forma humana. Hasta el viernes pasado, al menos, en que la galería que vendía sus cuadros –porque después de una carrera musical que duró una década y media, y doce discos, lo había abandonado todo para dedicarse a pintar–- informó al mundo que Van Vliet había abandonado el edificio. “Una vez que uno ha escuchado a Beefheart, es difícil sacártelo de la ropa. Se impregna, como el café o la sangre”, aseguró alguna vez Tom Waits, uno de sus más fervientes admiradores. “Voy a extrañar hablar con él por teléfono, describiendo lo que veíamos por nuestras ventanas”, lo despidió el viernes pasado en el Los Angeles Times. “Era el alfa y el omega. La marca de agua más alta. El único que se acordaba de traer fósforos. Se fue y no volverá.”
Aunque, en realidad, hace tiempo que el Captain Beefheart ya se había ido. Y lo hizo tal como había llegado. Un tirano, un mitómano, un hombre siempre en llamas, cuenta la leyenda que el pequeño Don Vliet –el Van vendría mucho después– demostró desde muy pequeño dotes para el arte, y llegó a ganarse una beca para ir a estudiar a Europa. Pero como sus padres desconfiaban de todo lo artístico (“Pensaban que todos los artistas eran maricones”, explicó siempre Don), lo alejaron de esas tentaciones instalándose en medio del desierto del Mojave. Allí se dedicó a escuchar viejos simples de blues junto a un amigo llamado Frank Zappa, del que tomó el apodo con el que lo conocería el mundo. Para su primer disco su voz de blusero maldito tuvo la ayuda de un jovencísimo Ry Cooder, que lo ayudaría a dar forma a los temas de Safe As Milk (1967), pero saldría corriendo apenas pudo de la locura que siempre rodeó a sus grupos. “Es un fascista, uno se siente Anna Frank a su lado”, aseguró alguna vez el factótum de Buena Vista Social Club, que diez años más tarde se vengaría del Captain encerrándolo en un estudio durante 5 horas, hasta que finalmente dejó grabada su voz en una de sus primeras bandas de sonido, la de la película Blue Collar.
Después de aquel debut vendría Strictly Personal (1968), un disco arruinado en la posproducción, y más tarde la ayudita de su amigo Frank Zappa para grabar el legendario Trout Mask Replica (1969), el complicadísimo álbum doble que su Magic Band ensayó de manera casi dictatorial durante casi un año para terminar grabando en cuatro horas y media, ante la mirada atónita de Zappa, su productor. “Fue algo difícil de producir porque, desde el punto de vista técnico, era imposible explicarle algo a Don. Así que mantuve la boca cerrada y le dejé hacer lo que quisiera –dijo alguna vez–. Creo que si el disco hubiese estado a cargo de un productor profesional, podría haber habido varios suicidios.” Para muchos su sucesor, el aún hoy inconseguible Lick My Decals Off Baby (1970) es aún mejor, pero después el Captain aflojó un poco las riendas y trató de alejarse de los límites el universo musical con discos como el más convencional The Spotlight Kid (1972), e incluso Unconditionally Guaranteed (1974) y Bluejeans And Moonbeams (1974). Rescatado por Frank Zappa en el pico de popularidad de sus Mothers of The Invention para cantar en una gira inmortalizada en Bongo Fury (1975), su disco a dúo, Beefheart recompuso su acto y arrancó la década siguiente rodeado de músicos jóvenes que lo idolatraban, y con el respeto y admiración del punk y las escenas subsiguientes, todos confesos deudores de su música.
“Me halaga, pero no los escucho –confesó el Captain, siempre paranoico y con temor de que le robaran su arte–. No es muy educado de mi parte, pero... ¿Para qué voy a querer mirar a través de mi propio vómito? Creo que no se dan cuenta de que vuelven a poner todo dentro del rock n roll: bomp, bomp, bomp. Justo de lo que yo trato de alejarme, de ese Mama Heartbeat. Pero bueno, supongo que tienen que ganarse el pan.” Su última obra maestra fue Doc at The Radar Station (1980), un curioso y fascinante álbum de ritmos poderosamente atípicos, en línea directa con el dadaísmo extremo de Trout Mask Replica. Todo el pospunk y la new wave más oscura pueden resumirse ahí, desde Pere Ubu hasta Talking Heads o PIL, cuyo líder John Lydon siempre fue un confeso fan de Beefheart.
Pero cuando parecía que podía haber encontrado su lugar, de pronto Don Van Vliet se olvidó del mundo de la música, y se retiró al Mojave a pintar sus cuadros. Con la ayuda de Julian Schnabel se había acercado al universo del arte, y su agente le recomendó que si quería ser tomado en serio como pintor, debía renunciar a la música. “Mucha gente no sabe esto, pero aunque siempre pinté consistentemente durante los ‘60 y los ‘70, nunca mostré mi trabajo porque no tenía ganas –explicó a comienzos de los ‘90–-. Estoy contento de mostrarlo ahora, porque el mundo del arte me permite vivir mejor que el mundo de la música. Ayuda el hecho de no tener que estar rodeado de fans, así que ahora estoy mucho mejor, pinto todos los días. Pintar es como un chaleco de fuerza de colores, y no puedo esperar a ponérmelo cada mañana.”
“¿No sentís que los objetos inanimados están vivos?”, le preguntó el legendario periodista de rock Lester Bangs en una nota publicada por el Village Voice a comienzos de los ‘80. “Por supuesto que sí, ¿vos no?”, le repreguntó Beefheart. “No lo sé”, dudó Bangs. “Vamos, vos también lo creés”, insistió el Captain, que detestaba a la humanidad y amaba a los animales, al punto de dejar azúcar en la puerta de su casa para las hormigas.
Aun tras tres décadas de silencio, el hombre que llegó a jugar con el idioma inglés como James Joyce y el único dadaísta del rock, como lo bautizó su amigo Lester, seguía siendo una leyenda. Aunque el mundo todavía no se había dado cuenta. Pero el Capitán Corazón de Bife tuvo la mala idea de morirse el viernes pasado, y –entonces sí– su nombre reapareció en el mundo, y se repitió hasta el infinito en las redes sociales, llegando su mención al primer puesto en todas las versiones posibles: Beefheart, Captain, Van Vliet. Una demostración de que tal vez ese mundo paralelo, de donde siempre pareció provenir su música, aún está ahí, esperándonos. “Lo único que detiene a un compositor de pensar en la música es el rigor mortis, y yo aún compongo todo el tiempo”, le confesó entonces a Bangs, explicándole que cada vez que esperaba que se secara un cuadro, componía su música. Pero que ya había terminado para siempre con el negocio de la música.
Parece que el mundo, sin embargo, aún no ha terminado con Beefheart. Siempre hay una Luna por pisar, después de todo. Y aún está ahí Trout Mask Replica, siempre disponible para explorar. Un pequeño paso para el hombre, pero otro también, enorme, bien lejos de la humanidad.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-6717-2010-12-27.html
Captain Beefheart & His Magic Band - Moonlight in Vermont
viernes, 24 de diciembre de 2010
jueves, 23 de diciembre de 2010
Buddy Miles / The Baddest Of The Bad
Después de Electric Flag, Miles comenzó a colaborar con el legendario Jimi Hendrix. Miles se había reunido anteriormente con Jimi Hendrix en un momento en que ambos estaban actuando como músicos de acompañamiento para otros artistas en los inicios de los años 60. La reunión había tenido lugar en Canadá en 1964, en un show en que ambos participaban.
Miles dijo de su primera reunión con Hendrix: “Él estaba tocando en la banda de Isley Brothers y yo estaba en Ruby and the Romantics... [Jimi] tenía su cabello con una cola de caballo y unas largas patillas. Aunque se veía tímido, podría decir que este chico era diferente”.
Este era el comienzo de una amistad que más tarde daría lugar a variadas colaboraciones entre los dos artistas. En 1967, Hendrix y Miles “jamearon” en la casa de Stephen Stills en Malibú, y tocaron juntos de nuevo en diversas ocasiones, tanto en Los Ángeles como en Nueva York en 1968. Hendrix ocasionalmente se unió a Electric Flag en el escenario. Poco después, Jimi Hendrix comenzó a abrir su estudio de grabación para incluir artistas invitados. Y de esta manera, como era de esperar, Buddy Miles fue invitado a participar. Miles tomo parte en las sesiones de grabación de “Electric Ladyland”, tocando en las canciones “Rainy Day, Dream Away” y “Still Raining, Still Dreaming”.
