sábado, 30 de enero de 2010

L´histoire du Piano Jazz/ Le Chant du Monde

Jazz que da en la tecla.

Por Eduardo Hojman.
Sábado 30 de enero de 2010.

En el comienzo fue la voz. O los tambores, pero como los dueños de las plantaciones temían que sus esclavos usaran los tambores para aumentar la temperatura de la sangre e incitar a la revolución, los prohibieron, y entonces el comienzo fue la voz. La voz y los tambores venían, ambos, de África. De Europa venía todo lo demás y, a pesar de que en cualquier representación superficial el icono del jazz es la trompeta, o el saxo, y a pesar de que en la historia más conocida los héroes siempre son Louis Armstrong, Charlie Parker, Miles Davis o John Coltrane, lo cierto es que la aportación europea al jazz probablemente estaría mucho mejor representada por esa orquesta en miniatura que ahora conocemos como piano, pero cuyo nombre original era mucho más justo, porque era pianoforte, es decir, «suave» y «fuerte», abarcador, totalizador, capaz de cubrir un área bastante grande del espectro. Igual que la voz humana, aquella del comienzo.

Contrapunto hogareño. El piano ha formado parte del jazz desde sus primeros momentos y proporcionaba una suerte de contrapunto hogareño al jazz de la calle, conformado por las marching bands que tocaban música fúnebre de camino al cementerio e improvisaban una música alegre y llena de ritmo a la vuelta. Detrás de las paredes, en las casas, en las iglesias, en los prostíbulos, esos mismos ritmos surgían a partir de la educación clásica de sus intérpretes y se traducían en estilos prehistóricos o contemporáneos del primer jazz como el ragtime o el blues. La historia es conocida: Nueva Orleans era una ciudad diversa y multicultural hasta que el gobierno decretó, como diría Caetano Veloso, que «los blancos son blancos, los negros son negros y los mulatos no son». Así, negros de clase alta con educación clásica unieron su música y su cultura a aquellos de las voces y los tambores.

A este episodio, como a muchos otros, se le atribuye el origen del jazz. El ragtime, o «ragged time» (tiempo irregular), que algunos definen como música europea tocada con estilo africano (o viceversa), se originó a fines del siglo XIX y durante la Primera Guerra Mundial proporcionó la banda sonora a los entretenimientos de los soldados norteamericanos en los burdeles de Nueva Orleans. Desde el ragtime hasta los orígenes del free, en poco más de medio siglo, el piano había abanderado prácticamente todos los cambios formales de esta música y había generado por lo menos diez estilos distintos, que, cruzados, entrecruzados y vueltos a mezclar, siguen vigentes en esta música al día de hoy.

Alegría y elegancia. La historia de estos estilos parece inabarcable. Sin embargo, abarcarla es la promesa, o al menos el intento, del extraordinario cofre titulado, precisamente, L´histoire du piano jazz, del sello Le Chant du Monde: 25 discos compactos, 524 grabaciones, que sumadas dan más de 32 horas de música. En el CD 1 están Scott Joplin -¡con un rollo de pianola de 1899!, además del seminal Maple Leaf Rag de 1917-, James P. Johnson, Jelly Roll Morton, Fats Waller, Fletcher Henderson, y unos cuantos desconocidos olvidados por la Historia oficial. En el 25, Bud Powell, Red Garland, Thelonious Monk, Ahmad Jamal y Bill Evans. La música se detiene aquí, obviamente por cuestiones de derechos de autor. No están Keith Jarrett, ni Brad Mehldau, ni muchos otros. Pero lo que sí está es maravilloso. Y de una calidad sonora extraordinaria, esperable en los temas de finales de la década de los cincuenta, pero sorprendente en los de la década de 1910.

Para muchos, quizás los dos primeros discos sean los más interesantes, porque todos estos intérpretes, entre los conocidos y los desconocidos (como Cow Cow Davenport, Sugar Underwood o Lemuel Fowler), van desgranando, desde la prehistoria del jazz, una búsqueda que viene desde direcciones parecidas pero distintas. La alegría contagiosa del boogie woogie domina el disco 5, y tal vez otros prefieran empezar por ahí. Poco después, claro, está el swing, y la personalidad inclasificable de Duke Ellington, o luego de Thelonious Monk. Y por ahí asoma Mary Lou Williams. Y está el bebop extremado de Bud Powell, y el lirismo cool de Bill Evans. Y la elegancia de John Lewis. Pocas lecciones de historia dan tanto placer, y contienen tanta música, como ésta.


Carolina Shout played by James Price Johnson (Jimmy Johnson)(February 1921)

viernes, 29 de enero de 2010

Emir Kusturica / Band of Gypsys

Una fiesta de gitanos electrónica.

Emir Kusturica presenta junto a su banda habitual un recopilatorio de rock balcánico.

Emir Kusturica & The No Smoking Orchestra Viernes 29, a las 20.30 hs. La Riviera .

JOSE FAJARDO

En muchas ocasiones, Emir Kusturica (Sarajevo, 1954) ha reconocido ser una persona "contradictoria", que "ama provocar confusión", siempre disfrazado de ambigüedad. Kustu es un polemista, comprometido a su manera, que en 1992 sacudió la conciencia de Europa con un incendiario artículo en Le Monde ('Europe, my city is burning!') sobre la Guerra de Yugoslavia y la pasividad (y culpa) occidental en el conflicto.

Casi dos décadas después, el autor de 'Underground' (1995) y 'Gato negro, gato blanco' (1998) es un cineasta de culto (presidente del Jurado en Cannes en 2005), amigo de Maradona (en 2008 estrenó el documental 'Maradona by Kusturica'), que en sus ratos libres se va de juerga por todo el mundo con The No Smoking Orchestra, una banda que fusiona rock con música balcánica, en la que participa su hijo Stribor (batería).

Él mismo confirma el carácter secundario de su carrera musical: "Me encantaría publicar nuevos discos continuamente con la banda -el último es 'The Wish' (2007)-, pero es muy complicado, porque tengo otros grandes proyectos en los que invertir mis esfuerzos, como el cine".

Su próximo objetivo, una película sobre la figura de Pancho Villa ("un icono revolucionario que me encanta"), encarnado por Johnny Depp, otro gran amigo suyo.

La 'Kustupedia'

A pesar de esta imposibilidad de Kusturica para centrarse en la música, lo cierto es que The No Smoking Orchestra es casi una deidad en la antigua Yugoslavia y en España siempre ha recibido una gran acogida por parte del público.

El grupo fue fundado en 1980 por el Doctor Nelle Karajilic (cantante y compositor), un personaje menudo y anfetamínico, que Kustu define como "el alma de la formación, un líder excepcional".

Sin embargo, el principal reclamo es Kusturica (guitarra), una personalidad que trasciende el ámbito artístico y que tiene su propia Wikipedia, un concienzudo estudio sobre su ideario político, sus textos y, en definitiva, un interesantísimo fresco sobre la cultura balcánica.

Lo mejor de 'los no fumadores'

Los conciertos de la orquesta de los no fumadores son cardiacos, divertidos y sorprendentes, como si una tribu de gitanos borrachos arrancara chispas eléctricas de sus acordeones, en una fiesta que, entre chistes burros e improvisaciones, se alarga por encima de las dos horas.

En esta ocasión, la excusa de la visita es el recopilatorio 'The Best of...', publicado el año pasado, que incluye descargas de discoteca zíngara como 'Unza Unza Time' y 'Was Romeo Really a Jerk?' junto a sus piezas más carismáticas para el cine, con especial atención a 'La vida es un milagro' y 'El tiempo de los gitanos'.

Precisamente, otro de los próximos proyectos de Kusturica es representar su ópera punk sobre este último filme -que ya estrenara con éxito en París en 2007- por todo el mundo, incluida España. "Me encanta vuestro país: tiene una mezcla de peligro y simpatía que me apasiona", asegura.

Jueves, 11 de febrero de 2010

MUSICA › EMIR KUSTURICA Y SU NO SMOKING ORCHESTRA


“Este grupo es muy político”

El músico y cineasta, que inicia mañana con su banda una gira por la Argentina, dice que busca incluir en su arte todo lo que el mainstream quiere borrar. Kusturica habla también de la extraña conexión con la Argentina y hasta se imagina viviendo aquí.

Por Karina Micheletto

Una nueva visita a la Argentina de Emir Kusturica y su No Smoking Orchestra promete algunas postales imaginables: por ejemplo, la de la fiesta colectiva desatada en el Luna Park, donde el grupo tiene previsto un concierto para el jueves que viene, repitiendo la experiencia de dos años atrás. Hay otras postales que, si bien pueden ser bosquejadas, aún la misma banda no puede imaginar, como la de su actuación de mañana en el Cosquín Rock, en la que será su primera presentación en un festival masivo en el país. “Cada show de la No Smoking es uno nuevo, totalmente diferente al anterior. Pero ésta va a ser nuestra primera vez en un festival argentino, así que nos hemos creado la expectativa del caso”, dice Kusturica, acompañado por el cantante de la banda, Dr. Nelle Karajlic.

Los músicos arriban a la conferencia de prensa con esa actitud desharrapada que forma parte de su encanto: cabello desgreñado, ojos no del todo abiertos, remera sin planchar. “Disculpen, todavía estoy medio dormido. Es que venimos de unos 21 grados bajo cero y Buenos Aires nos recibió con 40 grados, así que estamos un poco agobiados”, aclara Karajlic. Eso sí: en el show del Luna Park, promete “poner las cosas a 80 grados”. Será su cuarta presentación en el país, y antes de la fecha porteña pasarán por Cosquín, y luego por Rosario (el domingo) y Neuquén (el próximo martes). Luego, partirán a una gira que los llevará por Europa, Estados Unidos y Canadá.

