viernes, 21 de enero de 2011

Mick Rock / The Iconic Shots of Rock & Roll


Mick Rock, el retratista de los dioses


Por: Íñigo López Palacios


Mick Rock es un londinense de 1949 conocido como “el hombre que fotografió los setenta”. Eso no le hace justicia. Los 250 retratos que componen Exposed faces of rock n roll (Chronicle Books), su nuevo libro, van desde Syd Barrett en 1969 hasta Lady Gaga en 2009. Un periodo de tiempo mucho más largo en el que siempre ha estado activo. Lo que es cierto es que en los setenta era más que un fotógrafo. Él creó la iconografía de esa década. Cuando ves lo inmenso de su trabajo es difícil no sentir envidia. Da la impresión de que ha estado en todas las batallas en las que merecía la pena estar. Y que ha sido más que un mero espectador. Imágenes que tenemos en la memoria como nuestras son suyas. Retrataba músicos y nos devolvía iconos eternos. Hay una era (y es una época mítica para muchos) que conocemos a traves de de sus ojos. Hace casi 30 años que dejó Londres y se instaló en Nueva York, desde donde contesta profusamente estas preguntas.


Usted estudió literatura en Cambridge. ¿Cómo dio el salto a la fotografía?
Mick Rock. ¡Por casualidad! Una noche estaba en estado de “embriaguez química” y cogí la cámara de un amigo. Yo iba con una joven muy atractiva y empecé a apuntarle. Días más tarde pregunté a mi amigo y me dijo que nunca había habido película. La siguiente vez, en las mismas circunstancias y con la misma joven, tomé de nuevo prestada la cámara de mi amigo, pero esta vez me aseguré de que hubiera película. Y así empezó todo.


¿Y cómo llegó al rock?
M. R. Al principio fotografiaba a amigos o novias. Se trataba de jugar, sin ningún objetivo real. Después, una banda local de Cambridge me ofreció unas pocas libras por tomar instantáneas suyas, y pensé: “¡Así que puedo cobrar por esto!”. Era mejor que un trabajo de verdad.


¿Hay algún fotógrafo al que considere su maestro?
M. R. No, yo ni aprendí nada de fotógrafos, ni estudié fotografía. Aprendía lo que necesitaba saber sobre la marcha. No parecía muy complicado. Seguía mi instinto y lo pasaba bien. Nunca me interesó el aspecto técnico. Sólo las imágenes. Todo era muy primario.


¿Fue realmente el rock de los setenta un movimiento artístico rebelde? ¿Eran los músicos potencialmente peligrosos para la sociedad?
M. R. Bueno, todavía había una actitud rebelde, de outsider, que ciertamente molestaba a algunos de la vieja generación, lo que añadía encanto a la diversión. Y estaba unido a la revolución sexual, la ropa y los peinados locos. Era la vanguardia del movimiento juvenil y, ciertamente, cuando llegaron el glam y el punk nos vimos como una especie de revolucionarios. Pero… ¿peligrosos? Éramos todos muy jóvenes y, puesto en perspectiva, creo que éramos tan peligrosos como el algodón de azúcar.


¿Es verdad que hubo un tiempo en que los músicos no tenían publicistas ni estilistas? ¿Cómo era aquello?
M. R. No recuerdo un tiempo sin publicistas. Siempre los hubo en los sellos y los rockeros siempre han demandado atención. Los publicistas eran necesarios para que fueran conocidos y les persiguieran groupies. Tocar nunca era suficiente. La fiesta también era parte, el lado salvaje. Pero la mayoría tenía su propio estilo. Vestían lo que querían. Bowie tenía un amigo cercano, Freddie Burretti, que hizo muchos de sus primeros modelos de Ziggy y, más tarde, el diseñador japonés, Kansai Yamamoto hizo un mondon de extravagantes disfraces para él. A Freddie mercury le gustaba la diseñadora Zandra Rhodes y ella hizo grandes trajes para Queen en 1974 y 75. Pero no eran estilistas per se. Los rockeros con los que yo trabajé vestían lo que les daba la gana y de vez en cuando usaban diseñadores para que les hicieran trajes especiales.


