martes, 22 de diciembre de 2009

Betty Davis / Funky Sexy Lady


Demasiado salvaje para Miles Davis

Betty supuso un gran impacto en la persona y en la música de su marido, al introducirlo en el “funk” y el rock negro, con el descaro huracanado que marcó su propia trayectoria.

Por Luis Alemany .- 20/08/2005

Su matrimonio apenas duró un año, pero la influencia de Betty Davis sobre la obra de su marido fue espectacular. Mujer de gran belleza y ambición, supo escandalizar sobre el escenario a propios y extraños. Un disco recopilatorio la rescata del olvido.


Demasiado salvaje para mí, demasiado lasciva». Así se refirió Miles Davis en su autobiografía a su mujer, Betty, de la que se divorció en 1969, un año después de que la pareja contrajera matrimonio. El trompetista, que entonces tenía 43 años, sospechó que su mujer -de 24- le era infiel con Jimi Hendrix y decidió cortar por lo sano una relación excesiva y atormentada que, sin embargo, no cabe en el típico molde de estrella-encaprichada-de-groupie.

Y es que, en la práctica, fue Betty la que tuvo un impacto definitivo sobre la vida y la obra (nada menos que la enorme obra de un genio del jazz) de su marido. Fue ella la que le inició a él en el mundo del funk y del rock negro, la que le puso los discos del propio Hendrix, de la Sun Ra Orchestra y de Sly & the Family Stone y la que redirigió a Miles hacia el jazz espacial de la última parte de su carrera.

¿Pruebas? El revolucionario álbum de 1968 que Miles tituló Filles de Kilimanjaro, con una imagen de su mujer en la portada y un tema titulado Mademoiselle Mabry -como el apellido de soltera de Betty-. Si alguien necesita más, puede buscar en el álbum de fotos de Miles Davis. En el 68, el trompetista tenía el aspecto riguroso de los músicos de bebop: trajes oscuros, camisas blancas, pelos cortos... La misma estética jacobina que impuso Malcolm X.

Un año después, Miles ya vestía las chaquetas de cuero y las camisas de inspiración africana que no abandonaría hasta su muerte, cubría sus ojos con inmensas gafas de sol y dejaba que su melena rizada creciera alrededor de su cara, cada vez más delgada. El armario de Miles, igual que su jazz, se despidió de los 60 y se introdujo en los 70 de la mano de la salvaje Betty Davis.Tan salvaje que su historia parece sacada de una novela de Iceberg Slim. En realidad, Davis nació con el nombre de Betty Mabri en 1945, en la muy industrial ciudad de Durham, Carolina del Norte.A los 16, se emancipó y fue a Nueva York a estudiar moda en el Fashion Institute of Technology.

Betty Davis - Nasty Gal


Modelo Artista


Betty hizo su debut artístico por esa época en un club de Harlem y llegó a grabar junto a los Chamber Brothers un single, Uptown in Harlem -escrito por ella misma-. Al mismo tiempo, inició su carrera como modelo, que le permitió empezar a codearse con gente del mundo del espectáculo. Fue así como Betty conoció a Miles en 1968. La pareja se casó en el verano de aquel año, y se divorciaría a finales de 1969.


Tras el divorcio, Betty (que nunca renunció a su apellido de casada) retomó su carrera de modelo y se trasladó a Londres, donde se convirtió en la primera modelo de raza negra de alta costura. Se tatuó la leyenda «Este culo inventó la fusión» en su espalda y escribió algunas canciones para Santana. Desde allí, Betty también perpetró un espectacular regreso a la música por todo lo grande.


Ocurrió en 1973, cuando la modelo publicó el exitoso Betty Davis, arropada por músicos de Sly & the Family Stone, las Pointer Sisters, Santana y Tower of Power. El disco incluía canciones subidas de tono, como If I'm lucky, I might get picked up (algo así como «Si tengo suerte, alguien me pillará»), un mensaje radicalmente feminista y una vocalista siempre a punto de estallar.


«Si Betty cantase ahora», escribió en sus memorias, ya en los años 80, Miles Davis, «sería como Madonna y como Prince juntos.[...] Ella tenía una forma de hacer música mucho más dura que ninguna otra cantante de soul o de funk que se hubiera visto nunca».


Verguenza Racial

Con esa intensidad, era imposible que Betty Davis no se buscara la enemistad de grupos religiosos, tanto radicales como progresistas. Fue el caso de la NAACP (National Association for the Advancement of Coloured People), que le envió una carta inquisitorial en la que le acusaba de ser «una desgracia para la raza negra». Algunos de sus militantes trataron de boicotear los jadeantes y lascivos conciertos que dio Betty aquella temporada.

They say I'm different (1974) y Nasty Gal (1975) fueron los siguientes discos de Betty Davis, cada vez más desencantada con el mundo de la música. En 1979, realizó algunas grabaciones más que no llegaron a publicarse y que llevaron a la cantante a adquirir una casa en algún lugar mal definido de Pensilvania.

Desde entonces, el nombre de Betty ha alimentado el rincón del olvido, las leyendas (como las que aseguraron hace unos años que había muerto por sobredosis) y sucesivos golpes de la flema más nostálgica. El último de ellos lo puso en marcha un artículo de la revista estadounidense Vibe y ha tenido relativo eco en nuestro país, donde la discográfica Vampisoul ha editado un gran recopilatorio, This is it, con lo mejor de sus tres discos.

http://www.elmundo.es/2005/08/20/uve/1849077.html

Betty Davis - This Is It