En 1969, Hendrix estaba muy ocupado, pero encontró tiempo para producir los dos primeros discos publicados por la banda de Buddy Miles, Buddy Miles Express; “Expressway To Your Skull” y “Electric Church”. Era evidente la curiosidad pública en cuanto a si el nombre de la banda Buddy Miles Express, estaba influenciada por la Jimi Hendrix Experience.
Poco después de la edición del álbum “Electric Ladyland”, Noel Redding (bajista original de la Experience) y Mitch Mitchell (bateria de la Experience) se separaron de Hendrix, y con constantes discusiones entre el manager de Hendrix (Michael Jeffery) y su productor (Alan Douglas), quienes rivalizaban por el control de su carrera. Todos querían un pedazo del éxito de Hendrix.
Como Buddy Miles explicó: “Jimi no era feliz. Se sentía impotente. No podía hacer lo que él quería hacer”.
La solución que Hendrix encontró al problema fue fundar una banda de corta vida llamada Band of Gypsys, y Miles se unió a él.
Una de las características notables para su público en ese momento era el hecho de que todos los integrantes eran negros. Esta fue la primera vez para Hendrix como una estrella internacional, a pesar de que había tocado con Isley Brothers en sus comienzos, y esta elección reflejaba un movimiento hacia encontrarse con sus raíces.
También tuvo el efecto de asociar el rock con sus raíces afro-americanas. “Live at the Fillmore East” se registro el Año Nuevo 1969/70. Fue posiblemente la más fascinante grabación de Hendrix y Miles. La banda estaba asentada en la ciudad de Nueva York, donde Hendrix estuvo la mayoría de su tiempo. Hendrix, que se había enredado en litigios legales relativos a los contratos que había firmado antes de su reconocimiento internacional, fue obligado a editar una grabación para la etiqueta Capitol Records como parte del acuerdo en el tribunal. Este hecho llevó a la grabación en vivo de su colaboración con Buddy Miles y Billy Cox.
Sin embargo, durante un seguimiento de sus conciertos un mes más tarde, Hendrix tuvo un pequeño problema relacionado con drogas en el escenario, que también se ha especulado que fue un acto de sabotaje por parte de su frustrado manager Michael Jeffrey, que no estaba de acuerdo en que Band of Gypsys fueran todos negros y tuvieran influencias de R&B. Miles dijo sobre el incidente años más tarde: “Jeffrey deslizo dos medias tabletas de ácido en el escenario que pasó con bebidas. Le dije a Jeffrey que era un completo idiota.
Una de las mayores razones por las que Jimi está muerto es ese tipo”. Miles y Jeffrey ya tenían una relación tensa, y Jeffrey se sentía incómodo con la estrecha amistad entre Hendrix y Miles. Después de la actuación en el Madison Square Garden en enero de 1970, Jeffrey despidió a Buddy Miles y The Band of Gypsys se acabó.
Miles siguió trabajando con Hendrix durante principios y mediados de 1970 después de que la Jimi Hendrix Experience no había logrado reorganizarse para grabar. Miles contribuyó en las grabaciones de estudio de "Room Full of Mirrors", "Izabella", "Ezy Ryder" y la primera versión de "Stepping Stones" (en la que Mitchell toco en la pista final). Estas canciones han sido editadas en varios álbumes póstumos de Hendrix. Irónicamente, el álbum “Band of Gypsys”, editado en mayo de 1970, fue Top 10 a ambos lados del Atlántico, y estuvo en las listas de EE.UU. durante más de un año. Hendrix murió en septiembre de 1970, teniendo este álbum aun más repercusión.
Buddy Miles pasó a producir otros discos bajo su propio nombre. Una canción que había escrito y grabado con Band of Gypsys, “Them Changes” fue grabada por Miles de nuevo con su propia banda y editada poco después de su paso por la banda de Hendrix en Mercury Records. El ex integrante de Band Of Gypsys, Billy Cox, toco el bajo en esta grabación. En este tiempo Miles cambio el nombre de “Buddy Miles Express” a su propio nombre, Buddy Miles. La banda incluía al bajista David Hull (que se iría a trabajar con Joe Perry de Aerosmith) y al guitarrista Charlie Karp. La misma banda que edito el álbum en vivo titulado “Live”, incluyo con su firma la canción, “Them Changes”. A finales de 1968, aparecieron en el especial de televisión de los Monkees “33 1/3 Revolutions Per Monkee” que fue presentado en abril de 1969. Buddy contribuyo también a una serie de canciones de Cheech y Chong. Lo más notable fue “Lost Due To Incompetence (Theme For A Big Green Van)” de la película de 1978 “Up In Smoke”. Miles edito “Them Changes”, una cuarta vez en una colaboración en vivo que hizo con Carlos Santana. Esta versión en particular es especialmente notable por su intensa energía, instrumentos de vientos y radiantes guitarras ofrecidos por un muy joven y enérgico Santana. Miles pasó a firmar por el sello de grabación de la era 70's-80's, Casablanca Records, más conocido por su banda de rock KISS. El trabajo de Miles para el sello incluyo el excelente álbum publicado bajo su propio nombre, “Bicentennial Gathering Of The Tribes”. Este incluye en las notas una cita del Presidente John F Kennedy en relación a los indios americanos. La cita que se incluye es “When we neglect the heroic past of the American Indian, we thereby weaken our own heritage” (“Cuando abandonamos el heroico pasado de los Indios Americanos, deterioramos nuestro propio patrimonio”). Esto es interesante en relación a su antigua amistad y colaboración con Jimi Hendrix, que, de hecho, había mucha sangre de Indio Americano en la línea de su familia.
No debería dejar de mencionar que parte de su fama como músico de rock era su apariencia física. Atrapo muchas miradas y sonrisas que mantuvo aprisionadas desde el escenario en los días de la Electric Flag, con su bandera americana o camisas de lentejuelas, su alto cepillado afro, y su enorme sonrisa. Buddy fue un icono para los hippies.
En 1986 Miles puso la voz para la campaña publicitaria de California Raisins, en particular canto “I Heard It Through the Grapevine”, y también fue primera voz en dos álbumes de California Raisins en la década de los 60. En 1986 y 1987, después de pasar el fin de los 70 y principios de los 80 encarcelado por cargos de drogas, se reincorporó a Carlos Santana como vocalista en el álbum “Freedom”. En 1996, se hallaba con la banda de rock Phish en el Madison Square Garden. Buddy Miles fue visto en la edición del video oficial The Making of Electric Ladyland en Rhino Records. Este vídeo ofrece entrevistas con la mayoría de los músicos que participaron en la grabación del legendario álbum de Hendrix. En 1999 Miles apareció en el ultimo álbum de Bruce Cameron, “Midnight Daydream” que incluyo otros ex alumnos de Hendrix, Billy Cox y Mitch Mitchell junto con Jack Bruce y otros. En 2004 Miles se reúne una vez más con Billy Cox de la Band of Gypsys para volver a grabar las canciones del álbum en vivo original de 1970 con los guitarristas Eric Gales, Kenny Olsen, Sheldon Reynolds, Andy Aledort, y Gary Serkin. El álbum, titulado “The Band Of Gypsys Return”, fue editado en 2006. Hasta su muerte, Buddy Miles continuaba su actividad musical y presentándose en shows en que las entradas iban en ayuda para las víctimas de desastres naturales y otras causas nobles.
A Buddy Miles se le acreditan sesiones con George Clinton, Parliament y Funkadelic. En 2005 Buddy Miles comenzó a colaborar con el virtuoso de la guitarra de Florida, Tony Smotherman, en el que en las dos giras por el Sudeste de Estados Unidos con una banda blues-rock presentando varios temas de las colaboraciones de Miles con Jimi Hendrix. La ultima presentación de Miles y Smotherman fue en el Austin Convention Center en el 2007 Summer NAMM Show con Vernon Reid de Living Color. Buddy Miles toco sus últimos días en 2007, en la costa oeste de los Estados Unidos con la ayuda de su amigo, Alexander Brett. Él se vio obligado a cancelar el resto de las fechas a causa de problemas cardíacos.
Buddy Miles falleció el 26 de febrero de 2008 en su casa en Austin, Texas a la edad de 60 años. La causa de la muerte aún no se ha anunciado, aunque su publicista Duane Lee le dijo al New York Times que Miles había sufrido recientemente de insuficiencia cardiaca.
Hay un historial de insuficiencia cardiaca congestiva en su familia. Su hermana y madre murieron de la misma enfermedad. Se sabe que su corazón estaba sin duda luchando, trabajando a sólo el 15%, y su estado de salud se había deteriorado en los últimos meses. Según sus amigos, “le habían quitado su desfibrilador y estaba listo para el cielo” No hubo funeral; Buddy fue incinerado.
