Oscar Bonavena: El Campeón Sin Corona
Se cumplen hoy 40 años del inolvidable combate entre Ringo y Muhammad Alí, en donde el argentino le aguantó de pie al mejor boxeador de todos los tiempos casi hasta el final.
07 de Diciembre de 2010 - 09:44
Por Pablo Lisotto
Estuvo cerca, pero no pudo ser. Cuando quedaba poco más de un minuto para que se terminara el 15º y último round, Oscar Natalio Bonavena cayó por tercera vez en esa vuelta y el árbitro Mark Conn decretó el KO técnico que proclamó ganador a Muhammad Alí, aquella noche del 7 de diciembre de 1970, de la cual hoy se cumplen 40 años.
Pese a la derrota, esa pelea terminó de consagrar a Ringo como gran ídolo nacional, desmitificando aquello de que sólo los campeones quedan en la historia.
"Ante Alí, Ringo tuvo la derrota más digna de su carrera. Y además lo terminó de consagrar como ídolo, aún sin ser campeón mundial. Porque él era querido por mucha gente, pero mucha otra gente no lo quería, porque lo consideraba un arrogante fanfarrón. Esa derrota, y esas lágrimas, mostraron otra faceta del arrogante bocón, y se terminó de ganar a casi todos los porteños", analiza Ezequiel Fernández Moores, autor del libro "Díganme Ringo".
En la conferencia de prensa previa a la pelea, Bonavena copó la parada. Trató a Alí de sucio (se tapó la nariz apenas entró), de gallina ("Chicken") por haberse negado a ir a la guerra de Vietnam y lo enloqueció con su flamante cambio de nombre (todo el tiempo le dijo "Clay, Clay, Clay", que había dejado cuando decidió convertirse a la religión musulmana para llamarse Muhammad Alí), al punto de sacar de las casillas al boxeador estadounidense.
"Ringo lo insulta y lo descalifica con lo peor de lo peor, como es el racismo, y después lo trata de cagón por no haber ido a la guerra. Le tira abajo dos cuestiones que eran las banderas principales que enarbolaba Alí, en su lucha por los derechos de los negros y su constante autopromoción de guapeza. Todo eso fue bien recibido por la América blanca, y buena parte alentó en el Madison a ese italoargentino grandote y bocón, que denigró ´al negro bocón´", agrega el prestigioso periodista.
Sobre el mito de que Bonavena pudo haber ganado aquella noche, Moores opina: "Alí había pronosticado que iba a noquear a Ringo en el noveno round. Y en realidad, en esa vuelta, él inicia su ataque para concretar la promesa, pero termina siendo muy dominado, y Ringo lo tuvo en algún momento, al punto de que lo tira. Pero la realidad es que Bonavena ya no tenía el mismo aire y sus puños ya habían perdido potencia, porque él nunca fue de prepararse bien para un combate, y con el correr de los rounds se fue cansando".
Sin embargo, aclara: "Alí se encontró con una sorpresa, pero por otro lado él quería pelear contra Ringo, porque él pensaba ´Si no le puedo ganar a Bonavena, no le puedo ganar a Frazier´. El necesitaba pelear contra un argentino fuerte, grandote, molesto, que pegara, que aguantara, que lo complicara, que hasta casi lo mordiera. Lo concreto es que Alí ganó claramente con ese KO técnico, en donde Ringo salió a matar o morir, porque sabía que perdía cómodamente por puntos."
Bonavena bien puede ser considerado un mediático antes de que existan los mediáticos. Capaz de intercalar sus peleas con participaciones en el Teatro de Revistas junto a Zulma Faiad, pasos de comedia con Pepe Biondi y hasta un disco que fue todo un éxito, con el hit "Pio pio pá", que habla de las ventajas que tiene la primavera.
"El tenía todas esas facetas, y se dio cuenta que con todas esas cosas ganaba mucho dinero, y que no le pegaban, y eso le provocó ambigüedades en su carrera", explica Moores.
Su triste final en un burdel de Reno, Nevada, y su multitudinario velorio en el Luna Park no hicieron más que agrandar aún más la leyenda de Ringo.
Pero eso, forma parte de otro capítulo
http://www.canchallena.com/1331306-cancha-retro-vii-oscar-bonavena-el-campeon-sin-corona
Ringo Bonavena Vs. Muhammad Alí - NYC - Diciembre 07 1970