La relación que la banda de rock gitano de la ex Yugoslavia ha logrado establecer con el público local es extraña e intensa y, según se encarga de destacar Kusturica, única en el mundo. “Estoy totalmente sorprendido por lo que pasa en la Argentina, los mejores conciertos de la banda siempre han sido acá”, asegura el músico y cineasta. “Esto es verdad, no lo digo como una frase hecha, no es que repito estas palabras en cada país al que voy”, aclara. “Es el mejor lugar para tocar. ¿Por qué? Porque nosotros encontramos sus puntos débiles, que tienen que ver con lo dionisíaco.”

Tal es la intensidad generada, que la banda ha editado su primer y único disco y DVD en vivo con sus shows argentinos (Live is a miracle in Buenos Aires). Sin temor a la demagogia, Kusturica dice ser “fanático de la Argentina incluso antes de venir a la Argentina”, y explica sus motivos: “Cuando leí por primera vez a Borges, creí que en la Argentina eran todos intelectuales. Después, cuando vine, me di cuenta de que no. Pero también me di cuenta de que acá hay muchas cosas además de intelectuales, y ustedes tienen millones de similitudes con nosotros. ¡Excepto porque juegan mucho mejor fútbol que nosotros!”
La “conexión argentina” remite inmediatamente al fútbol. “Cuando aquí juegan al fútbol, lo viven como nosotros, ése es uno de los lugares de conexión emocional que encontramos, y es la misma conexión que logramos también en los conciertos. Definitivamente, éste es el lugar donde encontramos mayor conexión emocional con la gente. Es una comprensión mágica la que encontramos en este país. De hecho, Argentina es el lugar donde podría imaginarme viviendo. No es un halago, es un estado de ánimo real.”

Dr. Nelle, por su parte, anuncia sus expectativas ante lo que puede ser esa conexión en el marco de un festival como el Cosquín Rock. “Nuestros amigos argentinos nos invitaron por primera vez a un festival, y estamos emocionados con esa fecha. Para nosotros es muy interesante, porque tocamos en muchos festivales de Europa, y estoy seguro de que uno de aquí tiene que ser mucho más loco. Además, en los festivales siempre es posible ver grupos locales que nos interesa conocer, hemos hecho grandes amistades en estos ámbitos, y terminamos invitándonos mutuamente a otros festivales.” El que tiene a Kusturica como anfitrión se llama Küstendorf, se organiza desde hace cuatro años en Belgrado, durante enero, e intenta reunir lo mejor de la música y el cine “fuera del mainstream”.

Entre las novedades de Kusturica, está es la que más ha sido promocionada, la nueva película que ya ha anunciado, para la que él y su amigo Johnny Depp ya están estudiando español: después de filmar la vida de Diego Maradona, el serbio planea rodar una película sobre Pancho Villa (la coprotagonista será Salma Hayek). “A Johnny Depp lo elegí porque tiene el mismo fisique du rol que Pancho Villa, y además porque es amigo mío”, asegura Kusturica, contundente.

“Somos una banda muy especial”, se autodefine ante otra pregunta. “Porque hoy por hoy la mayoría de la música y el cine corren por los carriles del mainstream. Se buscan cosas grandes, espectaculares, masivas. Nosotros buscamos trabajar como en los ’70 y en los ’80, cuando las bandas podían expresar sus opiniones políticas, podían mostrar sus actitudes frente al mundo, no se dedicaban únicamente a tocar ‘la la la, tra la la’. Por eso esta pequeña corporación que hemos logrado es tan interesante. Claro, nunca nos van a ver entre los hits de MTV, pero nos las arreglamos para ser autónomos y aun así tocar y llegar a ustedes. No podemos pedir más.”

–¿Y cuál es ese mensaje político que quieren dar con la No Smoking?

–No es un mensaje político en particular. Odio la música y las películas cuyos creadores no se preocupan por expresar ideas inteligentes y poderosas sobre la vida humana. El cine más comercial y la televisión nos niegan la posibilidad de ver imágenes que revelen aspectos existenciales, poéticos, sociales y culturales, que antes sí podíamos ver. Hoy todo se resume en ser exitoso. Pero para ser exitoso en el cine y la música, hoy tenés que ser estúpido. Esto es lo que nosotros tratamos de combatir. Queremos involucrar el pensamiento humano, mostrar imágenes de la dificultad, de la belleza, de la opresión política, también de la esperanza política de los hombres. Queremos incluir en nuestro arte todo aquello que a la humanidad le importa, que es muchísimo, pero que el mainstream se ocupa de borrar. Por eso es que sostengo que este grupo es muy, muy político.


Emir Kusturica & No Smoking Orchestra Live / Luna Park- Buenos Aires-Argentina

jueves, 28 de enero de 2010

Robert Wyatt / El Profeta Rojo de Canterbury


Robert Wyatt, (Robert Wyatt-Ellidge)

Nació el 28 de Enero de 1945 en Bristol, Inglaterra. A 65 años de su nacimiento, compartimos una entrevista a Wyatt, realizada en 2007 por el diario El País de España.

Sonido Wyatt

Iker Seisdedos 27/10/2007

El alcoholismo y otros fantasmas acechaban a Robert Wyatt, legendario batería de rock, durante la concepción de su último disco, Comic opera. En esta entrevista habla de la felicidad que halla en una silla de ruedas y de su incesante búsqueda de la belleza.

Mal que le pese a Gladys, la rubia oxigenada que atiende la oficina de turismo, no abundan las razones para venir a Louth, un pueblo del norte de Inglaterra donde las casas se organizan en filas de granate melancolía. Con la estación de tren más cercana a 45 kilómetros, el lugar es tan improbable como otro cualquiera para servir de hogar a una leyenda del rock en silla de ruedas. Robert Wyatt se mudó aquí a finales de los ochenta en busca del hábitat menos hostil posible que su poco dinero pudiese pagar. Los granjeros y comerciantes de Louth descubrirían con los años que el grandullón sonriente que se daba impulso con guantes de esquí por las aceras del pueblo fue en otra vida batería de Soft Machine, mítico grupo de la escena de Canterbury que hizo historia del rock, la psicodelia y el jazz a finales de los sesenta.

Lo que en su caso equivale a decir en otra vida; antes de aquella mala noche del muy ebrio 1973 en la que Wyatt creyó volar y cayó por la ventana de un cuarto piso en una fiesta de Pink Floyd. El médico que lo atendió de urgencia esa madrugada dijo que, de no haber estado tan sumamente borracho, el paciente habría opuesto alguna resistencia y el impacto hubiese resultado mortal. “Fue un buen movimiento para mi carrera”, explica en esta entrevista Wyatt con tanta distancia que casi parece un abismo.

Pero eso sucederá más tarde. El día del encuentro (el lunes 8 de octubre) fue también el del lanzamiento en el Reino Unido de Comic opera, otro de sus brillantes tratados de jazz pop confesional y el noveno disco de la carrera que inició en solitario sobre el alféizar de una ventana. Para celebrarlo, la pequeña tienda de discos local organizó una firma de álbumes y unas cien personas llegaron de toda Inglaterra a presentar sus respetos a Wyatt.

Al término del desfile de aficionados, el músico, de 62 años, recibe al periodista en su casa georgiana de ladrillo oscuro y una sola planta. Aquí vive entre discos, cuadros e instrumentos con su suegra y su mujer, Alfreda Benge, Alfie, una tímida y enérgica inglesa de ascendencia austropolaca. Alfie y Robert contrajeron matrimonio cuando, tras un año de convalecencia, él salió del hospital sobre ruedas, “en el primer día de primavera en un larguísimo invierno”.

Además de compañera, Alfie es autora de las letras originales de Comic opera, así como de las distinguidas ilustraciones de los discos de Wyatt desde el paisaje a lápiz de la portada de Rock bottom (1974), considerado su obra maestra. “De no haber existido ella, me habría dedicado a beber hasta morir escuchando a [el pianista de jazz] Thelonious Monk”, aclarará Wyatt después. “Soy un cocinero terrible, no soy capaz de vestirme solo, ni puedo administrar mi dinero. En nuestro contrato, a mí me toca hacer discos”.

De ese particular acuerdo nace una de las carreras más fascinantes del rock contemporáneo. Más que un tipo con un estilo propio, Robert Wyatt es un género en sí mismo. Podría ser su voz, ese lamento ahogado que Ryuichi Sakamoto definió como “el sonido más triste del mundo”. Podría ser esa intimidad agradable como el agua templada que brinda el fondo de la trompeta tocada por el propio Wyatt sin demasiada destreza. O quizá sea esa mezcla entre el jazz del que proviene y la melancolía del pop perfecto hacia la que camina.

La suma de todo esto hace de cualquiera de sus lanzamientos un acontecimiento raro pero siempre relevante. Si el último, Cuckooland (2003), fue escrito bajo los efectos del 11-S y recibido como una de las obras más singulares del año, Comic opera, que cuenta con una nómina de colaboradores similar a aquél (Brian Eno, Paul Weller o Phil Manzanera, entre otros), se mueve en terrenos más personales. Maneja, con todo, la misma descarnada sinceridad de siempre. Una virtud (o un defecto) que convierte una tarde con Wyatt —charlar, escuchar discos de jazz y bucear en el océano desmitificador de sus recuerdos— en una de las experiencias más singulares del periodismo musical.

