Milonga que va borrando fronteras
La comisión de expertos de la Unesco reunida en Abu Dhabi, capital de Emiratos Arabes Unidos, hizo lugar a la candidatura presentada en conjunto por Buenos Aires y Montevideo, que “comparten el nacimiento, la tradición y la pasión por el tango”.
Por Karina Micheletto
Ya es un hecho: el tango fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, según la decisión que tomó ayer por la madrugada (hora local) la comisión de expertos de la Unesco reunida en Abu Dhabi, capital de Emiratos Arabes Unidos. La candidatura fue presentada conjuntamente por Buenos Aires y Montevideo, porque ambas ciudades “comparten el nacimiento, la tradición y la pasión por el tango”, según detalló en un comunicado la embajada argentina en Abu Dhabi. La ciudad prepara una celebración para este fin de semana, con milongas abiertas en San Juan y Boedo, de las que participarán argentinos y uruguayos como Susana Rinaldi y Rubén Rada. Del otro lado del río, mientras tanto, Montevideo organiza un concierto de la Orquesta Filarmónica en la explanada de la Intendencia.
En la reunión de la Unesco en Abu Dhabi se presentaron 111 candidaturas, de las cuales quedaron 76 a consideración. Dado que las solicitudes se tratan en orden alfabético, según el país que hizo la presentación, el tango fue el primer caso a tratar y votar. La decisión fue tomada por la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, adoptada en 2003, que “contempla el cuidado y preservación de tradiciones y expresiones orales, festividades, técnicas artesanales, músicas, danzas o espectáculos tradicionales”, considerando que “constituyen un patrimonio vivo que, transmitido de generación en generación, infunde un sentimiento de identidad entre quienes lo practican, elemento esencial para el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana”. De eso, dijeron los expertos de la Unesco, se trata el tango.
¿Y qué significa exactamente que el tango pase a ser Patrimonio Cultural de la Humanidad? Que como tal deberá ser protegido y promovido y que deberán implementarse las políticas públicas tendientes a lograrlo. Y que además, claro, existirá una “chapa” más para presentar al mundo esta potente –y efectiva– marca de identidad. El ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi, que siguió el tema y los primeros festejos desde la remota Abu Dhabi, sintetizó: “Es un homenaje a todos los que sostuvieron al tango durante mucho tiempo, a aquellos que en su tradición oral fueron relatando y contando la poesía y la danza de generación en generación. Significa también un reconocimiento y a la vez un compromiso para seguir fomentando la difusión del tango en sus diferentes estilos y estimulando la producción a través de concursos de música, canto, baile y poesía”.
Hasta el momento, la Convención de la Unesco para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial distinguió 90 formas de expresión y espacios culturales en 70 países. Entre estos “patrimonios culturales” del mundo figuran tradiciones y expresiones orales –incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial–, diversas artes del espectáculo, usos sociales, rituales y actos festivos, técnicas artesanales tradicionales. Para que el flamante patrimonio argentino pudiera alcanzar categoría de tal, Lombardi y su par uruguayo, el escritor Mauricio Rosencof, hicieron una presentación con un título que ya llevaba implícita una declaración: “Tango, un arte musical, coreográfico, poético y corporal sustentable. Un siglo de una forma de expresión artística inalterable, auténtica y profunda del Río de la Plata”. Al presentar la candidatura también hubo una cita a Borges y su “Milonga de los Orientales”: “Milonga para que el tiempo vaya borrando fronteras, por algo tienen los mismos colores las dos banderas”.
La comisión de expertos de la Unesco reunida en Abu Dhabi, capital de Emiratos Arabes Unidos, hizo lugar a la candidatura presentada en conjunto por Buenos Aires y Montevideo, que “comparten el nacimiento, la tradición y la pasión por el tango”.
Por Karina Micheletto
Ya es un hecho: el tango fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, según la decisión que tomó ayer por la madrugada (hora local) la comisión de expertos de la Unesco reunida en Abu Dhabi, capital de Emiratos Arabes Unidos. La candidatura fue presentada conjuntamente por Buenos Aires y Montevideo, porque ambas ciudades “comparten el nacimiento, la tradición y la pasión por el tango”, según detalló en un comunicado la embajada argentina en Abu Dhabi. La ciudad prepara una celebración para este fin de semana, con milongas abiertas en San Juan y Boedo, de las que participarán argentinos y uruguayos como Susana Rinaldi y Rubén Rada. Del otro lado del río, mientras tanto, Montevideo organiza un concierto de la Orquesta Filarmónica en la explanada de la Intendencia.
En la reunión de la Unesco en Abu Dhabi se presentaron 111 candidaturas, de las cuales quedaron 76 a consideración. Dado que las solicitudes se tratan en orden alfabético, según el país que hizo la presentación, el tango fue el primer caso a tratar y votar. La decisión fue tomada por la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, adoptada en 2003, que “contempla el cuidado y preservación de tradiciones y expresiones orales, festividades, técnicas artesanales, músicas, danzas o espectáculos tradicionales”, considerando que “constituyen un patrimonio vivo que, transmitido de generación en generación, infunde un sentimiento de identidad entre quienes lo practican, elemento esencial para el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana”. De eso, dijeron los expertos de la Unesco, se trata el tango.
¿Y qué significa exactamente que el tango pase a ser Patrimonio Cultural de la Humanidad? Que como tal deberá ser protegido y promovido y que deberán implementarse las políticas públicas tendientes a lograrlo. Y que además, claro, existirá una “chapa” más para presentar al mundo esta potente –y efectiva– marca de identidad. El ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi, que siguió el tema y los primeros festejos desde la remota Abu Dhabi, sintetizó: “Es un homenaje a todos los que sostuvieron al tango durante mucho tiempo, a aquellos que en su tradición oral fueron relatando y contando la poesía y la danza de generación en generación. Significa también un reconocimiento y a la vez un compromiso para seguir fomentando la difusión del tango en sus diferentes estilos y estimulando la producción a través de concursos de música, canto, baile y poesía”.
Hasta el momento, la Convención de la Unesco para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial distinguió 90 formas de expresión y espacios culturales en 70 países. Entre estos “patrimonios culturales” del mundo figuran tradiciones y expresiones orales –incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial–, diversas artes del espectáculo, usos sociales, rituales y actos festivos, técnicas artesanales tradicionales. Para que el flamante patrimonio argentino pudiera alcanzar categoría de tal, Lombardi y su par uruguayo, el escritor Mauricio Rosencof, hicieron una presentación con un título que ya llevaba implícita una declaración: “Tango, un arte musical, coreográfico, poético y corporal sustentable. Un siglo de una forma de expresión artística inalterable, auténtica y profunda del Río de la Plata”. Al presentar la candidatura también hubo una cita a Borges y su “Milonga de los Orientales”: “Milonga para que el tiempo vaya borrando fronteras, por algo tienen los mismos colores las dos banderas”.