jueves, 5 de abril de 2012

The Mark Lanegan Band / Tempestuoses Lletanies Narcòtiques a l'Apolo

Mark Lanegan, alma y máquina

El cantante impactó en Apolo en su eficaz 'Blues Funeral'

Por Jordi Bianciotto - Barcelona

Fotografía Xavier Mercadé

Mark Lanegan se ha pasado los ocho últimos años compartiendo proyectos: Soulsavers, Isobel Campbell, Queens of the Stone Age, The Twilight Singers, The Gutter Twins... Cuando se ha dado cuenta, había pasado tanto tiempo sin entregar un disco propio que el resultado, Blues funeral, contagia voracidad y sabe un poco a nuevo comienzo. Guitarras turbias y cavidades místicas, sí, y también una inesperada aleación con la electrónica de tacto áspero. Uno de los más abrumadores discos de rock de lo que llevamos de año.

En su traslación al directo, el lunes en Apolo, la recién rearmada Mark Lanegan Band matizó un poco el factor electrónico pero sonó como una apisonadora desde la primera canción de la noche, The gravedigger's song, un intimidante armatoste de rock con ancestros en el krautrock y cercanías, nieto con voz arenosa del grupo alemán Kluster y los neoyorkinos Silver Apples. Tras esa agradable bienvenida, Lanegan recuperó material de otros discos en solitario; canciones de registro posgrunge más reconocible como Hit The City, la arrastrada Wedding Dress y Wish You Well, con ese rock a tumba abierta que parece evocar al espectro de The Doors con rugosidad stoner.

El Lanegan que ya tenemos el gusto de conocer, poco o nada comunicativo con el público; de pose inmóvil y concentrado, dice él, en cantar bien. Lo hizo, sí, encuadrado en una puesta en escena vagamente espectral, con sombras y luces rojas.

Guiño a Screaming Trees : El ecuador de la noche lo señalizó un rescate de Screaming Trees, el único del concierto, con Crawlspace. Una canción casi clandestina, que vio la luz en el disco de rarezas Last Words: The Final Recordings, publicado el pasado verano. Luego, un rodillo de Blues Funeral sin freno, con momentos vehementes en Quiver Syndrome (rock kamikaze con aullidos stonianos) y el canto lúgubre bailable de Ode to Sad Disco.

El Mark Lanegan de las letanías fantasmales asomó en St. Louis Elegy y la cibernética Tiny Grain of Truth, antes de un tramo final con rescates de Pendulum y Methamphetamine Blues. El Blues Funeral no superó el impacto de la versión discográfica, pero nos dejó razonablemente apabullados

http://www.elperiodico.com/es/noticias/ocio-y-cultura/mark-lanegan-alma-maquina-1623008


The Mark Lanegan Band - The Gravedigger´s Song - En Viu Sala Apolo - Barcelona - Feb 02 2012