Grotowski, un gran teórico
Innovador: con su teoría sobre el trabajo del actor, implantó un estilo que se enfrentó a las técnicas contemporáneas.
Sábado 16 de enero de 1999
Susana Freire
Probablemente, por sus teorías, Grotowski fue considerado un "hereje". ¡Y cómo no! Si se atrevió a cuestionar al teatro tradicional y a apoyar la búsqueda de nuevas libertades de expresión, que se proyectaban en la totalidad del hombre como creador.
El, de origen polaco e integrante de una pléyade de teóricos que incluía a Stanislavski, Meyerhold, Artaud y Brecht, denunciaba en el teatro la preeminencia de medios técnicos para alcanzar la excelencia interpretativa, cuando a la larga terminaban por convertirse en recursos del "ocultamiento". De ahí su prestigiosa obra teórica "Hacia un teatro pobre", donde postulaba que el actor, como un monje budista, debe iniciar un camino de ascetismo, en el que cada día descorrerá un velo sobre su ser entero. Así podrá dejar de ser un intérprete de otro, para comenzar a expresarse a sí mismo.
"Soy tal como soy, con mi vida -decía Grotowski-; esta búsqueda vale para mi grupo, no para otros; si el material es verdadero, si es vivo y nos pertenece, a través del montaje podrá funcionar como una metáfora potente. Si no es propio, ese espec- táculo no nos "revelará", en el sentido literal de la vida."
Porque la búsqueda de Grotowski escapaba del hecho estético, es decir, apuntaba hacia el desarrollo de un hombre nuevo. Por esta inquietud y por el enfrentamiento con las propuestas europeas, abandonó este continente y fue a buscar a la India las fuentes para una inspiración renovadora.
También América lo seducía por la posibilidad de una materia humana propicia para el desenvolvimiento de sus principios, que albergaban la simiente del teatro antropológico. Esta inquietud también movilizó a uno de sus discípulos, Eugenio Barba, creador del Odin Teatret, de Dinamarca.
Este llamado americano fue el que lo incentivó para conmover a la comunidad teatral argentina al participar en el IV Festival Nacional de Teatro, que se realizó en Córdoba, en 1971.
Pero su teoría y su famoso Teatro Laboratorio fue la conclusión de una búsqueda que se inició en Rzeslow, su ciudad natal.
http://www.lanacion.com.ar/124771-grotowski-un-gran-teorico
Innovador: con su teoría sobre el trabajo del actor, implantó un estilo que se enfrentó a las técnicas contemporáneas.
Sábado 16 de enero de 1999
Susana Freire
Probablemente, por sus teorías, Grotowski fue considerado un "hereje". ¡Y cómo no! Si se atrevió a cuestionar al teatro tradicional y a apoyar la búsqueda de nuevas libertades de expresión, que se proyectaban en la totalidad del hombre como creador.
El, de origen polaco e integrante de una pléyade de teóricos que incluía a Stanislavski, Meyerhold, Artaud y Brecht, denunciaba en el teatro la preeminencia de medios técnicos para alcanzar la excelencia interpretativa, cuando a la larga terminaban por convertirse en recursos del "ocultamiento". De ahí su prestigiosa obra teórica "Hacia un teatro pobre", donde postulaba que el actor, como un monje budista, debe iniciar un camino de ascetismo, en el que cada día descorrerá un velo sobre su ser entero. Así podrá dejar de ser un intérprete de otro, para comenzar a expresarse a sí mismo.
"Soy tal como soy, con mi vida -decía Grotowski-; esta búsqueda vale para mi grupo, no para otros; si el material es verdadero, si es vivo y nos pertenece, a través del montaje podrá funcionar como una metáfora potente. Si no es propio, ese espec- táculo no nos "revelará", en el sentido literal de la vida."
Porque la búsqueda de Grotowski escapaba del hecho estético, es decir, apuntaba hacia el desarrollo de un hombre nuevo. Por esta inquietud y por el enfrentamiento con las propuestas europeas, abandonó este continente y fue a buscar a la India las fuentes para una inspiración renovadora.
También América lo seducía por la posibilidad de una materia humana propicia para el desenvolvimiento de sus principios, que albergaban la simiente del teatro antropológico. Esta inquietud también movilizó a uno de sus discípulos, Eugenio Barba, creador del Odin Teatret, de Dinamarca.
Este llamado americano fue el que lo incentivó para conmover a la comunidad teatral argentina al participar en el IV Festival Nacional de Teatro, que se realizó en Córdoba, en 1971.
Pero su teoría y su famoso Teatro Laboratorio fue la conclusión de una búsqueda que se inició en Rzeslow, su ciudad natal.
http://www.lanacion.com.ar/124771-grotowski-un-gran-teorico
Momento de creación
Había nacido el 11 de agosto de 1933, en esa ciudad del sudeste de Polonia. Se licenció en la Escuela Superior de Teatro de Cracovia y puso varias obras en escena en el Stary Teatr: "Tío Vania", de Chejov, y "Las sillas", de Ionesco, entre otras.
En 1959, se traslada a Opole, donde funda "El teatro de las 13 sillas". En esta etapa, y en colaboración con Ludwik Flaszen, crea el Teatro Laboratorio, donde desarrolla, con una sorprendente coherencia experimental, los fundamentos y las premisas metodológicas de este fenómeno teatral que el mismo Grotowski daría a conocer como "teatro pobre".
Entre los espectáculos que dirigió y que marcaron a varias generaciones de directores y actores figuran "Apocalypsis cum figuris", "El príncipe constante" y "Akropolis". Pero ya en 1970 Grotowski había dejado de montar espectáculos, afirmando que "el automatismo lo acechaba".
Después de presentarse con su grupo en Nueva York, París, Madrid, Londres y Varsovia, donde seguía recibiendo el rechazo de otros teóricos e investigadores, creó en 1986 un Centro de Trabajo en Pontedera (centro de Italia), donde sus discípulos venían a seguir sus cursos, basados más en una ética que en un método.
Ante las polémicas que cuestionaban sus propuestas, a las cuales se negaba a contestar, el director polaco seguía su derrotero en absoluto silencio. Su presencia en cualquier lugar estaba determinada por ciertas exigencias: nada de conferencias de prensa, nada de entrevistas con el periodismo, nada de noticieros de televisión, nada de preguntas sobre sus puestas, porque corría el riesgo de vulnerar la intimidad creadora de sus actores, decía con sencillez. Finalmente terminó por ser considerado un ciudadano del mundo. Para él, el Colegio de Francia creó una cátedra de antropología teatral. Fue la primera vez que el arte dramático entró en esa venerable institución.
El 24 de marzo de 1997 dio la clase inaugural, titulada "La línea orgánica en el teatro y en el ritual".
"Grotowski es único -afirmó Peter Brook, después de escucharlo-. Porque nadie más en el mundo, que yo sepa, nadie desde Stanislavski, ha estudiado la naturaleza del trabajo del actor, su fenómeno, su significación, la naturaleza y la ciencia de sus procedimientos mentales, físicos y emocionales tan profunda y completamente como Grotowski."
El teórico que llegó a cuestionar al teatro como manifestación artística terminó por favorecer al teatro contemporáneo. Más allá de su valiosa mirada sobre los textos clásicos teatrales, el gran aporte fue el cuestionamiento de los lugares comunes en el trabajo de los actores, para enseñarles a desembarazarse de los estereotipos sociales y buscar un trabajo interior sobre los personajes que fuera verdadero.
Jerzy Grotowski i Teatr Laboratorium (Krótki fragment filmu dokuemntalnego poświęconego Jerzemu Grotowskiemu)