El día antes que Buddy muriera, él escuchó a Eric Clapton tocando “Them Changes” en el Madison Square Garden a través de su teléfono movil. “Them Changes”, es ahora parte de la gira de Clapton como un homenaje a Buddy. El periódico ingles “The Independent” puso a toda página un obituario para Buddy Miles en su edición del Viernes 29 de febrero de 2008. El título fue “Buddy Miles: Flamboyant Hendrix drummer” (“Buddy Miles: El extravagante bateria de Hendrix”), y puede encontrarse en la página 47. Consultado sobre cómo le gustaría ser recordado por el American Music Magazine en 1995, Miles simplemente dijo: “El mas malo de los malos. Dicen que soy el baterista más malo. Si eso es cierto, gracias mundo”.
http://www.frandiperblues.esforos.com/post283?lofi=1
Buddy Miles & MST - Live "Purple Haze" 1995
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Primavera Sound Festival / Barcelona 2011
El Primavera Sound contraataca con los Grinderman de Nick Cave.
16/12/2010 - 02:34h
Barcelona. (EUROPA PRESS). - La banda liderada por el artista Nick Cave Grinderman se ha convertido en otro cabeza de cartel del San Miguel Primavera Sound, que se celebrará del 25 al 29 de junio entre el recinto del Poble Español, en Montjuïc, y el Forum.
El festival ha confirmado la presencia del grupo del líder de origen australiano, que defenderá el segundo álbum publicado este año, 'Grinderman 2', aclamado por público y crítica.
Constituidos en 2006 como el reverso rockero y más crudo de los Bad Seeds, el grupo está formado por Nick Cave, Warren Ellis, Martyn P. Casey y Jim Sclavunos --todos ellos componentes de Nick Cave And The Bad Seeds--.
Grinderman - Heathen Child- Live Later With Jools Holland
La banda ya actuó en el festival Summercase de Barcelona, en 2008. Aias, Animal Collective, Pulp, Ariel Pink's Haunted Graffiti, Belle & Sebastian, Blank Dogs, BMX Bandits, Broadcast, Cloud Nothings, Comet Gain, Dan Melchior und Das Menace, Das Racist, Deakin, Emeralds, The Fiery Furnaces, The Flaming Lips, Fleet Foxes, The Fresh & Onlys, Games, Gang Gang Dance, Grinderman y Half Japanese son algunos de los grupos confirmados.
También estarán John Cale & Band + Orchestra tocando 'PARIS 1919' live, Julian Lynch, Las Robertas, Male Bonding, Mee And The Bees, Mercury Rev tocando 'Deserter's Songs', Mogwai, My Teenage Stride, The National, Nisennenmondai, Papas Fritas, Sonny & The Sunsets, Suicide, Swans, Triángulo De Amor Bizarro, Twin Shadow, The Vaccines, The Walkmen.
http://www.lavanguardia.es/musica/20101216/54090608261/el-primavera-sound-contraataca-con-los-grinderman-de-nick-cave-como-cabezas-de-cartel.html
John Cale "PARIS 1919" Live at The Paradiso- Amsterdam- Netherlands
Atomic / Teater Studio Lederman Stockholm-Sweden
PATRICIA GODES 18/12/2010
El quinteto escandinavo Atomic hace jazz: pura y simplemente. Una concepción del jazz radicalmente particular, ecléctica y nueva que bebe de los maestros de diversas épocas, Ellington, Shepp, Mingus, Russell o Davis -entreverado con respeto profundo y admiración sin límites hacia el free europeo-, pero que desborda todas las influencias y enseñanzas para lograr una personalidad propia e inconfundible.
Ganas de vivir y de disfrutar y ganas de comunicar al mundo lo que se siente cuando eres joven, tienes talento, recorres países lejanos, tocas con los mejores y te aplauden. Atomic son capaces de hacer una música que es de hoy y que es del futuro también con los instrumentos acústicos de los músicos de hace 50, 80, 100 o 120 años. Los mejores momentos de Atomic nos hacen recuperar la energía de nuestros siete u ocho años cuando abrazábamos la vida sin más y éramos incapaces de dejar de saltar, gritar y correr sin motivo y sin razón.
Juntos y separados, los suecos Magnus Broo -trompeta- y Fredrik Ljungkvist -saxofones, clarinete- y los noruegos Håvard Wiik -piano-, Ingebrigt Håker Flaten -contrabajo- y Paal Nilssen-Love -batería- poseen currículo y experiencia suficientes. Graban desde el año 2000 para un pequeño sello noruego -Jazzland, del pianista Bugge Weseltoft- y son compañeros y cómplices del incansable Ken Vandermak en varios de sus proyectos. Este es su álbum número diez, grabado en directo en Estocolmo, contiene una bellísima y equilibrada combinación de las melodías épicas y solemnes de Broo, la demencia hipnótica de Love, las sabias y mágicas composiciones de Ljungkvist y de Wiik y la implacable habilidad de Flaten. No hay líderes en Atomic, pero sí un estilo lleno de fuerza contagiosa y omnipresente.
Los críticos no ahorran alabanzas cuando se refieren a Atomic, el público aplaude enfervorizado, pero la más divertida y acertada definición de la música del quinteto es la receta que ellos mismos han acuñado: "Una parte de conferencia académica y una parte de noche de juerga".
martes, 21 de diciembre de 2010
Frank Zappa / 70th Birthday Celebration!
La vida de un músico trangresor que tuvo la certeza de que “sin desviarse de la norma, el progreso es imposible”.
Fuente: Carlos Salatino
Tiempo Argentino
Frank Vincent Zappa nació el 21 de diciembre de 1940 y fue el primer hijo de una familia de orígenes griegos, sicilianos, árabes y franceses. De joven, pasaba el tiempo dibujando. Esto fue lo que en cierto modo lo conectó con la plástica y, posteriormente, con la música, ya que le llamaba la atención que una persona pudiera comprender lo que estaba escrito en las partituras. El lo veía desde el punto de vista gráfico, pero se dio cuenta de que había una relación entre lo que estaba plasmado en un pentagrama y lo interpretado.
La primera música que lo atrajo fue la de sus ancestros árabes y, más tarde, el rhythm & blues.
Pero lo que lo conmovió aún más fue la lectura de un artículo en el que se comentaba un long play, The Complete Works Of Edgar Varèse, descripto como “un conglomerado de golpes de percusión y otros desagradables sonidos”. Le sorprendió tanto este comentario que hizo todo lo posible por conseguir ese disco.
Pasaba las noches escuchando la música de Varèse e invitaba a amigos con los cuales no lograba compartir su admiración por el músico. Más tarde se adentró en la obra de Stravinsky y Webern.
Su primer instrumento fue la batería pero rápidamente pasó a la guitarra y comenzó a integrar pequeñas bandas en su pueblo natal, Baltimore.
La necesidad de trabajar lo hizo convertirse en un músico profesional y fundar un estudio de grabación, Studio Z, en donde con otros músicos acompañaba a diferentes artistas para sus grabaciones.
Estos músicos fueron la base de su grupo, The Mothers of Invention, con el que comenzó a tocar periódicamente e inició su carrera discográfica con el álbum Freak Out, de 1966.
No es fácil definir la música de Zappa. Si bien en un principio se la vinculó al rock, sus inquietudes musicales iban más allá de este estilo. Transgresor e irreverente, no dudó en expandirse a terrenos vinculados al jazz, la música experimental y la académica.
Hoy, su figura es respetada en distintos ámbitos musicales y su estilo guitarrístico es admirado y reverenciado por muchos colegas.
Su particular modo de sentir la música hizo que en 1963 se presentara en el Show de Steve Allen ejecutando un concierto para bicicleta, o sorprendiendo a Zubin Mehta al dirigir a los músicos de la orquesta ejecutando “estornudos y eructos” indicados en la partitura de 200 Motels de 1971.
Esa misma irreverencia la tuvo para luchar contra la censura durante el gobierno de Reagan. En ese momento, su alegato en el Congreso de los Estados Unidos sirvió para frenar las intenciones de un amplio marco social y político vinculado al gobierno republicano.
Zappa, que estaba convencido de que las actuaciones en vivo eran el perfecto laboratorio para crear música, desarrolló una carrera en la que publicó más de 70 discos, muchos de ellos dobles, triples y hasta cuádruples. Una gran cantidad de músicos participó en sus proyectos. Muchos de ellos lograron ser reconocidos en sus respectivas carreras.
