lunes, 8 de octubre de 2012

Luis Alberto Spinetta / Exposición en la Biblioteca Nacional de la República Argentina



Un Spinetta inédito y profundo llega a la Biblioteca Nacional


19 de Septiembre - 15:39hs
Por Milena Heinrich


"Spinetta. Los libros de la buena memoria" es la exposición organizada por la Biblioteca Nacional para el 10 de octubre, en la que se homenajeará a uno de los artistas más trascendentes de la cultura nacional.

La sala Leopoldo Marechal se cubrirá de arte spinettiano hasta el 12 de diciembre con manuscritos, anotaciones, dibujos, objetos fotografías, recortes periodísticos y documentales con el fin de "rescatar el universo creativo de uno de los artistas más influyentes de la cultura argentina", destacó a Télam el curador de la muestra, Eduardo "Dylan" Martí.

"Recorrer la vida y obra de este ser humano único, en las instalaciones de la Biblioteca Nacional representa un reconocimiento póstumo a quien tanto ha aportado al imaginario popular", señaló Martí, fotógrafo e íntimo amigo del músico fallecido el 8 de febrero.

Reflejar el espíritu poético del "Flaco" (1950-2012) es el eje orgánico de la muestra, de ahí que la idea fue abarcar las distintas etapas de su vida y obra: "Su infancia, las primeras aproximaciones al mundo de la música, y todo lo que desarrolló posteriormente", adelantó el curador.

Habrá objetos personales del músico, de los cuales los organizadores no dudan en destacar sus libros y discos. Aquellos que él mismo leía o escuchaba y recomendaba en cada ocasión que podía a las dispares generaciones que lo acompañaron a lo largo de su trayectoria artística.

También se sucederán volantes de la época, manuscritos de poesía y canciones, huellas materiales de un pasado registrado no sólo por él sino también por sus amigos, compañeros y familiares. Y dos computadoras pondrán su cuota de musicalidad a la exposición; allí los espectadores podrán elegir un tema del artista y seguir la letra.

Un minucioso trabajo de investigación, un diálogo honesto entre los allegados de Spinetta y los organizadores y una supervisión íntegra, convierte a esta futura exposición en una obra colectiva de distintos aportes cuyo objetivo es la de ser un recordatorio alegre y armónico sobre la figura del mítico músico, aquel que desmenuzó las fronteras del arte.

Por eso, los organizadores prefieren que cuántas menos palabras mejor. La idea, desde su gestación, fue que reine el sentido íntimo, la relación directa -sin intermediarios- entre la musicalidad de la compleja obra spinettiana y el espectador.

Además, la muestra estará acompañada por un catálogo prologado por el escritor Eduardo Berti y Horacio González, que según Martí será "solo la punta de un iceberg, de la prolífica y extensa obra de Spinetta".

"Los libros de la buena memoria", título de uno de los temas del disco "El jardín de los presentes" (1976), englobará también una serie de encuentros, cuya inauguración será el mismo día de la muestra a las 19 con una charla a cargo de Martí y González para, finalmente, cerrar la jornada con un concierto de Juan Carlos "Mono" Fontana y Claudio Cardone.

Los conciertos -interpretados por dos notorios músicos que acompañaron a Spinetta en diferentes épocas- serán instrumentales y abordarán composiciones del homenajeado. Una forma de manifestar la ausencia de su figura: su voz se fue con él.

La cita continuará el martes 16 a las 19 con cine y música de autor en el Auditorio Jorge Luis Borges; se proyectará el cortometraje "Balada para un kaiser carabela", de Fernando Spiner y los videos clips dirigidos por Martí.

Al día siguiente, a las 18, más material audiovisual -esta vez inédito- evocará la trayectoria del fundador de bandas icónicas como Almendra, Invisible y Pescado Rabioso.

El mes de noviembre llegará al sábado 10 por la tarde (a las 17) con una charla de la mano de Juan Carlos Diez, autor del libro "Martropía. Conversaciones con Spinetta" y Rodolfo García, baterista de Almendra.