La inusual franqueza está presente desde la bienvenida. “Estoy preocupado por la salud de Alfie. Nos han llamado del hospital por algo relacionado con el corazón. Peligroso para unos ancianos campeones del fumeque como nosotros”, es lo primero que suelta Wyatt tras las presentaciones. Después, en una entrevista que se prolongará durante más de cuatro horas, admitirá: “Gran parte de mi problema es decir siempre la verdad”.


PREGUNTA. No veo mucho de cómico, ni de operístico en su último disco.

RESPUESTA. Pues a mí me da risa. Y algunos pueden pensar que hoy meter una canción sobre el Che [Hasta siempre comandante] podría ser un chiste.

P. ¿Niega la cualidad melancólica que se atribuye a su obra?

R. Lo que digo es que nunca hago nada conscientemente triste. Ni siquiera Rock bottom, que se asume nacido del trauma de quedarme parapléjico [fue en parte concebido en su convalecencia]. Lo siento, no es cierto. Algo debe de haber, sin duda, cuando tanta gente lo ve así. Pero en aquellos días no me sentía especialmente triste.

P. ¿Y cómo se sentía?

R. Salir del hospital fue como abandonar la prisión. El estímulo físico del aire fresco y el tráfico en las calles después de meses de reclusión fue una experiencia casi psicodélica. ¡Vida! ¡Árboles! ¡Gente! ¡Música! Fue un día increíble. Por supuesto que había ansiedad, pero no sentí rabia. Todo era por mi culpa. Por borracho e idiota. Sólo teníamos 15 libras en este mundo, nos fuimos a un pub a celebrarlo. Pero hablábamos del disco, ¿no?

P. Claro. Lo ha dividido en tres actos, como ya es costumbre en usted.

R. Me gustan los episodios musicales de 20 minutos. Porque soy un tonto anacrónico. Adoro la vieja distribución de los elepés. No ordeno las canciones en términos musicales, sino de la secuencia de las letras. La primera parte va sobre el amor y la pérdida. La segunda, sobre sentirse incómodo como inglés. Y la tercera, sobre reconciliarse con las ideas políticas que siempre me conmovieron. Veo mis canciones como un jardín salvaje. Soy un jardinero que está enamorado de la belleza orgánica de lo que se trae entre manos. Por eso me siento fascinado a mis sesenta años con alguien como Nat King Cole. De joven no lo apreciaba porque no era lo suficiente crudo para mí. Ahora, en cambio, tras cuarenta años de tocar instrumentos y cantar, he acabado valorando lo difícil que es dar una nota correctamente. Sólo una bella nota. Escasean.

P. ¿De qué va Just as you are, el dueto con Mônica Vasconcelos, es una de las flores más conmovedoras de su último jardín?

R. No lo sé, se lo tendrás que preguntar a Alfie. Ella la escribió. Alfie…

“Vamos Robert, sabes perfectamente la respuesta”, responde ella misteriosa. La aclaración llegará más tarde, cuando, en un aparte, diga: “¿Quiere conocer el verdadero significado de la canción? Hace unos meses Robert estaba empezando a tener un serio problema con el alcohol. Y comenzó a mentirme. Este tema es un mensaje de mí para él. Estás bebiendo demasiado, amigo. Ya basta. Decir: mi amor, tras todos estos años, sigue siendo condicional”. Después, Wyatt corroborará la confidencia. Lleva un par de meses asistiendo a reuniones de Alcohólicos Anónimos y maneja la clase de dialéctica del rehabilitado. Cuando, a la hora de la cena, la entrevista continúe en un restaurante, Wyatt rechazará el ofrecimiento (“sólo un limoncello, Robert”) de una camarera algo ajada. “El trago que marca la diferencia no es el último”, dirá solemne. “El que lo cambia todo es el primero”.



P. El alcohol es una constante en sus letras desde aquel “eres maravillosa cuando estás borracha” que abría Rock bottom.

R. Ya entonces estaba camino de convertirse en un problema. Hay quien dice que si empiezas a saltar por las ventanas es un mensaje de que algo marcha mal. Como soy un poco retrasado, me cuesta llegar a las conclusiones. Hace 34 años de la ventana.

P. ¿Qué sucedió esa noche?

R. No lo voy a contar [largo silencio] aunque lo recuerdo perfectamente. Puedo revelar lo que pasó, pero no por qué.

P. Bien… ¿Qué pasó?

R. Me caí de una puta ventana porque estaba demasiado borracho [golpea su plato contra la mesa]. ¿Vale? Me pusieron sedantes durante seis meses. Luego estuve consciente en el hospital hasta cumplir un año.

P. Disculpe si le he irritado. ¿Escribe Alfie las letras porque usted prefiere no hacerlo?

R. Me es difícil. Tengo mucha más música que palabras. Escribí letras durante años, pero solían ser sonidos guturales .

P. O letras como aquella en la que se limitaba a describir lo que sucedía musicalmente. Éste es el primer verso, éste es el puente, sigue el estribillo…

R. En un momento pensé, oh, no sé lo que pensé… ¿Sabe qué? Siento haberme enfadado de ese modo antes. Si no puedo decir algo totalmente fresco sobre algo me crispo. Porque las entrevistas me parecen interesantes. No hay dos iguales. Y aquel episodio no es que sea doloroso o dramático, es sólo que no hay nada nuevo que decir. Aunque suene chocante, yo no contemplo aquel accidente como algo malo. Fue un nuevo comienzo. Puesto que mi vida es mejor después que aquello, mucho mejor, de hecho, no lo veo como una tragedia. Es sólo un cambio. Y en mi caso, a pesar de las dificultades obvias, soy una persona más feliz. La gente que no se ha roto nunca la espalda piensa: qué terrible vivir así. Pero es algo que sucede. ¡Bang! y a otra cosa. Parecido a un animal salvaje cuando está en la jungla. Llega un helicóptero, le atrapa con una red, y al poco está en una reserva en Tanzania. Y piensa: cojones, dónde están mis amigos, mis árboles… y al final se da cuenta de que está en un lugar más seguro. Si fuese religioso, diría que fue un don. Esto me recuerda la mejor mala crítica sobre mi trabajo que nunca leí. “Como mucho nos temíamos, Wyatt se cayó aquel día sobre su cabeza” risas].


P. ¿Cómo era antes de aquello?

R. Un batería borracho que aprendía trucos tan útiles como el método más rápido posible para acabar pedo: tequila y whisky a intervalos. Me lo enseñó Keith Moon [batería de The Who]. No sé… Debía de ser un cabrón porque me echaron de Soft Machine…

P. Fue por razones personales.

R. No lo sé, no dijeron nada. Somos ingleses. No expresamos sentimientos. Seguramente toda la conversación se redujo a: “Que te follen, tío”.

P. Aquella primera formación hacia 1967, con Mike Ratledge (teclados) y Kevin Ayers (bajo), siempre pareció más una reunión de individualidades…

R. Nunca fuimos un grupo normal. Pero en cierto sentido fue culpa mía. Yo conseguí que esos músicos que nunca habrían tocado juntos se pusiesen a ello. Mike dejó la universidad por mi insistencia. Incluso cuando Kevin abandonó el grupo y se fue con sus maravillosas canciones, metí a Hugh [Hopper, bajista]. No habría funcionado sin mis indicaciones. No era un líder. La batería no lidera, como tampoco el motor conduce el coche.

P. ¿Ha mantenido la amistad con ellos?

R. No siempre. Hace poco vi a Kevin Ayers. Estuvo muy bien. Aún siento nostalgia de aquellos días en Deià . Los dos solos. Éramos jóvenes, entusiastas, estábamos borrachos y era maravilloso.


Para entonces, Wyatt ya había coincidido en su infancia con varios de los miembros de Soft Machine en el colegio Langton, en Canterbury, un centro liberal que pareció la mejor opción de enseñanza a sus padres, un psicólogo aficionado al jazz y una periodista, ambos intelectuales progresistas. La primera mujer de su padre fue secretaria de Robert Graves en Mallorca y, cuando a los 16 años, Wyatt dejó la escuela para buscar la libertad en Deià, se instaló en la casa balear del escritor. Allí conoció a Ayers, futuro miembro de Soft Machine, y a Daevid Allen, que fue parte del grupo hasta que la negación de un visado le obligó a quedase en París, donde acabaría fundando Gong, otra banda seminal de la psicodelia británica. Ayers compartió las tareas vocales con Wyatt antes de abandonar el grupo tras el magistral debut, que titularon 1 a secas, en una costumbre, emplear los ordinales, que se mantendría como un sello de la banda.

El grupo se convirtió con su defensa del jazz-rock, el pop psicodélico y la patafísica en una institución de la boyante escena underground londinense. Fueron años de giras estadounidenses con Jimi Hendrix, de vivir la gran vida del rock y todo eso.

Cuando Wyatt fue despedido después de la intensa grabación del tercer álbum, bautizó su nuevo proyecto como Matching Mole (topos idénticos, en su traducción del inglés), un juego de palabras intencionadamente irónico que jugaba con la traducción francesa de Soft Machine.

Y entonces, llegarían el accidente y los años de la creatividad. Los discos de mediados de los setenta como Rock Bottom o Ruth is stranger than Richard y hasta el éxito. Su versión de I’m a believer, viejo tema de Neil Diamond, alcanzó el número uno de las listas británicas y convirtió a Wyatt en el único artista en la historia del célebre programa de la BBC Top of the pops que actuó en silla de ruedas.