A comienzos de los ‘90 le diagnosticaron un cáncer de próstata inoperable, lo cual no atenuó su pasión por el trabajo. Encerrado en su estudio, siguió componiendo, grabando y preparando material para que fuera editado tras su inevitable muerte. En 1992 lo contactó el Ensemble Modern de Alemania para interpretar sus obras que quedaron registradas en el disco The Yellow Shark, de 1993. Zappa llegó a dirigir algunos tramos del mismo, en la medida que su deteriorada salud se lo permitía. Su vida, que se fue extinguiendo lenta y dolorosamente, se apagó el 4 de diciembre de 1993. Murió en el mismo mes en que había nacido luego de haber producido una verdadera revolución musical, la Revolución Zappatista.
Sus hijos colocaron junto a su cuerpo, los dos elementos que más lo acompañaron en su última etapa de trabajo febril: su cafetera y su molinillo de pimienta.
http://www.diariodecultura.com.ar/web/news!get.action;jsessionid=B7F325D755CC4DAC36BD623E2A1461B5?news.id=4229
Frank Zappa -Black Napkins
Frank Zappa / Zappa Quotes
Zappa Quotes
“La sociedad paga para tener un sistema educativo de mierda, porque mientras mas idiotas salgan, más fácil de venderles algo es, hacerlos dóciles consumidores, o empleaduchos. Graduados con sus títulos y nada en sus cabezas, que creen saber algo, pero no saben nada. ¿Qué música escuchan? Mis discos seguro que no”.
"Nunca me ha importado que treinta millones de personas puedan pensar que estoy equivocado. El número de personas que pensaban que Hitler tenía razón no prueba que estuviese en lo cierto ¿Tengo acaso que estar necesariamente equivocado sólo porque unos pocos millones de personas piensen que no tengo la razón?"
"Algunos científicos argumentan que, debido a su abundancia, el hidrógeno es el bloque básico con el que el universo está construido. Estoy en desacuerdo. Pienso que hay mucha más estupidez que hidrógeno, y que por lo tanto la estupidez es el bloque básico con el que el universo está construido".
"Sin desviarse de la norma, el progreso es imposible".
Frank Zappa / The Subversive World of Zappa
Este mes de diciembre, el gran jefe freaky hubiera alcanzado las siete décadas de vida. Por desgracia, el cáncer se lo llevó en 1993 y desde entonces muchos no hemos dejado de extrañarlo.
2010-12-13
Hugo García Michel
2. Creo que fue Xavier Velasco el que alguna vez escribió (palabras más, palabras menos) que si uno tenía una colección de discos de Zappa y decidía casarse, tendría que resignarse a no volver a escucharla, al menos hasta que llegara el divorcio (cosa que pude comprobar personalmente mientras duró mi matrimonio). Esta idea de que a las mujeres no les entra la música del autor de álbumes como Freak Out y We’re Only in It for the Money durante años no me pareció del todo errada. Sin embargo, a últimas fechas me he topado con mujeres jóvenes (básicamente veinteañeras) que no sólo dicen que les gusta Frank Zappa (lo cual podría ser una pose o una forma de querer quedar bien), sino que en verdad conocen buena parte de su obra, lo cual me parece todavía un poco irreal…, aunque ciertamente maravilloso.
3. Algo que siempre me brincó de Zappa es su rechazo a los libros. Así, de plano. No le gustaba leer y llegó a declararlo abierta y llanamente. Como gran amante de la literatura, no deja de hacerme ruido que un hombre de genio, capaz de levantar un edificio musical tan monumental y tan lleno de riqueza artística, haya despreciado con olímpico desdén a los humildes libros. Esto a pesar de los muchos volúmenes que se escribieron acerca de su vida y su producción discográfica, entre ellos su divertidísima autobiografía The Real Frank Zappa Book.
4. Frank Zappa nunca escribió una canción de amor. Jamás hizo letras de esas que la gente convencional llama “románticas”. “Hay más canciones de amor que otra cosa”, decía. “Si esas canciones pudieran influir en algo, nos amaríamos los unos a los otros”. En realidad, se burlaba sarcásticamente de esa clase de temas. En cambio (y qué bueno) compuso muchísimas y muy jocosas canciones sobre sexo (desde “Titties & Beer” y “Catholic Girls”, hasta “Dirty Love” y “Take Your Clothes Off When You Dance”).
5. Enorme guitarrista, conocía perfectamente cuáles eran sus alcances y cuáles sus limitaciones. Cuando algún crítico de esos que nunca faltan escribió que era un ejecutante mediano, Zappa le respondió con la grabación de un álbum triple, instrumental, constituido exclusivamente por solos de guitarra. Shut Up ‘n Play Yer Guitar apareció en 1981 y aún hoy día sigue siendo un trabajo asombroso. No obstante, el tipo sabía muy bien qué era lo que podía tocar y qué lo que no. Por eso, para discos como You Are What You Is (1981), Ship Arriving Too Late to Save a Drowing Witch (1982) o The Man from Utopia (1983) escribió las partes de guitarra más intrincadas que uno pueda imaginar, las denominó “impossible guitar parts” o “strat abuse” e hizo que el entonces muy joven Steve Vai se encargara de ejecutarlas (esto a pesar de que cuando Vai conoció a Zappa, en 1979, le dijo: “Quiero tocar como tú”, a lo que el buen Frank le respondió: “Eso es imposible, eres demasiado joven”).
6. De los más de 60 discos que Frank Zappa grabó a lo largo de 27 años, el más despreciado por la crítica y por quienes se dicen connaisseurs es The Man from Utopia. Discrepo por completo. De hecho, es uno de mis álbumes consentidos de este nativo de Baltimore. Desconocido por la mayoría de quienes se dicen zappianos, contiene composiciones memorables por su intrincada construcción armónica, su variadísima rítmica y su aplastante y deliciosamente absurdo sentido del humor. Temas como “Cocaine Decisions”, “The Dangerous Kitchen” “The Man from Utopia Meets Mary Lou” y la indescriptible y guarrísima “Sex” están entre lo mejor que hizo Zappa desde la época del Absolutely Free (1967).
7. Frank Zappa nació hace 70 años (el 21 de diciembre de 1940) y murió hace 17 (el 4 de diciembre de 1993). Una de sus frases favoritas era: “El absurdo es la única realidad”. Vaya que el tiempo le ha dado la razón.
http://impreso.milenio.com/node/8880408
Frank Zappa / Religión? Músico.
"Creo que los manejos de la industria terminarán matando al rock", dijo el cantante fallecido, durante la grabación del disco final de su carrera
JOE JACKSON 12/12/1993
Nacido en Baltimore, Estados Unidos, en 1940, de padres pertenecientes a una segunda generación de griegos sinos (su padre tocaba la guitarra al estilo melódico errante), Frank Vincent Zappa empezó a estudiar percusión orquestal en una escuela de verano a los 12 años. Tempranamente influido por Ionización, del compositor de vanguardia Edgar Varese, que fue el primer disco que compró dos años más tarde, se apasionaría después la experimentación rítmica, comple mentada por una pasión adolescente por el tipo de solos de guitarra eléctrica que oía en los singles de rhythm and blues.Sin embargo, al cumplir 15 años, cuando el mundo daba sus primeros pasos en la era del rock, su madre le preguntó qué quería que costara unos cinco dólares y, como recordó ella en su autobiografía de 1989, la respuesta fue: "Bueno, en vez de comprarme algo, ¿por qué no me dejas simplemente hacer una llamada de larga distancia?". Ella le dejó. "Decidí llamar a Edgar Varese a Nueva York. Su mujer, Louise, me dijo que estaba en Bruselas trabajando en una pieza para la Exposición Universal (Poema electrónico). No recuerdo exactamente lo que dije cuando por fin hablé con él unas semanas más tarde, probablemente algo bien formulado como: 'Tío, tu música me pone'. Pero me dijo que estaba trabajando en una nueva pieza Ramada Desiertos, lo cual me emocionó, ya que Lancaster, California, es, taba en el desierto. Cuando tienes 15 años y vives en el desierto de Mojave y descubres que el Mayor Compositor del Mundo está trabajando en una canción que habla, como aquel que dice, de tu lugar natal, ¡te emocionas al instante!". A Zappa le sorprendió igualmente la sensación de reconocimiento cuando compró su segundo disco, una versión de La consagración de la primavera, de Stravinsky, hecha por una no muy prestigiosa orquesta. Arrastrándole al mundo de la música dodecafónica, los cuartetos para cuerda de Anton Webern y su Sinfonía Opus 21 completaron el trío de influencias que dominaron desde entonces su mente y su corazón.