Ese mismo día se realizará un nuevo concierto de los músicos Claudio Cardone y el "Mono" Fontana, quienes además el 12 de diciembre serán los apoderados de cerrar la exposición a pura música.

Así, durante dos meses la Biblioteca Nacional ofrecerá un espacio entrañable que buceará por las profundidades artísticas de uno de los íconos del rock nacional.

Para adentrarse en ese universo, Martí intentará "lograr un clima intimista, donde el visitante pueda apreciar a este poeta, músico y artista plástico en toda su dimensión".

La exposición permanecerá en exhibición hasta el 12 de diciembre en la Biblioteca Nacional, ubicada en Agüero 2502, de lunes a viernes de 9 a 21 y sábados y domingos de 12 a 19, con entrada libre y gratuita.


Spinetta. Los libros de la buena memoria - Biblioteca Nacional de la República Argentina



Spinetta. Los libros de la buena memoria



Una megamuestra referida a Luis Alberto Spinetta en la Biblioteca Nacional, del 10 de octubre de 2012 al 12 de diciembre de 2012


06.10.2012
Por Mónica López Ocón 


El 10 de octubre se inaugura en la Biblioteca Nacional la muestra Spinetta. Los libros de la buena memoria, que reunirá diversos materiales del músico, muchos de ellos desconocidos para el público. Se podrán ver desde fotos personales de distintas épocas y discos, hasta prendas, guitarras, libros, y dibujos que revelan uno de sus aspectos menos conocidos. Tiempo Argentino dialogó con el curador de la muestra, Eduardo Martí, fotógrafo, músico y amigo personal de Spinetta. Juntos compartieron la autoría de algunos temas, proyectos, sueños y una amistad que se extendió  por casi 40 años.


–¿Cuál era tu relación con Luis Alberto Spinetta?
–Lo conocí en 1973 cuando él estaba en el grupo Invisible. Desde entonces hemos sido amigos, hemos compartido buenos momentos con las familias, con los hijos.

–¿Cómo lo conociste?
–A través del bajista de él en Invisible que era Machi Rufino. Comencé sacándoles fotos. Compartimos muchas cosas, también la música

–Vos compusiste con Spinetta, ¿no es así?
–Sí, compuse un par de temas con él que están en el disco Kamikaze. Uno de esos temas se llama "Almendra" y el otro "Quedándote o yéndote". También compartimos la autoría de otro tema, "Garopaba", que está en un disco que se llama Estrelicia. Fue un disco unplugged que se grabó en Miami. Esos son los tres temas que compuse con él, pero toda la vida hemos tocado la guitarra juntos en forma casera. De esas sesiones de música iban saliendo cosas algunas de las cuales luego fueron volcadas en discos.

–¿Cómo surgió la idea de hacer esta gran muestra?
–Fue una iniciativa de Horacio González, el director de la Biblioteca Nacional. Horacio me convoca y me propone hacer la muestra con la condición de que antes consultáramos con la familia de Luis. Si la familia nos daba su apoyo la hacíamos y de lo contrario, no. Tuvimos la suerte de que la familia nos diera su consentimiento.

–¿Por qué era tan importante esa condición?
–Por una cuestión de respeto. Desde que falleció Luis no participé de ningún homenaje. Los homenajes fueron muchos, pero para mí era un momento de llamarse a silencio. Cuando nos convoca Horacio me pareció que era el momento de hacer algo, sobre todo por lo que representa la Biblioteca Nacional en la vida de los argentinos. Es una institución que preserva la memoria. Y lo que me convenció definitivamente es que la entrada iba a ser libre y gratuita. Creo que Luis hubiera querido que fuera así