No hay mucha explicación en las brumas de su memoria para el silencio que siguió a aquellos años, cuando la pareja se mudó a la Costa Brava e interrumpió la producción discográfica. De aquel limbo, Wyatt regresó a principios de los ochenta como un artista comprometido. Se afilió al partido comunista, repartió pasquines en las calles de Londres y adoptó el español como idioma de combate. También se abonó, una constante en su trabajo posterior, a las versiones. “Alfie siempre me compra ropa en las tiendas de beneficencia”, explica Wyatt. “Es lo mismo con las canciones. Voy al mercado de segunda mano y me quedo con las que me sientan bien”.

P. Tras la caída del muro de Berlín abandonó el partido. ¿Ya no le veía el sentido a la militancia?

R. Superé la etapa. Pero sigo creyendo que el comunista es el mejor de los partidos. Te unes al laborista, cosa que he hecho un par de veces, y no te dicen: “Pongámonos a discutir”, sino “apoya al candidato de tu distrito”. En el comunista te ponen a leer. Mis diez años en el partido fueron mi universidad.

P. Pero mantiene cierta liturgia de los gestos. Al final de Comic Opera renuncia a cantar en inglés por vergüenza.

R. Me avergüenzo de ser inglés. Estoy incómodo con que el idioma se haya convertido para los negocios en lo que el latín para la Iglesia. Es demasiado poder para una estúpida y pequeña isla.

P. ¿Son éstos los tiempos más nefastos que ha conocido?

R. Lo peor llegó con el triunvirato de Blair, Aznar y Berlusconi. Estuvimos frente al rostro del infierno. Lo único bueno que hizo Blair fue destruir con él a estos dos tipejos. Sólo me ha tocado una vida en el planeta y resulta que la tengo que vivir en esta mierda de situación. Moriré y todo seguirá igual. Eso me deprime.

P. ¿Teme a la muerte?
R. La espero con ganas. Si tuviese que vivir para siempre moriría [risas]. Estoy harto de luchar.

P. ¿Cuál es su mayor temor entonces?

R. Hacer daño a los demás por mi falta de tacto e insensatez. Cuando bebo hago daño a la gente. Física, no, pero sí mentalmente. No es adrede, es como tropezar con alguien sin querer. No soy bueno viviendo con cuidado. Mi mayor temor es ése: el miedo a la vergüenza.

http://www.elpais.com/articulo/arte/Sonido/Wyatt/elpepuculbab/20071027elpbabart_6/Tes

Robert Wyatt - "Sea Song"

miércoles, 27 de enero de 2010

NIN / Another Version of the Truth

Miércoles, 27 de enero de 2010

Al costado de la industria.


El primer volumen de Another Version of the Truth puede ser descargado gratuitamente y pronto tendrá edición en Blu-ray. Trae imágenes de tres impresionantes conciertos de Trent Reznor y compañía filmados en HD y con sonido 5.1.

Por Roque Casciero

Atención señores de la industria discográfica: la nota que están por leer habla acerca de un DVD bajado de Internet. ¡Danger, danger! Bueno, no es para tanto, porque tiene ciertos visos de “oficialidad”: Another Version of the Truth - The Gift es un documento visual editado por los fans de Nine Inch Nails en base al material filmado profesionalmente por la banda y que, luego de disputas legales con Universal Music (dueña de los derechos de varias canciones), el cantante Trent Reznor había puesto a disposición de quien quisiera bajárselo. Pero ésta es sólo la primera parte del proyecto, que incluirá otro DVD con el último concierto que dio la banda en Las Vegas, filmado por fans. Y hay planeadas exhibiciones en cines de ambos volúmenes, que por razones legales se presentan como bootlegs y no como un lanzamiento oficial, pero que cuentan con el apoyo explícito de Nine Inch Nails.

La historia comenzó de un modo más “normal” de acuerdo con los parámetros de la industria de la música: Reznor quiso documentar la que supuestamente será la última gira de NIN en mucho tiempo y se contactó con su viejo sello para organizar el lanzamiento. Entre paréntesis, los últimos dos álbumes de la banda, Ghosts I-IV y The Slip, habían sido publicados como descargas gratuitas a través de licencias Creative Commons. Y la presentación en vivo, como pudo verse en Buenos Aires, estuvo entre lo más imaginativo que se pueda hacer hoy con la tecnología: tres enormes pantallas de leds, de las cuales una se usaba como si fuera un telón de imágenes delante de la banda, más una puesta de luces impactante, amplificaban la descarga energética (y también la sutileza) de Reznor, el guitarrista Robert Finck, el bajista Justin Meldal-Johnson, el baterista Josh Freese y el tecladista Allesandro Cortini. Cada canción tenía su puesta en escena preparada, que no interfería con el contacto visceral y el exorcismo en directo que propone la música de NIN. Pero el acuerdo con Universal se dilató y los fans, temiendo quedarse sin un registro de ese show impresionante, se “complotaron” para grabar con cámaras de alta definición el último concierto del tour Lights in the Sky.


Justo después de eso, Reznor –único miembro estable del grupo que popularizó el rock industrial– publicó a través de su sitio web las grabaciones profesionales de los conciertos en Sacramento, Portland y Victoria. Pero no era para cualquiera: el peso de los archivos era de 400 gigabytes. Eso sí, se podía hacer con ese material en crudo lo que uno quisiera. Y ahí entraron otra vez a tallar los fans de tres continentes, que armaron Another Version... El DVD –que incluye clásicos como “Hurt”, “March of the Pigs”, “Terrible Lie” y “Closer”– se dio a conocer hace un mes a través del sitio http://www.thisoneisonus.org/: viene con audio 5.1 y la mayor calidad de imagen posible. Quienes no quieran perder tiempo descargándolo pueden verlo en YouTube, pero también está disponible como archivo HD y la versión en Blu-ray saldrá pronto. Durante el año también aparecerán el segundo volumen (con el concierto filmado de modo amateur) y un tercero con curiosidades de la gira. La edición hecha por los fans es un lujo que ya quisiera lograr más de un sello discográfico, y hasta incluye un arte de tapa notable. Todo lo cual lleva a pensar en que la alarma del principio no debería haber dejado de sonar en ningún momento dentro de la industria. ¡Danger, danger!

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/7-16756-2010-01-27.html
Nine Inch Nails performing Hurt. (C) 2002 Nothing/Interscope Records

martes, 26 de enero de 2010

Abdu Salim / Jazz en el Exilio

Abdu Salim En el Exilio

Compositor, arreglador y solista de talento, guardián fiel de una música que refleja perfectamente su forma de vida. Saxo Tenor y Saxo Soprano, demuestra su talento por España y Francia al igual que muchos jazzmen, lejos de la tierra que los vio nacer.

Abdu Salim (Gilmer -Texas-1950), tenía cuatro años, cuando comenzó a tocar el piano. Al terminar la secundaria, en 1968 se había realizado en la mayoría de los instrumentos de la banda de la escuela, y cantó en varios coros. Fue este año en el que se graduó, que entró en Texas Southern University en Houston, Texas.
En esta universidad recibió sus primeras lecciones. Mientras que en Houston conoció y se hizo muy amigo de Arnet Cobb. Hizo una gira con Johnny Copland y otra gira en verano con Joe Turner.

De 1970 a 1978 fue en la Marina de los EE.UU. técnico en radar. Durante este período se limitaba a tocar en grupos locales y cerca de las ciudades a las que estaba destinado. Tocó R & B y Rock, con orquestas sinfónicas, grupos, y estuvo de gira con coro de gospel. Mientras estaba en España, realizó una gira con el grupo de rock IMAN. En 1978 y 1979 regresó a Texas. En Texas College estudió armonía clásica y enseñó saxofón, flauta y armonía de jazz. De 1979 a 1983 Abdu Salim estaba en el Ejército de los EE.UU., en calidad de instructor en la teoría de la música y el instructor de entrenamiento del oído en la escuela de Música de la Marina en Norfolk.



Abdu Salim & Elvin Jones

Su primer grupo de jazz primera FJB, con el baterista Keystone Stinnet. En 1981 fue destinado a Corea del Sur, donde dirigió la edición coreana de FJB Esta banda fue el primer grupo musical en Corea del Sur. En Corea, Abdu Salim participó en numerosos programas de TV y radio . Mientras su grupo tocaba en dos clubes en Seúl, todas las noches.

Allí compuso A rose without a thorne . Esta canción ha sido grabada por John Hicks en el CD: Two of a Kind (John Hicks Ray Drummond). En 1983, Abdu Salim volvió a Norfolk y terminó su contrato con el ejército. Mientras tanto, él ha tocado con John Hicks, Frank Foster, Keystone Sinnet, Billy Taylor, Billy Drummond, Steve Wilson y otros.

Abdu Salim llegó a España durante el verano de 1983 con cuatro composiciones bajo el brazo. En el verano de 1985, ya tenía veinticuatro. Abdu Salim fundó la primera escuela de jazz en Andalucía, y realizado numerosos conciertos con grupos de estudiantes y otros músicos europeos y americanos. Ha grabado con una variedad de grupos, que van desde el folclore español, teatro, rock y dos películas .


En España y en el sur de Francia, ha trabajado con Billy Brooks, Lou Bennet, Lou Donaldson, Lonnie Smith, Idris Muhammad y muchos otros.
Desde 1987 fué el saxofonista Lou Bennet. También en 1987 recibió un premio de la estación de radio española Cadena Radio Pop por su contribución a la formación y la práctica de jazz en Andalucía.

En 1991, Abdu Salim recibió dos premios “Dexter Gordon” de la televisión de España del programa "Jazz Entre Amigos", uno para su cuarteto y otro como solista. Entre sus últimos logros es su composición Blue Jae, que ha sido grabado por los hermanos Harper.

