El tango no es argentino
Diez años después de vender un millón de copias de su primer disco, Gotan Project publica Tango 3.0, otro ejemplo de fusión entre ritmos porteños, electrónica y jazz.
GUILLAUME FOURMONT - MADRID - 19/04/2010 08:05
"Vamos a provocar un poco a los argentinos: el tango no es de Río de lal Plata. ¡No! ¡Es de París!". Esta afirmación no sale de la boca ni de un crítico musical ni de un periodista que pretenda cabrear a los porteños o a los uruguayos, sino de la de un músico de Buenos Aires que se instaló cerca de las orillas del Sena con un solo objetivo: revolucionar el tango.
"Soy un activista de la causa del tango, pero no hay que engañarnos, es en París donde realmente triunfó. Es una música universal; no hay que ser argentino para ser tanguero", lanza Eduardo Makaroff, uno de los tres miembros y único gaucho de Gotan Project, banda que impuso en 2001 un nuevo sonido con La revancha del tango. Casi un década después, regresa con un tercer disco, Tango 3.0, en el que sigue investigando la fusión entre ritmos porteños, música electrónica y jazz.
"Nuestro trabajo es una búsqueda permanente de sonido, queremos crear algo nuevo desde y hasta el tango y la música argentina. Nuestra razón de ser como grupo es llegar a un encuentro de músicas", explica a Público Makaroff, que estuvo en Madrid el mes pasado presentando el nuevo disco.
Estaba solo. Cuando hacen promoción, los integrantes de Gotan Project se reparten el mundo según los idiomas que hablan. Makaroff, nacido en Buenos Aires hace 56 años y casado con una española, lleva el mercado hispanoamericano; el francés Philippe Cohen Solal, el francófono, y Christoph H. Müller, suizo, se encarga de los alemanes.
Son datos quizá anecdóticos para hablar de unos músicos, pero Gotan Project no es un grupo como los demás. No se reúnen todos los días en un estudio para ensayar. Los tres residen en París y tienen su propia carrera paralela. Antes de alcanzar el éxito, Cohen Solal era DJ y ahora es director del sello Ya Basta; Müller era y sigue siendo productor; Makaroff era rockero y dirige la discográfica Mañana. "Nos tomamos un año para hacer Tango 3.0. Empezamos a componer en enero de 2009 y lo terminamos todo en diciembre pasado. Lo hicimos sin presión", aclara en una curiosa mezcla lingüística francoargentina.
Un antes y un después
Hace diez años, con La revancha del tango, Gotan Project revolucionó la manera más tradicional de ver el tango, género musical que canta tristeza y sensualidad en lunfardo, argot que consiste en invertir el orden de las sílabas. "Soy un hijo del rock and roll de los años sesenta y setenta; en mi época, el tango se había fijado en el tiempo, no se renovaba el repertorio", dice el antiguo guitarrista, que se reivindica ahora hijo de Astor Piazzolla (Argentina, 1921-1992), uno de los primeros compositores que aportó, en los cincuenta, innovaciones musicales al tango. Piazzolla fue incluso considerado "el asesino del tango" por los puristas del género.
"Nosotros queríamos juntar el tango con la música de programación informática, los sonidos electrónicos, los samplers, los DJ. Por suerte, tuvimos éxito", reconoce Makaroff. De La revancha del tango se vendieron más de un millón de ejemplares. Había nacido el tango electrónico o neotango. Los grupos se multiplicaron: Bajofondo, Metrotango, Narcotango, Tanghetto, Otros Aires, Ultratango y otras muchas bandas cuyos nombres terminan o empiezan con la dichosa palabra.
Uno de los puntos en común de esas bandas es París. O se crearon en la capital francesa o uno de sus miembros es francés. "El tango está lleno de referencias a la mujer francesa, a las calles de París. A finales del siglo XIX, era una música marginal en mi país, porque era considerada demasiado erótica. Hasta que triunfó en París. Piazzolla vivió allí", recuerda Makaroff. Él llegó a la capital francesa en 1989 tras haber pasado por una cárcel de la dictadura militar y tocar rock con su hermano Sergio. Cuando empieza la primavera y hasta el final del verano, siempre hay parejas bailando tango en los muelles del río Sena.
Diez años después de vender un millón de copias de su primer disco, Gotan Project publica Tango 3.0, otro ejemplo de fusión entre ritmos porteños, electrónica y jazz.
GUILLAUME FOURMONT - MADRID - 19/04/2010 08:05
"Vamos a provocar un poco a los argentinos: el tango no es de Río de lal Plata. ¡No! ¡Es de París!". Esta afirmación no sale de la boca ni de un crítico musical ni de un periodista que pretenda cabrear a los porteños o a los uruguayos, sino de la de un músico de Buenos Aires que se instaló cerca de las orillas del Sena con un solo objetivo: revolucionar el tango.
"Soy un activista de la causa del tango, pero no hay que engañarnos, es en París donde realmente triunfó. Es una música universal; no hay que ser argentino para ser tanguero", lanza Eduardo Makaroff, uno de los tres miembros y único gaucho de Gotan Project, banda que impuso en 2001 un nuevo sonido con La revancha del tango. Casi un década después, regresa con un tercer disco, Tango 3.0, en el que sigue investigando la fusión entre ritmos porteños, música electrónica y jazz.
