lunes, 29 de agosto de 2011

Kevin Ayers / Whatevershebringswesing



Kevin Ayers - “Whatevershebringswesing”

Por Luis Lapuente

“Junto a Ray Davies, Peter Gabriel, Syd Barrett y algún otro más, Kevin Ayers forma parte de la galería de británicos excéntricos del rock, apegados sentimentalmente a la forma de vida y la mitología de su país, pero fascinados por las culturas de otros continentes. La Inglaterra victoriana de Lewis Carroll reaparece en los ‘flashbacks’ del ácido con sus aspectos más benévolos y pintorescos”. Son palabras de Diego A. Manrique, referidas a Kevin Ayers y rescatadas del primer número (mayo 1975) de la llorada revista “Ozono”. Entonces, Kevin Ayers acababa de publicar uno de sus discos más deliciosamente menores, “Sweet deceiver” y ya contaba con un brillante pasado (fue, entre otras cosas, miembro fundador de Soft Machine) y con un espléndido catálogo que lo acreditaban como uno de los más fascinantes intérpretes británicos de principios de los setenta.

A la espera de que alguien se decida a preparar una antología como es debido de aquellos discos irrepetibles (desde “Joy of a toy” hasta el primoroso recopilatorio “Odd ditties”), habrá que empezar recomendado el que muchos consideramos su obra maestra (junto a la mencionada antología de singles y rarezas “Odd ditties”), el sensacional “Whatevershebringswsing”, tercero de una serie absolutamente obligatoria para los amantes del llamado sonido Canterbury y del rock británico diletante, perezoso, indolente y patafísico, a mayor gloria de Ray davies y Brian Eno: “Joy of a toy” (1969), “Shooting at the Moon” (1970), “Whatevershebringswsing” (1971), “Bananamour” (1973), “The confessions of Dr. Dream” (1974) y “June 1 1974″ (1974), además de sus colaterales “Odd ditties” (1976) y “Linguistic leprosy” (1974), este último acreditado a Lady June.

Muy pocos reconocen en Kevin Ayers al músico y vocalista fascinante que es, quién sabe si por su rabiosa vocación bohemia, por su irrefrenable afición etílica o por su indudable tendencia al disparate juguetón. De él se ha dicho que tiene tres clases de canciones: las que compone mientras bebe, las que compone borracho y las que compone en plena resaca.

Supongo que en “Whatevershebringswsing” (un título y una portada delirantes) se encuentra lo mejor de cada grupo. Inquietantes estampas pop con vocación de banda sonora de “Alicia en el país de las maravillas”, como ‘There is loving / Among us / There is loving’. Piezas lúgubres, recicladas de alguna escena del “Jardín de las delicias” de El Bosco, como ‘Song from the bottom of a well’. Miniaturas melódicas apenas contrapunteadas por unos coros lánguidos y unos punteos en penumbra, como la sensacional ‘Whatever she brings we sing’. Trallazos irresistibles de rock and roll hippy, en corto y por derecho, como ‘Stranger in blue suede shoes’, uno de sus temas más celebrados. Disparos de cabaret decadente y vacilón, como ‘Champagne cowboy blues’, y paisajes dulzones, como el instrumental ‘Lullaby’.

Todo un tratado de buen gusto melódico, sofisticado sentido del humor y sabiduría pop firmado por el único e inimitable Kevin Ayers.



Kevin Ayers - There is loving among us, there is living - Whatevershebringswesing (1971)