Frank Zappa, que falleció de cáncer de próstata en Los Ángeles el 4 de diciembre, llevaba casi 30 años en primera fila de lo que podría definirse vagamente como rock de vanguardia. Lo que sigue es el resultado de una conversación no planeada e improvisada sobre la marcha, que tuvo lugar en Hollywood Hills, con vistas a Los Ángeles, el 26 de febrero, la mañana siguiente a la entrega de los Premios Grammy. Con 52 años y una salud precaria, Zappa se tomó un descanso en la grabación que estaba realizando con Tom Jones y los Chieftains para reflexionar sobre su a menudo tortuosa carrera y sobre el estado general de la música contemporánea. La charla discurrió en un tono relativamente superficial y callado, con un Zappa visiblemente debilitado y de piel amarillenta que sólo un momento antes se había llevado a Paddy Moloney a un extremo del estudio para explicarle tranquilamente: "Tengo que volver a mi habitación, por la enfermedad".Frank Zappa había llegado a los noventa anticipándose al futuro. En la década anterior, compuso un musical de Broadway sobre el sida, la homofobia y el racismo titulado Thing-Fish; produjo un concierto con música de Varese; grabó un disco de música barroca del siglo XVIII, y, aunque esto sería discutible, se plantó en el siglo XXI con su forma de tocar la guitarra de rock and roll en discos como Shut up & Play yer guitar.
A todas luces, no cree que el rock and roll haya evolucionado tanto como ha evolucionado la música clásica en este siglo. "Algunos creen que si añades un acorde de más a un blues has ampliado los horizontes, y otros creen que si añades ese acorde de más has arruinado el blues ", dice sonriendo. "Así que, en lo que al progreso musical se refiere, depende del punto de vista del que partas y de lo purista. que quieras ser. Pero si echamos un vistazo a los últimos 30 años de actividad musical, me temo que tendría que decir que si el rock ha avanzado, en el sentido literal de la palabra, lo ha hecho sobre todo en el terreno de la mercadotecnia industrial. La mayor parte de la creatividad que ves en el mundo del rock de nuestros días es la creatividad en el marketing que, para empezar, respalda un material simplón e increíblemente banal".
Intentos vanos
El predominio de las exigencias del mercado en el rock hace que Frank Zappa piense a veces que todos sus intentos por ampliar el género han sido en vano. "Porque sólo puedes llevar las cosas hasta cierto punto si no puedes alcanzar una gran audiencia, si en la radio no ponen tu música y si no puedes permitirte salir de gira a menos que estés financiado por una compañía de refrescos", dice.
"Te echan del mercado las fuerzas que están claramente más interesadas en vender su producto que en ampliar los horizontes de la música, y también los músicos que las sostienen. De hecho, ambas fuerzas conspiran para que no avance la música, para que todo se mantenga en un nivel básico, manejable y comercial", añade.
Con este telón de fondo, ¿ve alguna esperanza para la música rock o cree que los manejos de la industria acabarán matando todo el potencial que demostró tener en sus inicios, a mediados de los cincuenta? "Creo que los manejos de la industria terminarán matando al rock", dice suspirando. "Es por eso por lo que le digo a la gente que lo aprovechen antes de que se enfríe. Es otra de las. cosas buenas de un grupo como los Chieftains. Tocan en directo sin ninguna concesión a la era del vídeo. Es algo real, no una mierda como la mayor parte de lo que ves/oyes en estos días, especialmente de lo que ves. Es trágico".
No debería sorprender a sus seguidores europeos saber que en nuestros días pueden oírse con frecuencia las últimas composiciones de Zappa en la emisora de música clásica de la BBC, Radio 4, y que, por desgracia, es en revistas de música clásica como The Gramophone y no en publicaciones de rock donde se hacen las reseñas de sus grabaciones. Está a punto de publicarse Yellow shark, la grabación de un concierto que dio en Alemania el pasado mes de septiembre. El pasado febrero estaba trabajando en una ópera que, "si todo va bien" se estrenará en Viena en 1994. No hace falta decir que su planteamiento de la ópera, como sucede con su lenguaje musical en general, no es lineal ni tradicional.
"Hay muy poco canto en esta ópera, si es que lo hay. Está la voz humana, pero casi todo es hablado y el 90% del acompañamiento musical está hecho con ordenador. El texto hablado está compuesto de frases y párrafos comprensibles, pero, cuando oyes lo que dice, te quedas rascándote la cabeza y preguntándote lo que de verdad te están diciendo. Es en gran parte porque fue creada con trozos sueltos, con trozos de conversaciones que al unirse forman la trama".
"La música ya está terminada, así que lo único que queda por ver es si la producirán en Viena o no", dice Zappa. "El director del festival de Viena estuvo aquí hace un mes, escuchó toda la partitura y le encantó. Pero el problema es que el espectáculo requiere una gran maquinaria escénica, por lo que está intentando por todos los medios montar el espectáculo en otros cinco o seis teatros de ópera, para poder financiarlo. Y no he vuelto a tener noticias de él desde que estuvo aquí. Pero me reuní la semana pasada con Peter Sellars, el productor de ópera, y, aunque también le encantó, dijo: 'No deberías llevarla a escena, haz una película con ella'. Pero es de esperar que algo suceda si, como digo, las cosas van bien".
Búsqueda propia
En sus 30 años de carrera, ¿cree que ha hecho llegar su música al público que deseaba, ya sea a un público de rock o a su nuevo público como compositor de música clásica? "La mayoría de la gente que disfruta con mi música probablemente entró en contacto con ella gracias a su propia búsqueda y no por los medios normales de la industria musical., Y me escribe y me dice lo que significa para ellos, qué discos les gustan más y por qué, y eso siempre ha sido muy gratificante, te da ánimos para seguir adelante. Pero la mayoría de la gente, sobre todo aquí, en Estados Unidos, no tiene ni idea de lo que hago o de lo que he hecho. Como digo, mi música suena en las radios estadounidenses raras veces o.nunca. Si ponen algo, siempre se trata de éxitos como Don't eat the yellow snow, o puede que en Irlanda suene Peaches in regalia, pero ninguna de las cosas que considero mis mejores trabajos".
Al reconocer la voz de su mujer, Gail, llamándole y diciéndole que la enfermera ha llegado, Zappa esboza una sonrisa a medias irónica y a medias triste y dice: "El que acabo de describir no es, ciertamente, el camino musical que recomendaría a los jóvenes que empiezan. Si emprenden ese camino, probablemente venderán incluso menos discos que Walker con Climate of hunter o que yo con algunos de mis álbumes".
Zappa ha estado con un abrigo puesto a lo largo de toda la conversación, a pesar de lo caluroso del clima de California. Preguntado al final por su salud, dice que "no es buena" y después hace una pausa. Tras unos momentos en los que se queda mirando silenciosamente la cinta girando en la grabadora, que parece recordarle el inexorable paso del tiempo, dice casi en un susurro: "Tengo cáncer de próstata y se ha extendido a los huesos".
¿Es mortal a corto plazo? "Todo es mortal", dice sonriendo Frank Zappa. "Pero en cuanto a si es mortal a corto plazo, todo lo que puedo decir es que espero que no", añade. "Todo depende. Por eso ahora tengo que dejarle e ir a mi habitación para que me hagan una transfusión de sangre".
Frank Zappa / Genio Revolucionario del Siglo XX
Por Tomás Andréu
(Actualización MAN)
SAN SALVADOR - El pasado 4 de diciembre se cumplieron 17 años de la desaparición física del virtuoso músico Frank Zappa.
Hoy 21 de diciembre de 2010, hubiese cumplido 70 años si el cáncer no se lo hubiese llevado.
Genio, irreverente, iconoclasta, cáustico, mordaz, excéntrico, defensor apasionado de su oficio, guitarrista virtuoso e inalcanzable compositor, Frank Zappa es uno de esos músicos brillantes que se ven una sola vez en la vida y que tras desaparecer de la faz de la Tierra es como si nunca se hubiesen ido: la excelencia de su legado pervive generación trasgeneración.
Nacido el día 21 de diciembre de 1940 en Baltimore, en Estados Unidos, Frank Zappa literalmente revolucionó la forma de hacer y concebir la música. Desafió los convencionalismos de la época de 1960 (se burlaba, por ejemplo de Elvis Presley, The Beatles, las posturas políticas de los hippies).
La cultura estadounidense fue duramente satirizada en su música. Zappa, en cada una de sus faces como músico dejó huella: como compositor mezclaba diferentes géneros (música clásica, jazz, blues, rock, reggae o los musicales de Broadway) para canciones que a veces duraban dos minutos. Incorporar marimbas, violines en un grupo de rock era descabellado: Zappa lo hacía.