Interpreta también tres de sus composiciones en el último trabajo de Lou Bennet “Now hear my meaning”, ", grabado en Barcelona con el baterista invitado Idris Muhammad.

Blue Jae/Abdu Salim-Joshua Edelman-Jimmy Castro-Miguel Vargas

A lo largo de su carrera tocó con Frank Lacy, Alain Jean Marie, Billy Hart, Greg Bandy, Slide Hampton, Ellis Marsallis, Philip Harper y otros.


Abdu Salim es un músico natural con una amplia variedad de experiencias musicales y teatrales las cuales desarrolla en cada una de sus presentaciones.

http://www.abdusalim.com/


Jazz Concert
Abdul Salim Sextet
Nova Jazz Cava de Terrassa (29/01/2010)

Un exiliado en alza

KARLES TORRA - 01/02/2010

Abdu Salim es un gran compositor que rueda sobre los raíles de un torrencial hard bop blues

La que ahora termina ha sido una década prolífica para Abdu Salim. Pese a haber tenido que superar unos serios achaques de salud, este singular saxofonista texano exiliado en Europa (primero en Sevilla y luego en Toulouse) ha publicado sus dos primeros discos como líder, tras una extensa carrera como pedagogo trotamundos del jazz y sideman de relumbrón (Lou Bennett). Asimismo, Salim ha protagonizado uno de los documentales de jazz más interesantes de los últimos tiempos (Abdu Salim in exile,de Ricard Rois), que narra sus denodados esfuerzos por crear una big band de músicos afroamericanos exiliados en Europa.

Con motivo de la presentación de su nuevo disco, el saxofonista compareció ataviado con un vistoso atuendo africano y al frente de un sexteto de jóvenes músicos de Toulouse, cuyas excelentes prestaciones pusieron al descubierto la pujanza que vive la escena jazzística de nuestros vecinos del norte. Configurado exclusivamente a partir de un ramillete de temas de autoría propia, con este Du´s dues blues Salim se confirma como un gran compositor y arreglista que asienta su discurso sobre los raíles de un torrencial hard bop blues de impecable factura y con un fuerte poder comunicativo, como las fenomenales interpretaciones de Amirah´s dance o de Salaam Salim ante un público entregado a su música. Sin perder nunca de vista el sentido escénico, Salim espoleó continuamente a sus músicos a ir más allá en sus solos e improvisaciones, con el deslumbrante trompetista Nicolas Gardel como destacada y explosiva punta de lanza. ...


Abdu Salim Sextet / Jibril
Abdu Salim: Sax Ténor Nicolas Gardel: Trompette Olivier Sabatier: Trombone Rémi Leclerc: Piano Maxime Delporte: Contrebasse Frédéric Petitprez:


domingo, 24 de enero de 2010

Pat Metheny / The Orchestrion Tour



Pat Metheny, hombre orquesta.

ANDREA AGUILAR 23/01/2010

“Las ideas, cuando surgen, crean su propio ambiente", afirma el legendario jazzista, que ensaya en una iglesia de Brooklyn”

Dice Pat Metheny que su mujer nunca había estado tan contenta de verle salir de su apartamento. El genial guitarrista se llevó consigo un par de pianos de cola, baterías, bajos, triángulos, panderetas, cascabeles, bongos, el vibráfono, la marimba, y dos gaitas compuestas de varias decenas de botellas de cristal. Salió con su nuevo orchestrion y desde finales de octubre lo ha tenido desplegado en la iglesia de Saint Luke en Brooklyn, Greenpoint, donde ha ensayado 10 horas cada día. "Mi conexión con los espacios físicos es limitada", asegura, "las ideas, cuando surgen, crean su propio ambiente". El templo donde ensaya ya no tiene uso religioso así que Metheny y su equipo montaron en la nave central el fantástico instrumento en el que han ensamblado partes inventadas por distintos creadores.

Si Metheny no estuviera al frente, parecería que un conjunto de duendes invisibles hubiesen asaltado una tienda de música. Mediante tecnología neumática y electroimanes, las teclas del piano tocan las notas que el músico marca desde las cuerdas de su guitarra. Al pisar un pedal la melodía que ha creado continúa sonando y él incorpora la batería o los timbales o la marimba. No hay pistas grabadas, el guitarrista las crea sobre la marcha y puede controlar esta orquesta desde distintos instrumentos. "Esto es algo que respira y que te ofrece una experiencia distinta como compositor, músico e improvisador", explica. Con esta sofisticada versión de hombre orquesta siglo XXI ha grabado su nuevo disco, Orchestrion, que sale al mercado la próxima semana. En febrero viajará con ella a España en una serie de conciertos programados en Madrid (día 18), Valladolid (19), Logroño (20) y Barcelona (21).

La historia de cómo este músico, ganador de 17 premios Grammy, se ha embarcado en este proyecto se remonta a su infancia. Metheny (Kansas City, 1954. www.patmetheny.com), que a los 8 años tuvo su primera trompeta y a los 12 se pasó a la guitarra, pertenece a una larga estirpe musical. "Tan lejos como alcanza mi memoria recuerdo estar tocando dúos o tríos, recuerdo el olor de la trompeta", explica. En el sótano de casa de su abuelo materno, el músico Delmar Bjorn Hansen, descubrió una vieja pianola con la que él y sus primos jugaban. Su fascinación por el instrumento mecánico no cayó en el olvido. Siempre le ha interesado la tecnología pero ha querido mantenerse en los márgenes y buscar un punto de conexión entre tradición e innovación. El inquieto y vanguardista Metheny, que con este proyecto no abandona a su grupo ni demás trabajos, trataba tan sólo de descubrir una nueva ruta. "Ha sido como aprender a tocar con músicos desconocidos".

Pat Metheny - Orchestrion

sábado, 23 de enero de 2010

Metallica En Buenos Aires


Metallica: fuerza, carácter y velocidad.

La banda mostró por qué son los referentes imbatibles del metal. Un gran show.

Por: Pablo Raimondi

La espera parecía interminable para muchos metaleros argentinos que desde 2003 mastican bronca porque cuatro estadounidenses cancelaban su gira, en tiempos del disco St Anger, por "agotamiento físico y mental". Y un Monumental sold out se quedaba con las manos vacías.
Pero el metal a veces da revancha y así fue en estos River: era la redención para Lars Ulrich, James Hetfield, Kirk Hammett y Robert Trujillo. Desde las 21.15, las luces de un escenario a puro luto, y sin telones escenográficos estridentes, se apagaron y comenzó la operística The Ectasy of Gold, con imágenes en las pantallas del filme El bueno, el malo y el feo.

El hilo de ansiedad de las 60.000 personas que llenaron River hizo catarsis con los primeros acordes del thrashero Creeping Death, del disco Ride The Lightning. Un mar de manos apretujadas en el campo se arremolinaban para dar la bienvenida a la actual banda más convocante del heavy: Metallica.

Aunque el sonido se ajustaba de a poco, los Cuatro Jinetes de riguroso negro hicieron gritar fuerte "Die, by my Hand", un fragmento de Creeping Death, a todos los presentes. Luego Hetfield preguntó: "¿están listos?", y coló For Whom the Bells Tolls que recuerda a Cliff Burton (bajista, fallecido en 1986) y sus pantalones acampanados. Al final del tema, Hammett -un eximio violero- desató el badajo con un solo artesanal.

El disco negro de Metallica, que por 1991 sumó a miles de fans, asomó con el poguero Wherever I may Roam. Y se ve que la gran M es heterogénea: looks electro, floggers y fundamentalistas de la velocidad metálica no paran de cabecear con este tema.

"Tenemos una misión, y es que se sientan bien", auguró la voz del grupo; de inmediato sonó la reptante Harvester of Sorrow, donde el baterista danés acompañó con su lengua cada machaque mientras Trujillo "arrastro" su bajo por las rampas. En el show no había un escenario circular ni una pasarela central que penetrara el campo: la línea de fuego de Metallica fue frontal, sin contemplación.

El show se enfrió cuando Hammett hizo un solo madrugador que debía figurar más atrás en la grilla de temas. Pero luego James lo redimió con la guitarra semiacústica y el comienzo del emotivo Fade to Black. Con ese tema de 1984 (con un comienzo soft para el género), el grupo sacó chapa de innovación. Los resultados están a la vista.

El disco que trajo nuevamente a Metallica (Death Magnetic) magnetizó con la veloz All Nightmare Long y la cambiante Cyanide. "Estamos para curar tu corazón" dijo James al recordar y pedir perdón por la cancelación del show de 2003. Los aplausos sirvieron para cicatrizar la herida. Y luego atropelló la potente Sad but true.

Para la bélica One, Metallica comenzó a desplegar su arsenal de detonaciones y llamaradas dejando claro por qué ese tema encumbró a ... And Justice for All. El doble bombo de Ulrich sobre el riff de las violas hicieron vibrar el cemento del Monumental a puro artificio.

Metallica manejó los hilos de River al sonar el clásico Master Of Puppets para que toda la gente gritara "Master, Master".

Al rugido de "Fire" dos llamas incendiarias le pusieron más calor (como si hiciera falta) a la noche con Blackened para luego bajar mil cambios con Nothing Else Matters, donde los celulares hicieron resplandecer la velada de Nuñez. Antes de los bises, el mazazo de Enter Sandman sacudió River a puro salto para adentrarse en la tierra del nunca jamás.

La vena punk de Misfits pegó al mentón con Last Caress y si hay alguna duda de que Metallica quería dar latigazos al corazón, sorprendió Whiplash del longevo Kill´em All.