¿Recuerda la primera vez que vio a Bowie? ¿Qué pensó de él?
M.R. Conocí a Bowie en el backstage antes de un show en el Birmingham Town Hall a principios de marzo de 1972. Había 400 personas en el público, tenía una especie de culto underground, pero no era conocido por el gran público. Tenía una gran energía, una inteligencia que picó mi curiosidad y, por supuesto, un aspecto como nunca había visto antes. Era una figura única y me impresionó. Empecé a fotografiarle y a escribir pequeñas piezas en revistas sobre él, y me vi envuelto en la mágica ascensión que comenzó con el lanzamiento de Ziggy Stardust, en julio de 1972. También hice algunos videos musicales para él que ahora son parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York: Life in mars, Jean Genie, Space Oddity, John I'm Only Dancing.


¿Y a Syd Barrett?
M. R: Conocí a Syd en el backstage de una fiesta de navidad del Cambridge Arts College en mi primera estancia en Cambridge en 1966, después de haber visto a Pink Floyd tocar. Eran completamente desconocidos, pero el espectáculo fue una revelación, tanto visual como musicalmente. Estaba impresionado. Por supuesto que también era muy joven, yo tenía 17 años. Syd y yo nos hicimos amigos casi de inmediato. Él era muy alegre, le gustaba reír y tenía una novia muy hermosa que yo también admiraba.


La mayoría de los artistas glam que fotografió en los años setenta pararon cuando llegó el punk. ¿Cómo experimentó el punk? ¿Fue fácil la transición?
M. R. Recuerda que disparé la cubierta de Raw power, un montón de fotos de Iggy & The Stooges en el verano de 1972 y Transformer de Lou Reed. Ambos considerados hoy padrinos del punk. Yo estaba siempre en busca de gente diferente. De la energía de algo nuevo, de actitudes fuertes. En el invierno de 1975, Malcolm McLaren me invitó a filmar a su nueva banda, The Sex Pistols. Así que tomé sus primeras fotos. Bailaba en la vanguardia de los tiempos y eso era lo que me entusiasmaba.


¿Por qué se mudó a Nueva York?
MR: Fue gradual. Era como un imán. No podía estar lejos. Algunos han dicho que fue el encanto de las chicas de Nueva York y la química lo que me sedujo. Fue sin duda la energía oscura de la ciudad en ese momento. Para mí era mucho más emocionante y "peligroso" de Londres. Era un lugar salvaje en los años 70 y principios de los 80. Y por supuesto tenía mi acento Inglés y mis credenciales de tipo que estaba en el meollo del rock n roll. Para un hombre joven, hambriento de todo tipo de experiencias, era un sueño. Más tarde se convirtió en una pesadilla, pero mirando hacia atrás, era inevitable.



En las enciclopedias, el punk se considera un movimiento creado desde la calle. Sin embargo Sex Pistols fueron la creación de un productor, Malcom McLaren y su esposa, una diseñadora de moda. Usted estaba allí. Así que ¿era real o no el punk?
M. R: Fue absolutamente real. Mucho más que una moda, un estilo de vida. No era la 'creación' de Malcolm y Vivienne. Por supuesto que no. Ya estaba en Nueva York, en clubes como CBGB y el Max's Kansas City. Ellos lo vieron y lo llevaron a Londres, le dieron una onda Brit y lo vendieron como moda. Yo vi a The Ramones, Blondie y televisión en el CBGB en la primavera de 1974. Los Pistols ni siquiera dieron su primer show hasta finales de 1975.


¿Los fotógrafos de rock han creado la imagen del rock and roll como lo conocemos?

MR: Los rockeros mismos crearon la "imagen" del rock and roll con su carisma, su música, su directo y su actitud desinhibida. Los fotógrafos de 'rock' capturamos esta actitud y ayudamos a ponerla al alcance de un público más amplio. Los mejores probablemente han contribuido a promover y ampliar la influencia de la música. Pero ¿Qué son los fotógrafos sin sujetos tan fabulosos para trabajar?


¿Quién ha sido, en su opinión, el músico más influyente del rock?
M. R. Estoy seguro de que es discutible, pero si hablas con gente joven en el mundo de las artes y del diseño, el nombre de Bowie aparece constantemente. Es difícil pensar en otro que fusionara lo sonoro y lo visual de una manera tan indeleble. Su herencia sigue teniendo eco hoy. ¡Estoy seguro de que Lady Gaga estaría de acuerdo!