Fue el primero en sacar lo que ahora conocemos como álbum disco doble en la historia del rock. Como guitarrista dejaba extasiados a sus seguidores con la compleja e inconfundible construcción de sus solos que duraban varios minutos (10, 15, 20 o más).
De la velocidad y el vértigo pasaba a serenas melodías. Como editor de las bandas que formó y dirigió (The Mothers, que luego sería The Mothers of Invention) les exigía entrega y disciplina. Se opuso tenazmente al consumo de drogas en ensayos, conciertos y grabaciones. Despidió a excelentes músicos por sus infracciones y por la falta de absoluta dedicación, pues él dedicaba 20 horas al día a sus proyectos e ideas. No era raro verlo a cada momento con café y cigarro en mano.
Como creador de sus letras era provocador e irónico: “tengo un billete de 40 dólares que dice que no podés hacerme acabar”, o títulos de canciones como “He´s so gay” demostraban el corrosivo humor de Zappa. Sus opiniones también generaban polémicas “todos los seres humanos son idiotas hasta que demuestren lo contrario”.
En 1985 el músico decidió llegar como testigo a una audiencia del Comité de Comercio del Senado de los Estados Unidos que investigaba la pornografía en el rock, ahí, mujeres esposas de senadores, como Tipper Gore, pedían que la música fuera clasificada como las películas, pues la producción musical la consideraban obscena y pornográfica. Zappa ahí refutó todos los puntos expuestos: “No hay evidencia científica concluyente que apoye la pretensión de que la exposición
a algún tipo de música dé lugar a que el oyente cometa un crimen o condene su alma al infierno.
La masturbación no es ilegal. Si no es ilegal hacerlo, ¿por qué debería ser ilegal cantar sobre ello? No hay evidencia médica de que las manos peludas, las verrugas, o la ceguera estén asociadas con la masturbación o la estimulación vaginal, ni ha sido probado que escuchar referencias sobre cualquiera de los dos temas automáticamente convierta al oyente en un riesgo social. El cumplimiento de una legislación anti-masturbadora sería costoso y gastaría mucho tiempo. No hay suficiente espacio en la cárcel para meter a todos los niños que lo hacen”.
El resultado de todo el lío, fue la esquela de aviso que figura en ciertos discos considerados procaces: "Parents Advisory: Explicit Lyrics", no obstante, Zappa y compañía no hizo más que crecer con su trabajo musical: hasta los detractores esperaban ansiosos sus producciones. Zappa les daba una razón para hacer trabajar sus cerebros y fustigarles al mismo tiempo sus valores morales.
De los mas de 70 álbumes que dejó grabados, tanto en estudio como en vivo, tras eso aún queda una interminable producción musical inédita. Las composiciones orquestales que realizó Zappa junto a sus músicos, han sido retomadas por otros grandes de la música como el compositor, director y pianista francés, Pierre Boulez. También catapultó a otros músicos que estuvieron con él como el guitarrista Steve Vai, al violinista de jazz francés Jean-Luc Ponty, al tecladista George Duke, Captain Beefheart, entre otros. Trabajó también con otro talento: John Lennon y su mujer Yoko Ono.
Tocaron juntos en New York. La experiencia tiene agridulce sabor, como lo deja ver Zappa en su autobiografía: “un periodista de New York me despertó, llamó a la puerta y allí estaba con una grabadora y dice: `Frank, quiero presentarte a John Lennon´, ya sabes, esperando que yo jadeara y me tirara al suelo y yo dije: `Bien, pasen´. Y nos sentamos y hablamos, y creo que lo primero que me dijo fue: `No eres tan feo como pensaba´. Así que pensé que tenía mucho sentido del humor, así que le invité a venir y hacer una jam con nosotros en el Fillmore East. Ya habíamos contratado una unidad móvil de grabación porque estábamos haciendo el álbum Live at the Fillmore".
"Después de que se sentaran con nosotros, se hizo un arreglo del cual ambos tendríamos acceso a las cintas. Él quería editarlo con su propia mezcla y yo tenía el derecho de editarlo con mi propia mezcla, así que así es como salió esa sección. Lo malo es que hay una canción que yo escribí llamada "King Kong" que tocamos esa noche, y no sé si fue idea de Yoko o de John pero le cambiaron el nombre por "Jam Rag", se pusieron a sí mismos como compositores y editores, la
pusieron en un álbum y nunca me pagaron. Obviamente no era una jam session, tenía una melodía, tenía una línea de bajo, es obviamente una canción organizada, es un poco decepcionante. Yo nunca he editado mi versión de las mezclas de esa noche”.
Zappa conoció muy bien la censura. La prensa y los sellos discográficos le hicieron la guerra, sin embargo, casi toda la producción musical que realizó logró publicarla por sí mismo con sus estudios de grabación. Inconforme de vocación, se lanzó a la política y quiso llegar hasta la Casa Blanca, quería ser presidente, sin embargo tuvo que retroceder en su intención: le diagnosticaron cáncer de próstata.
Zappa fue uno de los músicos que alentaba a su público a votar, a ejercer su derecho de cambiar las cosas que no iban bien. Causó escozor en el ámbito político conservador por reírse de sus buenos modales y costumbres y que en sus espejismos creían que sus parámetros de vida “los hacían distintos e inigualables ante los demás”. En la edición Argentina de PLAYBOY número 10 (de excelente contenido y hermosa ilustración, por cierto), David Sheff le hace a Frank Zappa
una de las últimas entrevistas que el músico pudo brindar a un medio, pues moriría un 4 de diciembre de 1993, días antes de cumplir 53 años.
Sheff relata que Zappa durante la entrevista tenía intacto el buen humor y el cinismo. A pesar del cáncer, no paraba de fumar y tomar café. Por momentos la conversación se volvía más difícil: los dolores producto del cáncer ya le habían alcanzado la espalda y durante las siete horas que duró la entrevista, el suplicio de estar sentado por momentos le quebraba la voz, sin embargo, la pasión de hablar de música, composición, política, le hacían retomar el hilo de la conversación.
“Sublevarme es algo que me sale naturalmente”, dijo en su momento Frank Zappa, un músico que sencillamente fue de lo mejor del siglo XX.
Frank Zappa / Coherente Con Su Propia Historia
Una conversación sincera con la cabeza más original de la música rock acerca de cultura y contracultura, la lucha contra el cáncer y la vida misma.
Por David Sheff
Mientras es agasajado en Europa, sus composiciones vanguardistas y sus letras irónicas e hirientes, que han levantado tantas ampollas, apenas se escuchan en los Estados Unidos. Pero los que las escuchan tienen a Frank Zappa como si de un verdadero faro se tratara, convertido en mito de un época y una manera de entender la música. Como él mismo admite, su trabajo disgusta y enfurece a mucha gente. Como líder de los Mothers of Invention, una de las bandas más brillantes y sorprendentes que han existido nunca, Zappa se ganó un lugar importante dentro de la música rock. No tomaba drogas, luchaba contra la censura y regalaba un póster de sí mismo, en el que se le veía sentado desnudo en un water, y que llevaba por título "Phi Zappa Krappa". No es de extrañar que el primer capítulo de su autobiografía lleve por título: "Pero bueno, ¿tan raro soy?". Para hablar de esta y muchas otras cuestiones, envíamos a nuestro colaborador David Sheff a charlar con el músico.
PLAYBOY: ¿Se siente frustrado cuando la gente anda lenta de reflejos y no le capta?
ZAPPA: La cuestión es sencilla: Si te divierte, estupendo. Si no te divierte, mándalo todo a la mierda, sin más. Yo lo hago, sobre todo, porque me divierto. Si de paso le gusta a alguien más es como una bonificación extra. ¡Premio!
PLAYBOY: ¿Hasta qué punto es importante para usted provocar continuamente y ofender a la gente?
ZAPPA: ¿Cree usted que yo me levanto por la mañana y me digo: "Hoy me gustaría ofender a alguien"? Yo no hago eso. Ya no escribo canciones como antes, pero la gente sigue ofendiéndose con mi sola música. Me limito a poner una serie de acordes, pero la gente quiere ritmo con el que poder bailar. Se lían al tratar de bailar mis canciones, es así de simple. A algunos no les gustan nada en absoluto, lo que me trae sin cuidado.
PLAYBOY: Usted ofendió a mucha gente con el poster de Phi Zappa Krappa.
ZAPPA: Es posible. ¿Y qué?
PLAYBOY: Y con algunas de sus bufonadas de la época de Mothers of Invention, como el famoso concurso de vulgaridades.