Para el cierre Lars jugó con el público al amagar con irse y preguntó cuántos bises más querían escuchar. "Uno, dos, tres, cuatro ¡cinco!", hizo con sus dedos y sonrió mientras Hetfield anunció "¡uno más!".

Así comenzó Seek & Destroy y las luces de la cancha se prendieron para ver que los saltos y pogos son fruto de ese himno del thrash metal. El vocalista bajó frente a la valla, y le dio voz a unos pocos para que griten el título del tema. "Buenos Aires patea culos", decía James mientras el grupo ofrendaba púas y palillos. Misión cumplida.«

http://www.clarin.com/diario/2010/01/23/espectaculos/c-02125328.htm

viernes, 22 de enero de 2010

The Doors / “Live in New York”


The Doors: En vivo, mucho mejor.

Un nuevo directo de la mítica banda californiana llega las tiendas, con una presentación impecable y un repertorio único. Una delicia para los seguidores de uno de los grupos que mejor explotaron su directo.


Texto: JUANJO ORDÁS.

El catálogo de The Doors lleva años expoliándose, aunque eso sí, con muy buenas maneras. En estudio sus discos son remasterizados con mimo y se les añaden bonus tracks, mientras que para las grabaciones en vivo los miembros supervivientes crearon Bright Light Records, compañía dedicada a editar conciertos en vivo que la legendaria banda ofreció en los 60 y 70.

Y es que The Doors son uno de esos grupos cuyo legado se extiende a través de múltiples piratas, y es de agradecer que se ponga orden en los archivos de una banda que en directo añadía nuevas dimensiones a sus canciones. En ese sentido, The Doors son un grupo muy similar a Led Zeppelin: Cada actuación era distinta y si se les enlataba con buena calidad de sonido, el producto podía superar incluso al capturado en estudio.

Por ello, cada vez que se lanza al mercado un nuevo directo de The Doors es una buena noticia. En los últimos años Bright Light Records ha editado múltiples referencias, siendo la última de ellas el paquete que nos ocupa: “Live in New York”, una caja de lujo, excelentemente presentada, con un libreto bastante cuidado pero cuyo mayor atractivo es, lógicamente, su contenido. Las actuaciones en el Felt Forum de Nueva York, ya habían visto la luz de forma fragmentada (por ejemplo en el box set de 1997), pero esta vez se presentan en su integridad. Y eso es mucho.

Cuatro conciertos completos, grabados con un sonido perfecto, cuatro actuaciones de una banda que crecía en vivo. Mucho se ha hablado de The Doors (tanto en vivo como en estudio), pero siempre conviene recordar que eran una entidad, mucho más que la banda de Jim Morrison (aunque él fuera parte fundamental, claro). “Live in New York” registra a un grupo en perfecto estado de forma, preparado para arremeter contra cualquier frontera musical, dispuesto a elevar a la audiencia al extásis en un viaje único. Cada vez profundizaban más en sí mismos, buceaban en su propia profundidad y llegaban a nuevos terrenos que explorar. En la época en la que se grabaron los conciertos que nos ocupan, los Doors estaban a punto de editar “Morrison Hotel”, el que sería el penúltimo álbum de un Jim Morrison cada vez más interesado en cantar con la agrietada voz de un bluesman, alejado de su imagen de sex symbol aunque algunas hembras del auditorio le arenguen.


No falla, empiezan templados (siempre con ‘Roadhouse Blues’) y a partir del tercer o cuarto tema comienzan a inmolarse mientras la audiencia arde. Ahí está el teclado de Manzarek aportando gran parte de la personalidad del grupo, la guitarra de Krieger, tan violenta en vivo, y la adaptable batería de Densmore, todos al unísono junto al chamán Morrison. Y es que el Jim con unos pocos kilos de más es aún mejor que el de cuero negro y torso desnudo, Manzarek y Densmore eran cada vez menos hipnóticos y mucho más directos y Krieger ganaba contundencia según maduraba. Todas las virtudes del grupo se amplificaban en vivo, Manzarek les hacía sonar aún más carnavalescos y Morrison hechizaba a la audiencia. Escuchad su presentación de la mítica mini suite poética ‘Celebration of the Lizard’, sencillamente poderoso, un comunicador único.

Para los dos días en los que se desarrollaron los cuatro conciertos recogidos (dos por día) el grupo manejó un repertorio de unas veinticinco canciones que se intercambiaban y combinaban en cada uno de los pases, incluyendo versiones como ‘Who do you love’ de Bo Diddley o ‘Close to you’ de Willie Dixon (¡sí, estos tipos amaban el blues y el rock primitivo!). Evidentemente, por muy espontáneos que fueran sus espectáculos, había clásicos que incluir y ahí están ‘Light my Fire’, ‘Break on through’ y ‘The End’. Sorprende que no incluyeran, por ejemplo, ‘Love me two times’, pero el repertorio exhibido es impresionante. Además, y esto es de lo más interesante, durante estos conciertos avanzaron canciones del entonces inédito “Morrison hotel”, dando a su público privilegiadas escuchas de ‘Blue Sunday’, ‘Peace Frog’ (¡el tema funky de The Doors!), ‘Ship of Fools’ o la ya citada ‘Roadhouse Blues’.

Eso sí, lo de regrabar en 2009 la armónica de John Sebastian para incluirla en los tres temas en los que su interpretación se perdió. Claro que suena bien y si no lo lees en el libreto interior ni te enteras, pero una cosa es recoger lo que ocurrió en una noche con sus fallos técnicos incluidos y otra fingir décadas después. Nada que estropee la edición, pero habría sido más lógico incluir las canciones sin Sebastian, por mucho que aquella noche el tipo estuviera tocando y la unidad de grabación lo obviara.

The Doors -Rock Me- “Live in New York” 1970 Felt Forum Concert

jueves, 21 de enero de 2010

Patti Smith / "Dream of Life"


Una poeta punk, leyenda y musa

"Dream of Life", un documental que se proyectó en más de 30 festivales de cine en todo el mundo, muestra algunos momentos del apogeo creativo de la vida de Patti Smith, con películas de archivos y filmaciones de actuaciones recientes capturadas por el fotógrafo de moda y neófito en el cine Steven Sebring.

Por: Edward Wyatt para The New York Times y Clarín


Patti Smith apareció en el paisaje cultural a comienzos de los años '70 con lecturas de poesía en el Lower Manhattan y actuaciones musicales en un club nuevo en el centro llamado CBGB. Actualmente, se considera que su álbum debut de 1975, "Horses", es un clásico del rock'n'roll.

Según el Salón de la Fama y Museo del Rock and Roll, donde ingresó en 2007, el álbum llegó "en un momento en que el rock'n'roll necesitaba un sacudón de su estancamiento apático y las pretensiones de movilidad ascendente del arena-rock". "Dream of Life", un documental que se vio el mes pasado en el canal de televisión PBS y se proyectó en más de 30 festivales de cine en todo el mundo, muestra algunos momentos de ese apogeo creativo de su vida, con películas de archivos y filmaciones de actuaciones recientes capturadas por el fotógrafo de moda y neófito en el cine Steven Sebring. Pasó más de 11 años haciendo la película.

"Como artista no he cambiado tanto", dijo Smith, 63. "Sigo teniendo las mismas visiones, y todavía me gusta hacer mucho ruido y mucho feedback alto en mi guitarra".

Pero la película también indaga más a fondo. Comienza con su despedida de la casa en Detroit donde, retirada de la fama en su nuevo rol de madre, vivió durante 16 años a partir de comienzos de 1980. Desde allí, el film documenta el regreso de Smith a Nueva York y a la actuación hace una década, cuando un trío de muertes inesperadas la afectó profundamente –la de su marido, el guitarrista Fred Smith; la de su hermano, Todd; y la de su pianista de siempre, Richard Sohl. "Tuve que irme de Detroit", dijo Smith. "No manejo y no quería vivir en Detroit sola y entonces traje de vuelta a mis chicos a la Costa Este".

"Pero tenía que conseguir un trabajo, hacerme cargo de ellos y mandarlos a la escuela", agregó. "Todos sabemos que es mucho más caro vivir en Nueva York que en Detroit. Por eso volví a trabajar". La alentaron sus amigos: Bob Dylan, que arrastró a Smith en una gira por la Costa Este en 1995, y Allen Ginsberg y Michael Stipe, el vocalista de R.E.M. Sebring dijo que básicamente fue armando su visión de la película a medida que avanzaba. "No soy historiador. No tenía un plan de cómo iba a ser. En cuanto empezamos a cortar, supe que no sería un documental típico". Filmó actuaciones y giras en Israel y Japón y Washington. Y cuando estaba editando la película, puso una cámara de 16mm en el dormitorio de Smith para captarla contando historias sobre ella y su vida. "Estábamos siempre en su habitación, dijo Sebring, porque es ahí donde ella piensa, donde crea, donde podía mostrar cosas y hablar de ellas".

Esas escenas constituyen la narrativa apenas visible del film, que revela a una persona que para muchos menores de 40 es apenas un nombre o un personaje de inventario, "la madrina del punk", como generalmente la llaman. "Mi mayor esperanza con la película es que vean el trabajo que hace Steven, y que Steven sea apreciado por ese trabajo", dijo Smith. "Mi esperanza personal es simplemente que la gente tome conciencia de que tengo más dimensiones de las que a veces trascienden. En algunos casos, lo único que conocen es, en primer lugar, el trabajo, pero a través de los medios reciben nada más que un aspecto de un ser humano".