"Nuestro trabajo es una búsqueda permanente de sonido, queremos crear algo nuevo desde y hasta el tango y la música argentina. Nuestra razón de ser como grupo es llegar a un encuentro de músicas", explica a Público Makaroff, que estuvo en Madrid el mes pasado presentando el nuevo disco.
Estaba solo. Cuando hacen promoción, los integrantes de Gotan Project se reparten el mundo según los idiomas que hablan. Makaroff, nacido en Buenos Aires hace 56 años y casado con una española, lleva el mercado hispanoamericano; el francés Philippe Cohen Solal, el francófono, y Christoph H. Müller, suizo, se encarga de los alemanes.
Son datos quizá anecdóticos para hablar de unos músicos, pero Gotan Project no es un grupo como los demás. No se reúnen todos los días en un estudio para ensayar. Los tres residen en París y tienen su propia carrera paralela. Antes de alcanzar el éxito, Cohen Solal era DJ y ahora es director del sello Ya Basta; Müller era y sigue siendo productor; Makaroff era rockero y dirige la discográfica Mañana. "Nos tomamos un año para hacer Tango 3.0. Empezamos a componer en enero de 2009 y lo terminamos todo en diciembre pasado. Lo hicimos sin presión", aclara en una curiosa mezcla lingüística francoargentina.
Un antes y un después
Hace diez años, con La revancha del tango, Gotan Project revolucionó la manera más tradicional de ver el tango, género musical que canta tristeza y sensualidad en lunfardo, argot que consiste en invertir el orden de las sílabas. "Soy un hijo del rock and roll de los años sesenta y setenta; en mi época, el tango se había fijado en el tiempo, no se renovaba el repertorio", dice el antiguo guitarrista, que se reivindica ahora hijo de Astor Piazzolla (Argentina, 1921-1992), uno de los primeros compositores que aportó, en los cincuenta, innovaciones musicales al tango. Piazzolla fue incluso considerado "el asesino del tango" por los puristas del género.
"Nosotros queríamos juntar el tango con la música de programación informática, los sonidos electrónicos, los samplers, los DJ. Por suerte, tuvimos éxito", reconoce Makaroff. De La revancha del tango se vendieron más de un millón de ejemplares. Había nacido el tango electrónico o neotango. Los grupos se multiplicaron: Bajofondo, Metrotango, Narcotango, Tanghetto, Otros Aires, Ultratango y otras muchas bandas cuyos nombres terminan o empiezan con la dichosa palabra.
Uno de los puntos en común de esas bandas es París. O se crearon en la capital francesa o uno de sus miembros es francés. "El tango está lleno de referencias a la mujer francesa, a las calles de París. A finales del siglo XIX, era una música marginal en mi país, porque era considerada demasiado erótica. Hasta que triunfó en París. Piazzolla vivió allí", recuerda Makaroff. Él llegó a la capital francesa en 1989 tras haber pasado por una cárcel de la dictadura militar y tocar rock con su hermano Sergio. Cuando empieza la primavera y hasta el final del verano, siempre hay parejas bailando tango en los muelles del río Sena.
Guiños históricos
El disco Tango 3.0 está lleno de guiños históricos a una música nacida de la inmigración: el tema Érase una vez habla de "la época en que Argentina era una gran potencia económica y social de América, cuando la gente venía en barco de todo el mundo", explica Makaroff. Luego, empiezan las mezclas: Tango Square el nombre de una plaza en Nueva Orleans tiene arreglos con instrumentos metales, que no suelen tener cabida en el tango clásico; Tu misterio es un slow con la voz de Melingo; Panamericana es un viaje a caballo por Estados Unidos.
Homenaje a Julio Cortázar
"Nuestras influencias son el jazz, el dub americano, la música country", asegura Makaroff. Aunque Gotan Project no ha abandonado los clichés argentinos. Rayuela es un homenaje a Julio Cortázar: su voz recita un pasaje de La Marelle, trozo de la obra maestra del escritor. Él también se afincó en París. "¡Tuvimos un estudio en el bajo del edificio donde vivía!", se acuerda el miembro de Gotan Project. La banda incluso se marca un autohomenaje pequeño en La gloria: el poeta Víctor Hugo Morales recita como si estuviera comentando un partido de fútbol. Hasta gozar gritando: "¡Goooooo...tan!".
Hasta que Gotan Project se pone serio. En sus anteriores trabajos, solían incluir la voz del Che Guevara. En esta ocasión, el discurso social es directo y no habla ningún líder. "El tema Mil Millones habla de los hambrientos, de aquellos niños que se mueren de hambre todos los días en el mundo. En mi país, ¡el capitalismo provocó una bomba atómica!", lanza Makaroff, "o Desilusión, que apunta las consecuencias de la crisis". Ahora bien, Makaroff aclara: "No somos militantes, no hacemos arte-política. Hacemos música", insiste el compositor.
http://www.publico.es/culturas/306531/tango/argentino
Gotan Project - Tango Square- Tango 3.0 (2010)