ZAPPA: Nunca hubo tal concurso. Fue un rumor. De uno al que se le cruzaron los cables. Se le disparó la imaginación. Dijo que yo llegué a comer mierda en el escenario y otras chorradas por el estilo. Muchos sufrieron una gran decepción al saber que no lo hice. No hay ni una palabra de verdad en ese concurso de vulgaridades.
PLAYBOY: Otro rumor dice que se meó usted sobre el público.
ZAPPA: Nunca me he sacado el pito en la escena, ni lo ha hecho ninguno de mi grupo. Lo único que tuvimos en el escenario fue una jirafa de trapo equipada con una manguera y un surtidor automático de crema chantilly. Debajo de este surtidor teníamos una bomba de aguardiente de cereza. Así es como celebramos el 4 de Julio de 1967. Alguien ondeó la bandera y encendió la bomba, que reventó el culo de la jirafa. Otro del grupo puso en marcha el disparador de crema chantilly y la crema bañó al público. No sé, a mí me parece divertido.
ZAPPA: A raíz de un artículo que decía que Martin Luther King había muerto en los brazos de Jesse. También se decía que Jackson mojó sus manos en la sangre de King o que usó sangre de pollo para manchar una camisa que llevó durante días, cuando se dirigió a los medios de información. Así que hice esa canción acerca de la posibilidad de comunicarse a través de canciones de cuna, como se jactaba de hacer el pastor Jackson. Me irritaron sus declaraciones. No estoy diciendo que todo lo de Jackson es negativo, pues estoy de acuerdo con él en algunas cosas; pero esa, concretamente, me parece repugnante
PLAYBOY: También atacó usted en una de sus canciones a C. Everett Koop, ex inspector general de la Sanidad estadounidense.
ZAPPA: Una revista llevaba un artículo que decía más o menos: "El doctor Koops responde a sus preguntas sobre el sida." Y ese señor explicaba cómo el sida había pasado del mono verde al ser humano. Especulaba con la posibilidad de un nativo que, al desollar a un mono verde para comérselo, se cortó. Y así fue como se transmitió el sida del mono al hombre. ¡Qué! Parece sacado de uno de los cuentos de Grimm, pero en versión para subnormales profundos. Tiene pinta de personaje de cómic con su uniforme y todo. Antes de Ronald Reagan, ¿quién había visto a todo un inspector general de Sanidad vestido como el ridículo protagonista de Katzenjammer Kids?
PLAYBOY: Por canciones como Dinah Moe Humm, He's So Gay y muchas otras, se le ha acusado de ser sexista, misógeno y misántropo.
ZAPPA: Hay quien no sabe apreciar las bromas, quien carece de humor y va por la vida con cara de amargado. En general, más de uno me ha atacado para llamar la atención. Pero no soy antigay, ni mucho menos. Cuando Ross Perot hizo saber que se presentaba a las elecciones, yo quería que escogiera a Barney Frank como candidato a vicepresidente. Es uno de los hombres más notables del Congreso. Es todo un ejemplo para los jóvenes gays, y también para los otros, por supuesto.
PLAYBOY: A usted se le criticó por canciones como Bobby Brown Goes Down y He's So Gay.
ZAPPA: Mire, yo soy una suerte de periodista. Tengo derecho a decir lo que quiero, decir acerca de cualquier tema. Si el otro no tiene sentido del humor, mala suerte.
PLAYBOY: Es lo que usted dijo cuando fue atacado por la Liga Andifamatoria por Jewish Princess?
ZAPPA: Se empeñan en convencer al mundo de que no hay princesas judías, cuando en realidad las ha habido. Exigieron que me retractara y me negué. Todavía tengo su carta clavada en la pared. Armaron una buena, pero era una tormenta en un vaso de agua. Querían demostrar que aquí, en el mundo del rock, había un movimiento antisemita que estaba socavando la fe judía. Pero el caso es que yo no me inventé lo de la princesa judía. Las hay y me limité a escribir sobre ellas. ¿Que no les hizo gracia? ¡Allá ellos!. A mí me da igual. También los italianos tienen princesas y no pasa nada.
PLAYBOY: ¿Qué motiva sus ataques? ¿Es cuestión de rima o de razón?
ZAPPA: Me revuelvo contra lo que me molesta. Me gustan las cosas que funcionan. Si algo no funciona, lo primero que hay que preguntarse es el por qué, hay que preguntarse cómo es que nadie hace nada al respecto. El gobierno, por ejemplo. La mayoría de las instituciones. El sistema educacional es una mierda.
PLAYBOY: ¿Cómo es eso?
ZAPPA: Las escuelas no valen nada porque los libros no valen nada. Del tiempo de George Washington, los cerezos y el "yo no sé mentir". Unos comités, presionados por movimientos de derechas, han expurgado los libros, de manera que su contenido sea coherente con el punto de vista criptofascista. Cuando envías a tus críos a la escueala, se encuentran con esos documentos, que forman parte de una industria multibillonaria, de índole fraudulenta. A los estudiantes se les atiborra de tantas falsedades que cuando dejan la escuela no están preparados para nada. No sabe leer, ni escribir, ni pensar. ¡Para que luego hablen del abuso de menores!
PLAYBOY: ¿Ha encontrado usted una escuela alternativa para sus hijos?
ZAPPA: En California puedes sacar a tus hijos del colegio a los quince años, si es que pasan el examen de equivalencia. Y los tres primeros lo han pasado. A Diva le faltan un par de años.
PLAYBOY: ¿Dónde estudiaron antes de que escaparan?
ZAPPA: Los llevamos de la escuela pública a la privada, de la una a la otra, intentando siempre que tuvieran a su disposición la mejor educación posible.
PLAYBOY: Al margen de lo que aprendieron en la escuela, supongo que en su casa recibieron una educación.
ZAPPA: No es fácil aprender en casa. Eso sí, han conocido a gente del mundo entero, de todas las nacionalidades, de todas las razas y de todos los niveles sociales. Los chicos no están confinados en su cuarto.
PLAYBOY: ¿Qué les ha dicho usted acerca de la droga?
ZAPPA: Me limité a decirles: "Tienen en la televisión ejemplos de drogadictos y de las burradas que llegan a hacer esos estúpidos." Lo entendieron muy bien. Lo mejor que puedes hacer por los chicos es darles la posibilidad de que decidan por su cuenta. Yo empleo un programa de riesgo y recompensa. Uno de mis chicos viene para decirme que quiere hacer algo determinado. Yo le digo que no me parece bien. Si él o ella sabe convencerme, con un razonamiento lógico, de que estoy equivocado, entonces pueden hacer eso que quieren. Me parece que es lo más justo que se puede hacer.
PLAYBOY: ¿Cómo conoció usted a su mujer, a Gail, su compañera inseparable?
ZAPPA: Ella trabajaba en Whiskey-a-Go-Go en Los Angeles. En cuanto la vi, me enamoré.
PLAYBOY: ¿Es verdad que no le compró un anillo de boda?
ZAPPA: Yo no tenía, así que cuando nos casamos, le prendí en el vestido un bolígrafo. Era un vestido de pre-mamá, pues ella estaba de nueve meses el día de la ceremonia.
PLAYBOY: Hoy día, y sobre todo dentro de su profesión, un matrimonio que dura veinticinco años es algo poco frecuente. ¿Cómo lo explica?
ZAPPA: Cada cual está contento con lo que hace. A ella le va bien con lo suyo. Por otro lado, paso tanto tiempo de gira, que a mi vuelta siempre nos alegramos de vernos y es como volver a empezar. Y luego está el que nos gustamos el uno al otro, nos sentimos cómodos juntos y sería una estupidez el romper.
PLAYBOY: A raíz de su última gira, dijo usted que ya no volvería a salir, que aquélla había sido definitivamente la última.
ZAPPA: Bueno, es que me salió muy cara. Perdí 400.000 dólares, y naturalmente no quiero volver a pasar por eso...
PLAYBOY: ¿Y no echa de menos...
ZAPPA: ¿...la vida del rock-and-roll? No.
PLAYBOY: ¿Y la actuación ante un público?
ZAPPA: Un poquito. De vez en cuando me digo que voy a tocar la guitarra, pero cuando pienso en todo lo que debo hacer para conseguirlo, se me van las ganas.
PLAYBOY: ¿Seguro que tiene usted alguna teoría de por qué su música gusta más en Europa que en Estados Unidos?
ZAPPA: Por lo general, los alemanes siempre han apoyado a los nuevos compositores. Y han contado siempre con una tradición musical sólida y bien promocionada.