–¿En qué consiste exactamente la muestra? Tengo entendido que gran parte de las fotos que se exponen fueron tomadas por vos.
–Una parte de las fotos fue hecha por mí, pero también hay trabajos de muchos otros colegas. Y me hubiera gustado que hubiera muchas más, pero no todo el mundo estuvo dispuesto a participar. Hubo mucha gente que en principio se ofreció desinteresadamente y luego en el camino decidió bajarse. Con la organización nos pasaron muchas cosas, algunas muy lindas y otras no tanto. Quiero que quede claro que esta no es una muestra de Eduardo Martí, sino una muestra de Luis Alberto Spinetta. Lo que yo hago es tratar de llevarla adelante, pero fueron la familia y los amigos los que aportaron cosas para que el proyecto se transformara en realidad.

–¿Además de las fotos, qué otras cosas integran la exposición?
–La muestra va a tener varios items. Obviamente vamos a mostrar fotografías de Luis en sus distintas etapas, vamos a mostrar algunos textos manuscritos de temas de él muy emblemáticos como "La bengala perdida" y "Hoy todo es hielo en la ciudad" que es un tema de la época de Almendra. Vamos a mostrar también algo no muy conocido de Luis, sus dibujos. Él dedicaba gran parte de su tiempo a dibujar y no sólo a componer o a ensayar. Además de las fotos, los dibujos, los textos, va estar toda su discografía facilitada por Carlos Salatino. Con todo ese material hicimos un gran catálogo de 160 páginas, un catálogo muy grande que, a la vez, nos quedó muy chico porque la obra de Luis es muy extensa. Pensá que grabó aproximadamente 40 discos. Además de la familia y los amigos, es muy importante lo que ha hecho la gente de la Biblioteca Nacional. Me gustaría marcar esto como algo relevante porque le han puesto todo el empeño y desde ya les estamos muy agradecidos por eso.

–No sé si es habitual que una biblioteca le dé cabida a un músico de rock.
–Sí, González quiebra con la imagen acartonada que se tiene de una biblioteca. Creo que su actitud tiene que ver con darse cuenta de que detrás de la figura de Luis hay un gran poeta, un gran músico y, ya lo van a ver, también hay un gran artista plástico. Todos pensamos que Luis se merece estar en la Biblioteca Nacional y, a la vez, yo también pienso que la Biblioteca se merece recibir a Luis.

–Además de la exposición, también habrá  actividades paralelas.
–Sí, no sólo se va a ver una guitarra de Luis, un disco, un saco que usó en determinada ocasión o un bolígrafo de los que utilizaba para escribir. También va a haber charlas. Por ejemplo, va a haber una charla que va a conducir Ricardo Mollo, en la cual va a entrevistar a todos los guitarristas que han tocado con Luis. También va a haber una charla con todos los ingenieros de sonido que han grabado con él en las distintas etapas. Juan Carlos Diez va a estar presente en un charla referida a su libro Martropía y Rodolfo García va estar también en esa ocasión. Además, habrá una charla con Fernando Spiner, quien hizo una película que se llama Balada para un Kaiser Carabela, donde actúa Luis. En esa oportunidad vamos a pasar algunos making off de la filmación de esta película. También se proyectará la que hizo Daniel Roiz. Vamos a estrenar un documental que realizó Lidia Milani, Pescado Rabioso, una utopía incurable, y muchas otras cosas. Creo que vamos a contar con la presencia de Pedro Aznar y de David Lebon en otras charlas.  A lo largo de los dos meses que durará la muestra se van a brindar, además, tres conciertos a cargo de Claudio Cardone y Juan Carlos "Mono" Fontana. Además, la gente se va poder poner unos auriculares para escuchar hasta grabaciones piratas que la gente ha hecho a lo largo del tiempo y que no están en ningún disco de Luis. Es un proyecto ambicioso que incorpora muchos materiales inéditos que no están en la Web. Por ejemplo, vamos a exponer unas pinturas de un ilustrador ya fallecido, Eduardo Santellán, quien hizo las tapas de Bajo Belgrano y El valle interior. Eduardo y Luis tenían el proyecto de hacer un libro que iba a salir después de Guitarra Negra, en el que iba a haber pinturas de Eduardo y pinturas de Luis. Ese material nunca se editó. Una de las grandes sorpresas que tuvimos cuando empezamos a armar las muestras es que nos llamó Matías, el hijo de Eduardo, para decirnos que tenía todo ese material disponible que nunca se vio y que ahora la gente va a poder disfrutar.