"Me alegra que la gente tenga una visión más humanística", dijo. "Realmente tengo una vida fantástica. He vivido tragedias muy grandes en la vida. Sigo llorando a los míos que perdí. Extraño a mi marido. Pero he tenido grandes oportunidades en mi vida".

http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2010/01/18/_-02122531.htm

Patti Smith: Dream of Life . Documentary Film. (Trailer)

miércoles, 20 de enero de 2010

Tony Levin / Stick Men Tour 2010


Martes, 19 de enero de 2010

Tony Levin en Argentina

Es un viejo conocido: estuvo aquí en el legendario Amnesty Tour de 1988 como parte de la banda de Peter Gabriel, y en 1994 fue parte de la no menos legendaria reunión de King Crimson en la Argentina en el Teatro Broadway. El año pasado volvió a pasar por Ezeiza para la presentación de Gabriel en el estadio de Vélez.

Pero ahora al fin le toca el turno como solista: el bajista y stickista Tony Levin actuará el 6 de marzo en el Teatro San Martín de Córdoba, el 11 en Rosario (en una sala aún no confirmada) y el 12 en el Teatro ND Ateneo de Buenos Aires, en el marco del Stick Men Tour que completan el también stickista Michael Bernier y el baterista Pat Mastelotto, integrante a su vez de King Crimson.

Dueño de un currículum impresionante –ha tocado con Gary Burton, Pink Floyd, Paul Simon y John Lennon, entre otros– Levin tiene grabados como solista los discos World diary (1996), Waters of Eden (2000), Pieces of the sun (2001) y Double Espresso (2002), entre otros. Las entradas ya están a la venta a través del sitio http://www.plateanet.com/
http://www.tonylevin.com/

Stick Men (Tony Levin, Pat Mastelotto & Michael Bernier)

martes, 19 de enero de 2010

Janis Joplin & Elis Regina / A Sangre y Fuego

Janis Lyn Joplin - 19 de enero de 1943 – 04 de octubre de 1970

Janis Joplin nació el 19 de enero de 1943 en Port Arthur, Texas, EE.UU. Desde los años 60 tocaba en clubes y salas, pero fue en el 68 cuando comienza su carrera en solitario. Brillo en el festival de Woodstock, y se convirtió en ídolo de toda una generación. Aunque nunca ocupó las listas de éxitos comerciales, su voz rasgada era admirada por la mayoría. Fue encontrada sin vida el 4 de octubre del 1970 en un hotel de Hollywood.

Janis Joplin / La Gran Dama Blanca del Blues.
(A 67 años de su nacimiento)

18 Ene. (Notimex).- La cantante de blues y rock Janis Joplin, quien cumpliría 67 años hoy, sigue vigente a través de Internet, donde las nuevas generaciones pueden conocer su corta, pero fructífera trayectoria.

Janis Lyn Joplin, considerada un símbolo femenino de la contracultura de los 60, nació el 19 de enero de 1943 en Port Arthur, Texas, y murió de una sobredosis el 4 de octubre de 1970.

Su padre, Seth, trabajaba en una refinería y su madre, Doroty, había destacado a través del canto en su escuela. Ambos querían que su hija fuera maestra, sin embargo, a los 16 años comenzó a manifestar su amor por la música y su rebeldía.

Se pintó el pelo de naranja y se unió a una pandilla de jóvenes radicales, además rechazaba el racismo y era acusada de ser amiga de los negros.

A los 17 años comenzó a cantar en los bares de Louisiana, donde interpretaba y escuchaba "música de negros", grabó su primer disco cuando estudiaba bellas artes en la Universidad de Texas.

En 1963, la ciudad de San Francisco fue testigo del talento de la denominada "Dama Blanca del Blues". Fue en ese periodo cuando comenzó su contacto con las drogas, se sumió en un estado de abandono y aumentó mucho su peso.

No obstante, anunció a su familia que retomaría sus estudios universitarios y que se casaría con un hombre que conoció en San Francisco, llamado J.P., pero el enlace no tuvo lugar pues éste la abandonó y eso marcó más su inseguridad afectiva y sentimiento de soledad.

Regresó a San Francisco y a la música, se unió a la banda Big Brother and The Holding Company, logrando una combinación perfecta. Joplin amaba la libertad creativa de la escena musical en aquel lugar.

La banda obtuvo buenas críticas, cada vez más centradas en ella y menos en todo el grupo, esto reforzó su autoestima y carrera, por lo que pronto fue conocida en el resto de Estados Unidos.

Actuó con su banda en el Festival de Monterrey en 1967, junto con Jimi Hendrix, Jefferson Airplane, Canned Heat, The Who, The Mamas and the Papas, The Byrds y Otis Redding. Para entonces aspiraba a ser algo más que "La Reina de los Hippies".

Dos veces participó en dicho festival, y para su segunda intervención, cambió su ropa hippie por un traje dorado. A partir de entonces el grupo fue contratado por el productor de Bob Dylan, Albert Grossmael.

Joplin eclipsaba a los Big Brother, pero durante su gira por todo el país comenzó a consumir heroína para huir del agobio de la fama. Decía que nada que se sintiera tan bien podía ser malo y sólo quería algo de paz.

En la primavera de 1968, se trasladaron a Nueva York para grabar su primer disco. Aunque Janis no congeniaba en la agrupación, aquella combinación de música repetitiva de estilo psicodélico de los 60, con su voz era prodigiosa. Su éxito fue notable en discos como "Bola y cadenas" y "Pedazo de mi corazón", ambos en 1968.

Las críticas fueron muy buenas para Joplin, aunque no tanto para el grupo. Albert Grossmael le propuso un cambio de banda, pues el Cosmic Blues Band sonaba distinto; con trompetas y coros, entre otros. La fusión no funcionó.

Janis comenzó a prodigarse en entrevistas, en las que terminaba hablando de su vida y sentimientos. Decía que hacía el amor con 25 mil personas en el escenario y luego volvía sola a casa.

Cada vez dependía más del alcohol y la heroína. Sin embargo se había convertido en un símbolo de fuerza y rebeldía para muchas mujeres de su época.

Quiso entonces volver a su pueblo natal como estrella de rock. Sus padres aprovecharon para marcharse y ella no fue bien recibida por la gente. Este fracaso fue magnificado en los medios de comunicación, y fue un desafío que se volvió contra ella.

En septiembre de 1970 se trasladó con su nuevo grupo a Los Angeles para realizar su último disco "Pearl", siendo el 4 de octubre el día para la grabación. Ese mismo día su cuerpo fue descubierto aproximadamente 18 horas después de su muerte.

La cantante falleció a causa de una sobredosis de heroína y como las jeringas desaparecieron su muerte estuvo rodeada de misterio. Se especuló que pudo haber estado con ella alguien más en la habitación.


Janis, quien fue la primera mujer blanca en ser considerada una gran estrella de rock, ya había pasado por experiencias similares pero había salido con vida, aunque en esta ocasión no pudo evitar ser víctima de los excesos del alcohol y drogas.

Tras su deceso, salió el disco "Pearl" que fue un éxito, manteniéndose en el número uno de ventas durante 14 semanas. Janis dejó un testamento de 600 dólares a sus amigos para que celebraran su muerte con una fiesta salvaje.

En 2007, la vida de la intérprete se contempló para un filme, al igual que la de otros famosos como Jimi Hendrix, James Brown y Kurt Cobain, luego del éxito de las "biopics" de Ray Charles y Johnny Cash.

Un año más tarde, figuró en una exposición que realizó Paul McCartney en honor a su esposa, quien falleció en abril de 1998, en la galería James Hyman del 24 de abril al 7 de junio.

En 2009 se presentó un documental, como uno de los trabajos más destacados del realizador Howard Alk, en la ciudad de Chicago, además de una muestra cinematográfica del director, editor y cinematógrafo Howark Alk, en el centro Filmico Gene Siskel.

En junio pasado, salió a la venta "The Woodstock experience", álbum que reúne temas presentados en vivo en el festival Woodstock de 1969, además de una grabaciones de estudio. En este material aparecen 10 temas de Joplin, como "Raise your hand", "To love somebody", "Summertime", "Piece of my heart", entre otros.


Janis Joplin - Kosmic Blues 1970





Elis Regina / La Más Grande Cantante del Brasil.

(A 28 años de su partida)


Elis Regina Carvalho Costa - 17 de marzo de 1945 – 19 de enero 1982


Víctima de una sobredosis de drogas, tranquilizantes y alcohol, un 19 de enero, como hoy, a la joven edad de 36 años se apagaba la vida de Elis Regina, una de las grandes voces que dio la música brasileña. Pilar del movimiento Tropicalia, la cantante había madurado al lado de monstruos de la talla de Gilberto Gil y Tom Jobim, con el cual registró Elis & Tom (1974), considerado como el álbum más importante de la bossa nova. Su pico máximo de éxito fue durante los sesenta y setenta, décadas en las que enfrentó a la dictadura de su país con su popularidad como escudo.


Elis Regina - La Voz de la Vehemencia

Por Xavier Velasco - www.elpais.es

Enero, 19 de 1982: Daban casi las diez de la mañana, cuando el abogado paulista Samuel MCDawell De Figuereido, corría para salvar a su prometida ,Escucho su voz en el teléfono. Luego el silencio.