ZAPPA: Así es como empecé. No escribí rock and roll hasta después de cumplir los veinte años, pero escribí todo tipo de música. No podía tocarla, pero sí escribirla.
PLAYBOY: ¿Tocaban música sus padres?
ZAPPA: No. A mis padres no les interesaba.
PLAYBOY: Su padre se ganaba la vida trabajando con gas venenoso. ¿Fue usted consciente de lo que eso significaba?
ZAPPA: Sí. No me quedaba otro remedio. Donde vivíamos, nos veíamos obligados a tener máscaras de gas colgando de la pared en caso de que se rompiesen los cercanos depósitos de gas venenoso. Pero mirando hacia atrás, me digo a mí mismo que si esos depósitos se hubieran estropeado, las máscaras de gas no nos habrían salvado la vida.
PLAYBOY: ¿A qué distancia estaban esos depósitos de donde vivían ustedes?
ZAPPA: Eran depósitos de gas mostaza, y estaban en una zona acuartelada. Nosotros vivíamos a una manzana de distancia de esa mierda. Teníamos una percha en la entrada, donde colgaban las máscaras. Yo me servía de la mía como escafandra espacial, pues era como un juego.
PLAYBOY: ¿Sus padres eran religiosos?
ZAPPA: Bastante.
PLAYBOY: ¿De misa y confesión?
ZAPPA: Oh, sí. A mí me obligaban a ir. También me oblibaron a ir a la iglesia católica. Pero duré muy poco. En cuanto el pingüino salió tras de mí con la regla en alto, ya no volvieron a verme el pelo.
PLAYBOY: Era usted muy cabeza dura.
APPA: Sí. A pesar de todo, seguí yendo a la iglesia con cierta regularidad hasta los dieciocho años. Entonces se me encendió la lucecita. Toda la morbosidad insensata y la disciplina eran muy enfermizas... Sangre por aquí, dolor por allá, y nada de carne los viernes. ¡Valiente mierda!
PLAYBOY: ¿Le tentaron las drogas?
ZAPPA: Me bastó con mirar a la gente que las tomaba, y que eran capaces de hacer barbaridades y pensar que eran cosas fantásticas. Probé la marijuana a ver qué pasaba con ella. Me dió dolor de garganta y ganas de dormir. Pero bueno, no voy a ser como Bill Clinton, que niega haber fumado. Lo que pasó es que no me hizo gracia. El tabaco me gusta mucho más.
PLAYBOY: ¿Es cierto que Mick Jagger le quitó una astilla del dedo gordo del pie?
ZAPPA: Sí. Se presentó en casa cuando yo daba saltos a la pata coja, debido a la astilla que me había clavado. Y él me la sacó. Buena historia, ¿eh? Me gustó su comportamiento y también el de los Stone. Aunque últimamente su música era floja y como desganada, porque era un mero producto. Era música pop hecha para cubrir un encargo de una compañía de discos.
PLAYBOY: ¿Le sorprendió saber que tenía fans detrás del Telón de Acero?
PLAYBOY: ¿Qué tenía contra usted la policía secreta?
ZAPPA: En Praga me informaron de que los mayores enemigos del partido comunista checo eramos Jimmy Carter y yo. Un estudiante que conocí me dijo que la policía le había arrestado y golpeado, que le dijeron que le iban a sacar de dentro y a golpes la música de Zappa.
PLAYBOY: ¿Siguió usted con interés la caída del Muro de Berlín y el descalabro del comunismo?
ZAPPA: Sí, aunque me sentí decepcionado por lo ocurrido desde entonces. Mira, en esa parte del mundo, el tipo corriente es igual al tipo corriente de cualquier otro sitio. Tiene los mismos deseos. Quiere tener algo que comer, un techo bajo el que guarecerse. No quiere pasar frío. Quiere follar todo lo que pueda, quiere llevar una vida lo mejor posible, exenta de sufrimiento. Si tiene un arte o una habilidad, quiere poder desarrollarlo. Por desgracia, esta gente tan normal está representada por gente mala, igual que pasa aquí. Pero quieren lo que quieren. El tipo de allí es como el de aquí.
PLAYBOY: Usted ha dicho que no puede hacer cosas que le gustaría hacer, como lo de presentarse a Presidente, debido a su enfermedad. ¿Cómo afecta el cáncer a su vida?
ZAPPA: Cuando te dicen que tiene cáncer, la vida te cambia dramáticamente. Es como si te hubieran marcado al rojo vivo. Para la profesión médica americana, eres un trozo de carne. Se te complica la vida, pues al margen de vivir y hacer cosas, tienes que combatir la enfermedad. Ya el hacer música es complicado, pero si a eso le añades el tener que viajar y el esfuerzo físico que eso implica, se te cae el mundo encima. Por otro lado, la medicación que tomas, sea la que sea, te jode cantidad.
PLAYBOY: ¿Sigue usted una medicación específica?
ZAPPA: He engordado casi veinte kilos, porque la medicación que sigo me llena de agua. Soy un globo andante. No puedes tomar una Advil o un Nuprin y olvidarte sin más. Es una guerra jodida.
PLAYBOY: ¿Puede usted viajar y hacer una vida normal o, por el contrario, debe permanecer cerca de sus médicos?
ZAPPA: Hombre, tengo que pasar unas pruebas cada dos meses. Y conviene tener a mano un médico que te inspire confianza. No me gustaría tener que ir a un hospital ruso. En un sitio así te puedes morir en seguida. Una amiga mía sufrió un accidente de coche en Rusia y le llevaron a un hospital para curarle. No tenían anestesia ni jeringas disponibles. Cuando el médico le estaba haciendo la cura sin anestesia, se limitó a decirle: "No se preocupe. Nadie se nos ha muerto de dolor".
PLAYBOY: ¿Cuándo se enteró usted de que tenía un cáncer?
ZAPPA: Me enteré en la primavera de 1990.
PLAYBOY: ¿Así, de golpe?
ZAPPA: Llevaba enfermo varios años, pero no me habían diagnosticado nada. Y en un momento dado me puse tan mal que tuvieron que llevarme al hospital a toda prisa. Una vez internado, me hicieron varias pruebas y descubrieron que tenía un cáncer desde hacía ocho o diez años. Pero para cuando lo descubrieron, ya no cabía el remedio de operar.
PLAYBOY: ¿Le sometieron a otros tratamientos?
ZAPPA: Me sometí a un tratamiento de radiación que me jodió cantidad. Tenía que haberme sometido a doce sesiones, pero al llegar a la once, grité ¡basta!. Me sentí tan mal que desistí de seguir adelante con esa terapia.
PLAYBOY: Pese a todo, parece ser que usted es capaz de seguir adelante a pesar de la enfermedad. Sigue usted en activo, componiendo, por ejemplo...
ZAPPA: Hay días mejores que otros. Lo malo es que hay días que no puedes estar sentado, y claro, estar sentado es muy importante a la hora de trabajar. Yo solía trabajar dieciséis y hasta dieciocho horas al día. Me iba a la cama y luego me levantaba y me ponía a trabajar, y estaba estupendamente. Pero ahora hay días en que no puedo trabajar nada. Otros, en que consigo trabajar un par de horas. Algunos, afortunadamente, todavía consigo trabajar diez y me siento feliz por ello.
PLAYBOY: ¿Cómo afecta su enfermedad a su vida familiar?
ZAPPA: Bueno, en mi casa no es ningún secreto. Se portan todos muy bien conmigo. Me cuidan mucho.
PLAYBOY: ¿Cómo lo encaja usted?
ZAPPA: Me duelen más las drogas que tomo que el saberme enfermo. ¿Qué puede hacer uno? La gente enferma. A veces los pueden curar y a veces no. Pero la quimioterapia que te hacen tomar para combatir la enfermedad, te pasa factura. La semana antepasada acabé en el hospital durante tres días, atiborrado de morfina. Fue una verdadera pesadilla, una situación horrible. Esa es una experiencia negativa por la que no quiero volver a pasar nunca más. Cuando salí, me llevó diez días el quitarme de encima los residuos de todas las drogas que me metieron en el cuerpo.
PLAYBOY: En su lugar, hay gente que se retiraría, que se iría a vivir junto a la playa, que se tomaría unas bien ganadas vacaciones y se apartaría del mundo real.
ZAPPA: Pero yo no lo voy a hacer. No me gusta mucho viajar, ni me gusta irme de mi casa así, sin más. Me gusta vivir aquí, rodeado de los míos. Además, uno ha de ser coherente con su propia historia y creo que ese no es el fin que yo habría escrito para mi obra.