–¿Cómo era Spinetta en la intimidad?
–Muy cálido, era un gran amigo. No paraba nunca, un gran trabajador, un tipo totalmente volcado a su laburo, a su mundo, a su creatividad. Cuando no estaba dibujando, estaba tocando la guitarra y cuando no estaba tocando, estaba escribiendo. Y cuando no hacía ninguna de esas tres cosas, estaba dedicado a su cuarta actividad central que era cocinar. Era un gran cocinero, un sibarita que conocía de bebidas, de especias, de tiempos de cocción. Con él conocí la comida japonesa, la mexicana. Siempre estaba tratando de que alguien le trajera moles de México para poder hacer las tortillas.

–Hay una foto muy especial que es la que se utilizó en la promoción de la muestra en la que Luis aparece vestido de manera extraña. ¿Cómo la tomaste?
–Sí, allí aparece como un faraón del Tercer Mundo, del subdesarrollo. Creo que esa foto debe ser de las primeras épocas de mi amistad con Luis, del '73 o '74. Es de una gira de Invisible y la tomamos en un amanecer en un hotel en Santa Fe. Estábamos deambulando por los corredores y había un carrito de los que utilizan para acondicionar las habitaciones. Luis decidió utilizar todas las cosas que había en él para hacer una producción espontánea. Cuando lo ves de lejos parece un emperador, pero cuando lo ves de cerca y tomás conciencia de los elementos que utilizó, resulta muy divertido. Tiene una máquina de Flit, un tacho de basura en la cabeza, delantales con los que las chicas hacen la limpieza.

–¿Esa foto estaba pensada para algún álbum?
–No, la fotografía, el dibujo, la música formaban parte de un mismo mundo. Siempre estábamos tratando de hacer algo. Yo hice muchas cosas para Luis. Por ejemplo, dirigí muchos de sus videoclips, creo que casi el 80 por ciento. Te puedo citar La montaña, Mi elemento con el que él gano un premio Carlos Gardel, Seguir viviendo sin tu amor, Es la medianoche, Correr frente a ti… También hemos hecho muchas tapas de discos. Era una época en la que había que poner manos a la obra porque no había tantos recursos como ahora. En los últimos tiempos, en cambio, lo veía a Luis dibujar con una de esas tabletas digitales que usan los diseñadores de autos. Él dibujaba, sobre todo, cómics y autos.

–¿Qué otras fotos recordás?
–La que hicimos para Durazno sangrando, porque Luis se la pasó armando el durazno en su casa, lo hizo en yeso o no sé en qué material, lo pintó y fuimos un amanecer a los lagos de Palermo a hacer la foto. Ese durazno es el que aparece en la tapa del disco. En esa época no había Photoshop y lo que uno ponía delante de la cámara era lo que salía.

–Supongo que, dada la relación que tuviste con él, no debe ser fácil para vos llevar adelante esta muestra.
–Por un lado, es muy lindo y, por otro, es un poco duro, porque significa remover el pasado. Imaginate, vi nacer a cada uno de sus hijos, compartimos veranos de piletas, baldazos de agua o mangueras. Fue muy bueno conocerlo y compartir tantos días de nuestras vidas. Se lo va a extrañar mucho porque era un gran tipo. Es muy misteriosa la muerte, sobre todo en este caso, por la energía que tenía. Uno se pregunta dónde fue a parar toda esa energía. Desde que falleció no pude volver a su casa. Supongo que en algún momento volveré, pero ahora evito incluso pasar por la puerta. Me produce mucha tristeza pensar que ya no está allí.