Usted era amigo de muchos de sus fotografiados. ¿A eso debe su éxito?
M. R. Incluso desde esta distancia es difícil para mí hacer afirmaciones sobre mi propia conducta. Ciertamente, me identifiqué y empaticé con ellos ¡Incluso me parecía y hablaba como alguno! Mi lealtad estaba siempre con mis retratados. Yo no era propiedad de ninguna discográfica o medio. ¡Era libre! Por encima de todo, con mis fotos quería complacer a mis fotografiados. Al principio de mi relación con Bowie le dijo a su mánager: “Mick es el primer fotógrafo en verme como me veo a mí mismo”. Tal vez de lo único de lo que puedo vanagloriarme es de cierta visión intuitiva, pero no puedo explicar cómo se traduce en mis fotos.


¿Cúando llegó a ser tan famoso como sus clientes? ¿Ser famoso facilita las cosas a un fotógrafo?

M.R: Nunca he pensado mucho en ello. Desde luego no me veo a mí mismo como una celebridad . Todavía soy solo 'Mick' y me encanta tomar fotos. Eso es lo que me importa. Lo demás es periférico y parte de mi trabajo actual. Es cierto que hoy en día siempre soy invitado a la alfombra roja y hago un montón de entrevistas todos los años. Y es bastante irónico. La fotografía en general se toma más en serio hoy en día que cuando empecé. Sí, probablemente sea cierto que ser conocido me da un margen de maniobra adicional y que es muy cool ser respetado por mi trabajo. Pero yo sé lo que son verdaderas celebridades del rock: David Bowie, Iggy Pop, Lady Gaga, Madonna. Mi fama es muy, muy modesta en comparación a la de ellos.


¿Cree que el rock tiene futuro como movimiento de masas o se convertirá en un estilo marginal, como, por ejemplo, el jazz?

M. R: El rock llegó para quedarse. No parece que se vaya a ir. Puede que no sea ya la única forma dominante de la música popular .... ahora lo comparte con el Rap, el Dance, diferentes formas de Reggae, House... Mi hija de 20 años me informa de que los DJs modernos como Swedish House Mafia y Deadmouse son las nuevas estrellas del rock. Para su generación parece haber algo de verdad en eso por lo que he visto.


¿Es un converso a la tecnología digital? ¿Sigue usando película?

M.R: No soy un converso total, aunque disparó un montón con digital. Sin embargo, en situaciones controladas todavía me gusta usar la Hasselblad con película, aunque mucho menos de lo que solía. Lo mio es conseguir imágenes y lo cool de la fotografía digital es que puedo disparar tanto como quiera sin parar para recargar. Y por supuesto que puedo ver inmediatamente lo que estoy haciendo. Es muy bueno para la comunicación instantánea


¿Hay alguien a quien le hubiera gustado fotografiar, pero nunca pudo?

M. R: Elvis Presley en 1956 antes de su manager, el Coronel Parker decidiera ejercer un control completo sobre su imagen y ya no permitiera ninguna interacción espontánea entre el y los fotógrafos. Echa un vistazo a las fotos de mi venerable amigo Al Wertheimer y verás. También a Bob Dylan en la época de Like A Rolling Stone con su pelo salvaje, y su comportamiento de poeta loco. Y a Keith Richards en 1969 en la época de Altamont, con su bohemio estilo de vestir.


La biografía es realmente sorprendente, pero una de las cosas más sorprendentes para mí es que Rock es su verdadero apellido: ¿cree en la predestinación?

M. R: ¡Por supuesto! De alguna manera extraña e intuitiva creo que he abrazado mi destino. Para algunos de nosotros, tal vez todo estaba escrito hace mucho tiempo. Me parece que el verdadero arte de vivir es saber cabalgar tu propio destino. Pero no hay un manual sobre cómo hacerlo. Sólo se puede creer y continuar. La parte triste es que tengo un montón de amigos que abrazando su destino murieron demasiado jóvenes. A medida que envejezco mis héroes son Man Ray, Picasso y Marcel Duchamp. Ellos nunca abandonaron y siguieron trabajando durante una larga vida.


http://www.elpais.com/articulo/portada/Fabricante/dioses/elpepisupep3/20110121elptenpor_5/Tes