Cuando por fin llegó al departamento., encontró que las niñas jugaban a la espera de que mamá acabara de despertar, tras las puertas cerradas de la alcoba. Dejó jugando a Pedro y María Rita y fue tras el más grande, Joao Marcelo. Forzaron ambas puertas y la encontraron tendida en el suelo. No. respiraba, tenía las manos frías y el cuerpo caliente. McDawell llamó al médico, a la ambulancia, pero nadie llegaba. La cargó hasta la calle, detuvo un taxi, vio llegar al doctor de la familia... Poco tiempo más tarde, ya en la clínica, el novio confirmaba sus temores: Elis ya nunca más despertaría. Antes del mediodía, todo Sao Paulo y más de medio Brasil estaba al tanto: la reina se había ido. Un día después, tendida en el cajón can sus 36 añas definitivos, vestiría una camiseta can la bandera del Brasil y su nombre en lugar del Orden y Progreso. El motiva -insólita, increíble- sería pesar aparte: una dosis letal de Cinzano y cocaína.


La primera mañana que se vio ante un micrófono, Elis Regina Carvalho Costa no despegó los labios. Padecía, a sus siete años, un vértigo invencible: no era la misma canturrear en casa que debutar en un programa de radio. Hija de una pareja sin fortuna - don Romeo fracasada, doña Ercy dominante-, Elis reunió la fuerza para un día volver a aquel programa y dejar a sus anfitriones de una pieza. Tenía 11 añas de edad y de pronto un contrato entre manos. Era cuestión de tiempo para que Porto Alegre, con sus modos pacatos y sus prejuicios anchos, comenzara a quedarle chico.

No tenia la pinta de una estrella: estrábica, rechoncha, cobardona. Pero en el escenario se transfiguraba. Jugaba al bossa nova -o lo enterraba, según los escépticos- girando los brazos como un helicóptero, aunque igual se imponía un perfeccionismo extremo. No bien desembarcó en Río de Janeiro, ya con 19 años, la niñita obediente se transformó en rebelde autoritaria: desde los 13 sostenía al padre, la madre y el hermano. Unos meses después sus afamados promotores, Luiz Carlos Miele y Ronaldo Bóscoli, la vieron irse a hacer carrera en Sao Paulo.




¿Qué sucede con quien a los 20 años gana 15.000 dólares al mes (en 1965, esa suma basta para comprar una casa), conduce su programa de televisión y no pisa la calle sin causar sensación? Presa de un ego hinchado y titubeante, quien pronto vivirá coronada como La Más Grande Cantante del Brasil no encuentra otra terapia que comprar y comprar. Vestidos, joyas, regalos, y más aún zapatos y pelucas. "Era cursi, vulgar y llena de talento", concluirá Caetano Veloso años más tarde.

Una de sus más caras extravagancias es subir al altar con su peor enemigo: luego de hacerle guerra consistente, su ex aliado, el compositor Ronaldo Bóscoli, vuelve a su esfera y termina a su lado."Yo pagaré los gastos triviales del hogar, ella será quien corra con los lujos", se ufana ante la prensa el bon vivant carioca, en el principio de un matrimonio borrascoso, dañino y uf, ardiente. Entre gritos, abrazos, hematomas y desmesuras varias, la espiral de amor-odio hace saltar las ansias de antagonismo de la mujer que solamente alcanza la plenitud total bajo el embrujo de los reflectores. "El escenario está tan conectado a mi manera de ser, a mi evolución, a mis traumas, que separarme de él equivaldría a castrar a un semental", confía Elis a Clarice Lispector.

Celosa, movediza, paranoica, pero también intensa, fascinante, magnética. Elis teje eslabones fuertes e intrincados; defiende sus verdades a golpes de mentira para prevalecer. Es una peleonera natural -la bizquera le crece con cada rabieta-, manipula su entorno minuciosamente y explota igual de fácil que logra serenarse: tiene la mecha corta y las antenas largas, encuentra de inmediato el lado flaco ajeno. Persona y profesión apenas se distinguen: "Yo comparto mi ropa, mis amigos, cualquier cosa menos el escenario".

Del matrimonio con Boscoli -infiel vocacional, celoso categórico- queda Joao Marcelo, nacido un par de años antes de la separación final. Para entonces, ya Elis alimenta un romance con su pianista, César Camargo Mariano, quien desde siempre la ha codiciado en secreto. Hasta la tarde en que Elis le desliza un papel en la bolsa del saco y le pide leerlo en el baño: "Me gustas como el carajo. Te deseo como el carajo. Me cago en el mundo". Hombre casado, César se escurre por la ventana del baño, salta tres metros abajo y huye de la mansión...aunque no de su dueña. Algún tiempo después, Elis Regina ya es la señora Camargo.No es muy hábil con las declaraciones. Confía demasiado en su capacidad de aprendizaje y a menudo termina arrepentida. Como en 1972, cuando habla del Gobierno brasileño como una camarilla de gorilas, y luego es obligada a promover las Olimpiadas del Ejército. O como cuando le confiesa a la prensa sus dos grandes pasiones literarias: Sófocles y Walt Disney.



El éxito le sobra, no así el prestigio. Por eso graba un disco junto a Tom Jobim, no exento de tormentas. "El problema", dice ante Elis y César el Gran Jefe del bossa, "es que ustedes están acostumbrados a la ducha, y yo me baño en tina". Algo no muy distinto le sucede en Montreux 79: patética al principio, acaba por robarse el Festival: "Recordé que era hija de una lavandera... ¿qué estaba haciendo en ese escenario?". Luego recorrerá Milán, Roma, París y Barcelona planteando una advertencia terminante: "Europa necesita entender que no somos un simple pueblo de Carnaval; no he venido hasta aquí para hacer concesiones".

Julio de 2005: casi no hay epitafios en el cementerio del Morumbí. Si acaso el de Ayrton Senna -"Nada puede separarme de Dios"-, la otra estrella del panteón elegante de Sao Paulo. En la lápida de Elis, pequeña como todas, se leen también los nombres del padre y el hermano Rogerio, accidentado en 1996. Pienso en alguna de sus frases célebres:

"Entre la espada y la pared, me lanzo hacia la espada". Pero el invierno terco me devuelve al rumor de aquella voz vehemente soltando las saudades de Mucuripe, el vaivén de O barquinho, la cosquilla de Quaquaraquaquá. Nada más ofrendar unas flores solitarias, levanto Huracán Elis -la biografía firmada por su amiga Regina Echeverría- y avivo el ventarrón de la añoranza releyendo las últimas palabras de su última carta de amor: "Te quiero absurdamente mucho”.

Elis Regina - Como Os Nossos Pais

lunes, 18 de enero de 2010

Bob Dylan / 2010年亞洲世界巡迴賽!


Bob Dylan actuará en China por primera vez.

Efe Taipei
Actualizado Viernes 08/01/2010 11:56 horas

El cantante estadounidense Bob Dylan iniciará en marzo una gira asiática que significará, a sus 68 años, su debut en China. Pekín (el 4 de abril), Shanghai (el 6 de abril) y Hong Kong (el 8 de abril) serán los escenarios de este histórico encuentro, según ha informado el diario 'Taipei Times'. Además, la gira llevará a Dylan a Japón (a partir de marzo), Taiwán y Corea del Sur.

La visita de Dylan a Corea del Sur también tiene valor histórico, ya que el cantante fue uno de las voces más activas en protesta contra las guerras de Corea y Vietnam en los años 50 y 60.

Dylan pondrá a prueba la tolerancia de las autoridades chinas hacia el rock. Hace sólo cuatro años, el Gobierno de Pekín sugirió a los Rolling Stones que renunciaran a tocar cinco temas concretos de su repertorio (entre ellas, 'Brown sugar' y 'Honky Tonk Woman') porque los consideraba "demasiado sugerentes" para el público chino.

El diario taiwanés 'Apple Daily' asegura que la gira por China, Taiwán y Corea del Sur costará a la empresa organizadora, la taiwanesa Brokers Brothers Herald, unos dos millones de dólares.

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/01/08/cultura/1262945268.html

Bob Dylan - Tombstone Blues - MTV Unplugged 1995

domingo, 17 de enero de 2010

B.B.King / One More Time/ Tour 2010

Vuelve el inoxidable B. B. King

El 25 de marzo en el Luna Park. A 12 años de su última visita.

Después de doce años de su última visita, B.B. King vuelve a tocar en la Argentina: el recital será el 25 de marzo en el Luna Park, como parte de su gira One More Time, que también abarca Estados Unidos, Canadá, Brasil y Chile. A los 84 años, el Rey del Blues está presentando One Kind Favor, su último disco, ganador del Grammy 2008 en la categoría Blues Tradicional y calificado por la revista Rolling Stone estadounidense como uno de los mejores de su carrera. Producido por T Bone Burnett (Robert Plant & Alison Krauss, Roy Orbison), reúne versiones de viejas canciones de blues que inspiraron a King en sus comienzos, y fue realizado para sonar como si hubiese sido grabado en los años '50.

Riley B. King nació en Itta Bena, Mississippi, el 16 de septiembre de 1925; grabó más de 50 discos, es doctor Honoris Causa en seis universidades y ganó más de dos centenares de premios y distinciones. El B.B. viene de "Beale Street Blues Boy", apodo de sus comienzos bajo el que cantaba y pasaba discos en una radio de Memphis, Tennessee. Durante los '90 fue un asiduo visitante de Buenos Aires. "Tengo grandes amigos allá. En la Argentina conocí a muy buenos músicos, a muy buenas bandas, a muy buena gente", decía antes de su última visita, y mencionaba a Pappo como uno de sus mejores amigos. El Carpo ya no estará para tocar con él, pero sí miles de fans que lo esperan con ansiedad. «
Tkt´s.

North Sea Jazz Festival 2009 – B.B King (Live) - Let the good times Roll.