Aunque nunca tuvo la popularidad de cualquiera de los íconos aparecidos durante los 60, su solo nombre evoca respeto y reverencia entre los melómanos. Don Van Vliet, el hombre conocido como Captain Beefheart, se convirtió en coordenada básica de la vanguardia y la experimentación musical que cerró los 60 y su figura es clave para entender la genealogía del punk, la psicodelia o la new wave. Su disco más afamado, Trout Mask Replica (1969), es constantemente citado como uno de los trabajos más influyentes de la historia del rock, gracias a un sonido lleno de quiebres, disonancias, arrebatos experimentales y una voz aguardentosa que lo emparentaba con el blues.
Una herencia que vivió en el culto y que ayer escribió su último capítulo: según un comunicado enviado por la galería Michael Werner, de Nueva York, el artista falleció a los 69 años, víctima de esclerosis múltiple.
Nacido en Glendale, California, el cantante se formó en 1965 The Magic Band, su grupo de acompañamiento característico. Su primer acierto artístico fue Safe as Milk (1967), otro de sus trabajos capitales, para luego volver a sorprender con Strictly Personal (1968). Luego de compartir notoriedad con Frank Zappa o Velvet Underground, durante los 70 sus álbumes fueron fiascos comerciales que lo obligaron a retirarse de la música y vivir de la pintura, con cuadros que se mostraban en distintas exposiciones y que eran alabados por su estilo rupturista.
El autor de ‘Troust Mask Replica’ padecía esclerosis múltiple
Don Van Vliet, mundialmente conocido como Captain Beefheart, falleció el viernes 17 de diciembre a la edad de 69 años en un hospital de su California natal debido a complicaciones de la esclerosis múltiples que padecía. Van Vliet, Beefheart, quizá no era demasiado popular, pero sí uno de los músicos más influyentes de las últimas décadas.
Músico por intuición y no por formación, Van Vliet se unió en 1965 a The Magic Band como Captain Beefheart, y partiendo de estructuras básicas del blues añadían toques de psicodelia y free jazz que, tras dos álbumes (‘Safe As Milk’ y ‘Strictly Personal’) atrajeron la atención del mismísimo Frank Zappa, que produjo su tercer álbum, una de las obras capitales del rock de todos los tiempos, ‘Troust Mask Replica‘ (el álbum se situó en el puesto 58 de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos, según Rolling Stone; y ocupó el puesto 25 entre los 200 mejores discos del siglo XX, según Rockdelux). Su absoluta falta de prejuicios en la creación, con constantes e inesperados cambios de ritmo y arreglos heredados del jazz más salvaje, son clave para entender las obras de músicos clave en el rock de las últimas décadas como Nick Cave, John Lydon, PJ Harvey o Wayne Coyne.
Beefheart fue también famoso por procurar un trato poco respetuoso a sus músicos y por propagar falacias en torno a su obra, como que había soñado todas las canciones de un disco durante 24 horas o que un productor había modificado las mezclas de un disco sin su autorización, para esquivar las malas críticas recibidas. Prosiguió su carrera colaborando con Zappa y con sucesivas renovaciones de su Magic Band hasta principios de los 80, cuando se retiró al desierto de Mojave para dedicarse plenamente a la pintura.