lunes, 29 de marzo de 2010

Carlos Regazzoni / De las Vías con Furor

El Dantesco Mundo de Regazzoni

"El valor del artista es armar un universo que gire dentro del universo”

Por Maria Hegouaburu
Entro al taller y lo veo al gigante de Rabelais, de espaldas. Me recibe con un abrazo y me da de comer zapallo recién cosechado de la huerta, con unas gotas de aceite de oliva. "Hola nena. Ahora estoy con el proyecto Sol negro, que se basa en la planificación de obras escultóricas, a desarrollarse en la región patagónica.
Ya tengo trabajos hechos en Pico truncado, Comodoro Rivadavia, Neuquén, y en pocos días más, en Bariloche y Usuhaia. Hace poco terminé el proyecto del Don Quijote de la Mancha en Azul, declarada segunda ciudad cervantina de América Latina, después de una ciudad mexicana, que ahora no me acuerdo el nombre." (Suena el teléfono. Es el cadete que le pregunta si tiene que llevarle las tarjetas del banco. Yo pruebo el puré de zapallo. Carlos se exaspera y lo putea graciosamente. Corta.) "Si, Azul es la ciudad que tiene mayor cantidad de colección de libros de diferentes ediciones sobre El Quijote. Como ocurre siempre, un bibliógrafo coleccionista murió, y luego un familiar fue a Castilla la Mancha, pidió a la Unesco, vino una comisión, revisó los documentos, y así lo aprobaron."

Enciende el cuarto cigarrillo, y me cuenta que hace 5 meses, armó el taller arriba del cementerio indio, un corralón antiguo municipal, y que también fundó la escuela "Arte e industria" con los chicos de Azul, que andaban en la vagancia, tomando drogas y alcohol. Con ellos, está trabajando en el segundo proyecto: la escultura de un malón, con 10 caballos y la indiada, y con cautivas atravesando el río que está en la ciudad. Va a pesar 50 toneladas y medirá unos 15 metros. Se escuchan los alaridos de los gallos de la granja. También hay unos gallos embalsamados y pintados, colgados de un gancho, al lado mío, cerca de la mesa. Parece una escena de Gato negro, gato blanco.

"Hace un rato me llamaron para que haga un monumento a los caídos en Malvinas, en la plaza Puerto Argentino que está al lado del Río, frente a Aeroparque. (Me muestra el boceto de la obra. Yo le estaba por decir qué lindo dibujito que te hizo tu hijo) "Son 5 soldados elevando las manos, agarrando la bandera argentina. De 7 por 7 metros, 6 de altura, y va a pesar 7 toneladas. Usaré lo que me mande el ejército: tanques viejos, orugas, que son tan lindas, y hierros, de gran carácter."

Me muestra un balde donde está preparando queso. Hay 100 litros de leche, para hacer 10 kilos de queso. No podría vivir sin queso le digo. Y me da de probar un poco del que ya está listo. Exquisito. Me cuenta que ahora es Esteban quien se encarga de atender el bar, todos los días a la noche. Carlos sigue en la cocina y, de vez en cuando, prepara unos suculentos y pantagruélicos guisos picantes.

"Hace un año tuve problemas con el intendente de París, Bertrand Delanoë , y tuve que sacar todas mis obras del taller que tenía en la estación abandonada del barrio 18, muy cerca de la torre Eiffel. Y las mudé al Castillo que me prestó un admirador de mis cuadros.El castillo, que tiene 157 habitaciones, 30 livings y un lago de 9 hectáreas, está en Fontaine Française, a 20 kilómetros de Dijon. Cerca de Alemania y Suiza, muy interesante porque me permite entrar en ese mercado. En el castillo hay expuestas 50 esculturas. Pero sólo se puede usar el baño y la cocina, imaginate que tiene 300 años y es patrimonio Nacional."

Me cuenta que los grandes artistas, no fueron intelectuales. Crecieron como artistas desde la pobreza. Policastro, al igual que Quinquela Martín, fueron hijos de carboneros. La falta de elementos, la humildad de la pobreza y la necesidad, empujan al acto creador.
"Hice un cuadro que, según dicen, es el mejor que pinté, y lo acabo de vender: se llama Puchero de gallo. Un día, hace como 15 años, estábamos con mi asistente Tarugo muriéndonos de hambre, y sin nada para comer. Dije, qué lindo sería tener un gallo, y papas, rabo, puerro, entonces grité, pará, pará, vamos a pintarlo. Pinté una cacerola, el gallo adentro. Además, mientras tanto, yo le hacía leer una poesía de Horacio Pilar sobre el gallo, de 3 páginas. Dibujé el puchero, la mesa, una chica que traía los puerros y las zanahorias. Una escena dantesca partiendo de la necesidad de comer un puchero."
Me explicó que la abstracción es una contra para el arte. El arte es una manifestación casi convencional, porque si no, el ser humano no la comprende. Y si eso sucede, difícilmente se pueda emocionar. Algo de convencional tiene que tener el arte para que el hombre no se sienta tan sólo.

Le pregunto en qué corriente se inspira: "A mi no me gusta el surrealismo ni el impresionismo, me gusta un culo, un bife de chorizo con papas fritas, eso es inspirador. En el arte tengo una visión muy dura para mis contemporáneos. Yo soy un protagonista, sólo puedo criticar históricamente, pero no ahora. Picasso abrió 13 puertas en el arte, todas maravillosas, pero no las explotó porque tenía una personalidad subliminal. Es un genio hijo de puta."
Se enoja cuando le digo que el arte es mágico: "el arte no es mágico. Es belleza pura. El alma del artista está al servicio de la razón. De lo contrario, no podrías ni hacer ni entender el arte. El cuadro o la escultura es una parte del destino del artista, que tiene que ver con su talento, con su ingenio para resolver las cosas, y para darle sentido y forma. Es un trabajo arquitectónico y es dramático, porque expresa cosas que el artista no sabe."Le doy un gran abrazo, me regala un limón del limonero, saludo a los dos burros que pastan en la entrada, y salgo a la avenida Del Libertador y la 9 de julio, en busca de un taxi.


Datos personales de Carlos Regazzoni:

Carlos Regazzoni nació en 1943 en Comodoro Rivadavia.

Actualmente vive y trabaja en “El gato viejo”, cinco galpones históricos en la estación Retiro (Buenos Aires), donados hace veinte años por la empresa Nueva Central Argentina. Allí se desenvuelve el mundo del artista:esculturas, pinturas, fotos, un museo, una galería de arte, un teatro ferroviario, sus animales de granja y un bar.

Más de 5 mil obras se cotizan hoy internacionalmente. Su segundo país es Francia. Viajó por primera vez en 1992 de la mano del Director francés Franck Joseph, quien presentó un video documental de su obra en Argentina y obtuvo el primer premio en el 4° Festival Internacional del Film Ferroviario de Vendome.

A partir de ese momento, Regazzoni sostuvo una relación cultural paralela con su país natal y Francia, donde le abrieron las puertas para exponer sus obras, brindándole un lugar de trabajo similar al de Argentina.

http://weblogs.clarin.com/eltoquemactas/archives/2007/07/el-dantesco-mundo-de-regazzoni.html

Morfando con Regazzoni- (Parental Advisory: Explicit Content)